Regresamos a Kenzingen con el tiempo justo para pegarnos una ducha en el hotel, arreglarnos lo que podemos y  salir hacia el lugar de la cena. Nos acercamos paseando hasta el restaurante donde nos esperan Birgit, Martina, Otmar y Uwe. Hace una tarde estupenda, soleada y con una temperatura muy agradable.

Para esta ocasión nuestros amigos han reservado un restaurante especial. En él han celebrado importantes acontecimientos familiares. Es un honor que hayan escogido este lugar para compartir con nosotros también un día de celebración.

El hotel-restaurante Scheidels es una caserón típico de aquella zona, perfectamente restaurado, con una puerta grande que permitía en su momento la entrada de carruajes  al patio central.

Hoy se incorporan a la cena el resto de la expedición de Alicante: Manolo, Nacho, José Vicente y  familia se enteraron del viaje  cuando ya teníamos hechas las reservas y se lo han organizado por su cuenta. También están alojados en un pueblo cerca de Freiburg. Al final nos reunimos cerca de 30 personas.

Empezamos el proceso de rehidratación con unas buenas cervezas que saben a gloria. Cenamos de maravilla, parece que incluso hemos dejado de hablar de las carreras.

Ya estamos casi al final de la velada cuando el presidente se levanta y pide un poco de silencio.  Juan Carlos, Bauti y Jesús nos habían preparado algunas sorpresas.

Han organizado una especie de entrega de Oscars de “A to trapo”, unas figuritas de cerámica personalizadas. ¡Lo que no se les ocurra a ellos!.

Los primeros en ser convocados son Birgit y Otmar que reciben el galardón “Master Organization”.

A continuación Martina y Uwe también son galardonados con el mismo título. Menudo trabajazo han hecho los cuatro durante estos meses.

Pepe Gil recibe el galardón “Euro master” por sus esfuerzos para gestionar las cuentas de un club tan especial y por la paciencia a la hora de inscribirnos en las carreras. Siempre se lo decimos el último día.

Juanma es nominado “Web master” por el mantenimiento de la página web donde venimos recogiendo en los últimos años toda nuestra actividad deportiva y social.

Por último, y para sorpresa del presentador de la velada, Jesús recibe el título “Super Master”. Nadie se lo discute: es el culpable de que este grupo tan variopinto sea una piña.

A algunos de los asistentes se les saltan las lágrimas de la emoción.

¡Qué mejor final para un día como hoy!