El pasado 1 de Agosto tuve el placer de participar junto a Jesús Jurado en la 2ª Trail del Aneto, entre los dos formamos el equipo de “A to trapo”.
Como quiera que Jesús continúa sus vacaciones me ha pedido que os pase la crónica de nuestra aventura.
El recorrido de la prueba es de 78 km con un desnivel positivo de 3500 m y un límite de 24 horas. Se trata de una carrera de autosuficiencia, con el aliciente de la aventura y la solidaridad entre los participantes.
El trazado discurre por el GR-10, por sendas y caminos que todos los que hayais estado en Benasque conoceréis, valle de Vallibierna y Plan de Aigualluts, con forma de Y, lo que suponía pasar dos veces por el mismo sitio. Cuando estás hecho polvo y bajas un collado por una pedrera, saltando de piedra en piedra y sabes que en un rato lo tienes que volver a subir, te dan ganas de no bajarlo. Pero tiene la ventaja de que al cruzarte con tanta gente puedes confirmar que la ruta seguida es la correcta. A pesar de eso, por la noche es fácil perder la senda, como nos ocurrió 50 m antes antes de llegar a La Besurta, de vuelta de Aigualluts. Gracias y llegando al control del Plan del Hospital, dos zonas que durante el día es imposible perderse por la noche nos supuso unos 30 minutos de tiempo extra
El peor momento lo pasamos bajando el collado de Vallibierna dirección Coronas. Se cumplió la previsión meteorológica y nos cogió la tormenta, granizo incluido y la consiguiente bajada de temperatura. Fue tan rápido que a mí me dio una lipotimia. Me pude sobreponer. Después de cambiarme de ropa en el refugio de Coronas y que dejara de llover, pero sobre todo con la ayuda de Jesús, que no dudó en acoplarse a mi ritmo, decidí no retirarme. Cada vez que me desanimaba y pensaba en abandonar, ahí estaba Jesús para convencerme de seguir. Le agradezco su constante buen ánimo para poder tener la satisfacción de haber completado la prueba. Hasta mi lipotimia los tiempos que hacíamos estaban por debajo de lo previsto por la organización, a partir de ahí fuimos perdiendo el tiempo ganado. A dos kilómetros de Benasque nos animamos a trotar y entramos corriendo, arropados por los aplausos del comité de bienvenida, toda una gozada. Al final tardamos 21:53 horas
La organización, muy bien. Como ya digo más arriba, era una carrera de autosuficiencia, pero cuidando la seguridad. Habían 14 controles con los voluntarios de la propia organización, en los accesibles por camino ambulancia y bomberos y donde el acceso era más complicado, personal de montaña de la Guardia Civil.
Espero en un mes volver a escribiros otra crónica, esta vez de “Carros de Foc”, con seguro que muchas anécdotas.
José Miguel
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