A propósito de la muerte de Pinochet

Después de un largo período de silencio en las paredes, me dice Fina que escriba algo sobre Pinochet y le contesto que me gusta hablar bien de la gente.

Porque

¿Qué voy a decir de quien a sangre y fuego suplantó la voluntad de los chilenos?

¿Qué voy a decir de quien ideó la caravana de la muerte?

¿Qué voy a decir de quien cortó las manos y la vida de Víctor Jara y tantos otros?

¿Qué voy a decir de quien asignó padres a los niños que dejó huérfanos primero?

¿Qué voy a decir de quien en nombre de Dios y con la bendición de la santa iglesia católica, apostólica y romana  convirtió los campos de fútbol en campos de concentración y exterminio?

¿Qué voy a decir de quien en nombre de la patria depositó los millones robados a su pueblo en la banca extranjera?

¿Qué voy a decir de quien, ya acorralado, se fingía enfermo para implorar la conmiseración que él no había tenido y burlar la justicia?

¿Qué voy a decir de quien provocó tanta angustia, tanto dolor y tanta muerte sólo para su enriquecimiento al servicio de los poderosos de la tierra?

¿Qué voy a decir de quien precipitaba sobre el abismo a opositores paseados en aviones militares?

¿Qué voy a decir de quien tiene sobre sus espaldas tantos desaparecidos como el cura valenciano o el missing americano de Viña del Mar?

¿Qué voy a decir de quien tiene las manos y el cuerpo todo bañado de sangre, de la sangre más limpia destilada por las ricas cordilleras que recorren ese largo país?

¿Qué voy a decir de quien sumió a todo un pueblo en el dolor, la tristeza, el olvido y la muerte?

No puedo decir nada.

Sólo puedo callarme.

Sólo el silencio es capaz de aproximarse a tanto horror.

Sólo el silencio y ¿el olvido?

 

José Luis Simón Cámara.

San Juan, 13 de diciembre de 2006.

A propósito del debate sobre paz y libertad en el proceso originado por la tregua de ETA.

¿Paz sin libertad?
¿Libertad sin paz?

Era hora de que la gente respirara,
los del parlamento,
los de la prensa,
los de la radio,
los de la calle.
Eso quiere decir que el tema interesa,
eso quiere decir que la gente piensa, discute, se excita…
porque no hablamos precisamente
del precio de un saco de patatas -con ser también importante-
estamos hablando de la paz, de la libertad….
Algunos incluso -cegados por la pasión- llegan al insulto.
Casi todo se puede disculpar
menos lo último.

¿Por qué no paz y libertad al mismo tiempo?
¿Son acaso posibles la una sin la otra?
¿Alguien piensa que puede haber  libertad sin paz?
..Libertad ¿para qué?
¿Para morir en plena calle de un balazo?
¿Alguien piensa que puede haber paz sin libertad?
..Paz ¿cómo?
¿Encerrando a todos los que quieren ser libres?

Ni la paz ni la libertad ni la justicia pueden existir por separado.
O se dan todas o no se da ninguna.
Así de claro.

Dicho esto
¿Alguien duda a estas alturas de que bajo todos los gobiernos democráticos se han tenido conversaciones con los terroristas, siempre negadas en su momento y luego reconocidas?
¿Hay ahora que la banda ha anunciado una tregua permanente menos razones para tener conversaciones?
¿Son ahora más perversos por anunciar la tregua?
¿Conviene a la paz y a la libertad ahora acosarlos más que cuando mataban?
¿Es acaso pisotear la paz y la libertad usar la palabra con los que hasta ahora sólo usaban la pistola?
¿Es acaso ultrajar a las víctimas intentar, sin menoscabo de la ley, que no haya ni una más?

…Sí, sí, también el gobierno está siendo muy hermético.

 

José Luis Simón Cámara.

San Juan, 13 de junio de 2006.

La tregua en el filo de la navaja

Si no fuera por lo que es
llegaría a pensar que algunas fuerzas políticas
se afanan por evitar
que la tregua de eta se afiance.

Agoreros de la repetición de la tragedia.

¿Acaso no conocéis ya el sabor de la sangre de los otros?

