Que en estos tiempos tan materialistas
aunque la taimada hipocresía
fije como valores la justicia y la libertad…
Que en estos tiempos de héroes de metal,
me refiero al vil metal,
de héroes de las canchas,
de héroes de la canción,
de héroes de los estadios,
de héroes de los circuitos,
de héroes de las regatas,
me refiero a los héroes del metal,
que ante multitudes
exhiben sus dotes en el dominio del balón, del bólido o del velero
y alcanzan victorias
que en la mayoría de los casos
se asientan sobre la más despiadada competencia…
Que en estos tiempos que vivimos
José Saramago diga que los héroes auténticos son los maestros
es algo alentador.
Esos maestros que en los centros escolares
son insultados, humillados y agredidos por sus alumnos
y que se ven obligados a seguir trabajando
en el mismo centro en donde han sido insultados, humillados y agredidos,
a veces conviviendo con los agresores…
Ésos son los auténticos héroes de nuestro tiempo
que, como aquellos maestros de la República,
¡Que viva, de paso!,
están intentando no ya sólo instruir,
que sería lo nuestro,
sino también educar
en los valores de la justicia y del respeto
en esta sociedad irrespetuosa e injusta.
Ésos son los héroes de nuestro tiempo
y no Fernando Alonso,
a menos que, como aquel estúpido italiano,
pensemos que es más hermoso un coche de carreras
que la Victoria de Samotracia.
José Luis Simón Cámara.
San Juan, 8 de mayo de 2006.