Hoy nuestro rumbo es hacia el oeste, vamos a cruzar a Francia para hacer un pequeño tour por la Alsacia Baja y Los Vosgos. Cruzamos el Rhin que por esas zona es la frontera natural entre ambos países.
Hacemos una parada en Eguisheim, una pequeña villa situada cerca de Colmar la capital de esta región. Eguisheim es la típica aldea gala de los libros de Astérix y Obélix, con calles estrechas, suelos adoquinados y construcciones que parecen recién pintadas. Martina nos comenta que los pueblos compiten por su aspecto y sus adornos florales por los que son galardonados.
Al regresar al autobús nos espera una sorpresa. Nuestro chófer, Norbert, ha preparado un desayuno con vino de la región, unos dulces y café. Todos nos quedamos un poco asombrados pero enseguida le obsequiamos con alguna canción apropiada para estas ocasiones. Norbert es el propietario de ese pequeño autobús que forma parte de la empresa familiar que él regenta. A lo largo del viaje nos demostrará su profesionalidad y conocimiento de la zona añadiendo apuntes de los sitios por los que pasamos a los comentarios de Uwe y Martina.
Terminado el refrigerio tomamos rumbo a Los Vosgos. Los Vosgos es una cadena montañosa que corre paralela al valle del Rhin al igual que lo hace la cordillera de la Selva Negra en la parte alemana.
Al mediodía llegamos a una estación de esquí cerca de Soultzeren. Entre semana está cerrada pero Martina nos dice que la habían abierto por nosotros. Empezamos a pensar que nuestros amigos alemanes tiene muchas influencias, incluso el clima ha cambiado desde que llegamos.
Comemos en el refugio de la estación y al finalizar Birgit, Martina, Otmar, Uwe y Norbert nos cantan una canción típica de la zona que al final terminamos coreando todos. Jesús a su vez les dedica una curiosa coplilla de Puente Genil.
Tras algunos revolcones por la nieve tomamos el camino de vuelta. Antes de cruzar la frontera paramos en Kaysersberg, otra maravilla de pueblecito.
Ya en Alemania tenemos que desviarnos de la ruta prevista y alejarnos de Freiburg pues por la radio oímos que hay problemas de tráfico por concentraciones ante la próxima cumbre de la OTAN.
El autobús nos deja en Malterdingen y paseando nos acercamos a la bodega Huber. Allí nos reciben con un cava en una terraza soleada desde donde se contemplan todos los campos de vides. Visitamos también la bodega mientras nos explican el proceso de elaboración de los distintos vinos. Terminada la visita nos disponemos a hacer una cata de algunos de los mejores vinos. Para la cena han preparado un refrigerio a base de embutidos de la región. Todo exquisito.
Una velada perfecta para terminar otro día intenso.
localización del refugio donde comimos
Juanma,…como es posible que con la cantidad de cervezas & catas de vino que tuvimos , te acuerdes de tantos nombres, detalles, etc,…, es algo sobrenatural !!!! ánimo y a seguir, ya queda menos. Gracias por plasmar nuestra reciente historia.
La mitad me los invento, total vosotros tampoco os ibais a acordar