¿O faltan aún más dosis de sangre
para alimentar las posibilidades del vuelco político
que es lo que importa en última instancia?

¿Quién puede pensar en su sano juicio
que, por mucho que todo haya cambiado,
van a quitar la pistola de la nuca
y echarse de rodillas ante la víctima?

¿O, como aquel cojo, tuerto y manco de acciones de guerra
que gritaba en Salamanca
¡viva la muerte, abajo la inteligencia!,
quieren que el baño se prolongue
para aumentar el número de muertos y tullidos?

¿No resulta curioso
que su discurso sea el mismo
con el que nos llevaron a la guerra?

¿No resulta curioso
que sean los herederos
de los que nos llevaron a la otra guerra?

¿No es acaso la paz
-dicen todos-
el más preciado bien junto con la libertad?

¿No habrá que aprovechar
el más pequeño resquicio, por minúsculo que sea,
para meter la cuña que abra la puerta de la paz?

Casi siempre el silencio
es más sabio que las palabras,
siempre que la verborrea maliciosa.

 

José Luis Simón Cámara.

San Juan, 15 de mayo de 2006.

Los héroes de nuestro tiempo

Que en estos tiempos tan materialistas
aunque la taimada hipocresía
fije como valores la justicia y la libertad…

Que en estos tiempos de héroes de metal,
me refiero al vil metal,
de héroes de las canchas,
de héroes de la canción,
de héroes de los estadios,
de héroes de los circuitos,
de héroes de las regatas,
me refiero a los héroes del metal,
que ante multitudes
exhiben sus dotes en el dominio del balón, del bólido o del velero
y alcanzan victorias
que en la mayoría de los casos
se asientan sobre la más despiadada competencia…

Que en estos tiempos que vivimos
José Saramago diga que los héroes auténticos son los maestros
es algo alentador.

Esos maestros que en los centros escolares
son insultados, humillados y agredidos por sus alumnos
y que se ven obligados a seguir trabajando
en el mismo centro en donde han sido insultados, humillados y agredidos,
a veces conviviendo con los agresores…

Ésos son los auténticos héroes de nuestro tiempo
que, como aquellos maestros de la República,
¡Que viva, de paso!,
están intentando no ya sólo instruir,
que sería lo nuestro,
sino también educar
en los valores de la justicia y del respeto
en esta sociedad  irrespetuosa e injusta.

Ésos son  los héroes de nuestro tiempo
y no Fernando Alonso,
a menos que, como aquel estúpido italiano,
pensemos que es más hermoso un coche de carreras
que la Victoria de Samotracia.

 

José Luis Simón Cámara.

San Juan, 8 de mayo de 2006.

La política populista de Evo

Que sea indio
que sea bajito
que vaya con poncho
que no sea refinado….
todo eso, vale,
se acepta.

Pero tanta foto con “los barbudos”…
y lo que faltaba,
querer quedarse con lo que es suyo…
eso ya no es folclore
eso ya es jugar con el dinero
eso ya  toca los bolsillos
eso ya va a ser manzana de discordia
eso quizá sea la manzana de Evo.

Todos los voceros de los distintos poderes
anuncian de forma apocalíptica la política populista de Evo Morales
en la explotación de los recursos  energéticos
como si lo propio y eterno fuera
la explotación capitalista de los recursos.

Hablan desautorizando con la moral del dinero
porque quienes únicamente saben explotar con elegancia
el gas y el petróleo
son las clases dominantes desde siempre
cuyas bellas mujeres  saben lucir en sus orejas y en sus cuellos
el oro labrado en la sangre y el sudor.

Porque los otros,
el pueblo inculto y grosero
¿para qué lo utiliza?
Para aumentar un poco la ración de garbanzos y lentejas…
¡Qué vulgaridad!
Sin clase ni elegancia ni glamour.
¿Dónde está el glamour de las lentejas
si éstas no son lentejuelas de oro?
¿Dónde está el glamour de los garbanzos
si éstos no son piedras de diamantes?

Esperemos que Evo
no muerda ningún anzuelo.

 

José Luis Simón Cámara.

San Juan, 7 de mayo de 2006.