Jesús me ha pedido que os escriba una crónica sobre la aventura que compartimos el fin de semana pasado, CARROS DE FOC 2009. Cuando no se consigue el objetivo es una tarea un poco dura, pero me decidí a aceptar la propuesta para contaros mis impresiones y algunos consejos para los que lo queráis intentar alguna vez.
En todas las carreras hay muchos tipos de corredores, yo pertenezco a los que solemos terminar en el último cuarto de la clasificación en las carreras de montaña “normales” y a los que en las carreras del Campeonato de España llegamos dentro de los controles horarios pero siempre con la “escoba” en los talones.
El circuito de CARROS DE FOC es muy técnico. El ganador del Trail del Aneto 2009 que tardó unas 12 horas en terminarlo, nos comentó a la llegada que era un circuito en el que no se podía correr.
Para participar con ciertas garantías hay que ser un montañero que corra maratones o viceversa un maratoniano que haga montaña. Tiene que tener experiencia en subir y bajar collados muy técnicos y que a buen ritmo le cueste como poco una hora, es decir aproximaciones a los “tresmiles”
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El grupo de “A to trapo” lo formábamos Jesús, Juanma y yo, José Miguel y entre los tres sumamos 157 años. Decidimos partir del Refugio de Amitges por el buen trato que dispensa Valentín, el guarda del refugio, a los corredores y por el buen ambiente que existe allí. La hora de partida la establecimos a las 3:00 pensando en descansar un poco después del viaje. A las 1:30 estábamos los tres despiertos ya que el trajín de corredores en el dormitorio era continuo. Como en esta carrera el corredor establece su hora de salida y los primeros lo habían hecho a las 7:00 de ese mismo día, la llegada y salida de corredores era un goteo continuo.
A las 2:05 horas del sábado 29 iniciamos la aventura. Valentín nos advirtió de que el día anterior había habido niebla. Nada mas salir del refugio nos tropezamos con ella pero ocurrió un fenómeno inesperado para mi, la niebla depositaba gotas de agua en los cristales de mis gafas que inicialmente pude limpiar pero al poco rato con la camiseta y los guantes empapados no pude hacer. Cuando llueve llevo una gorra con una visera muy larga que impide que las gotas me cubran las gafas. Esta vez no tuve más remedio que quitármelas lo que provocó que la marcha del grupo fuera muy lenta y con un notable aumento de tropezones. Esto nos ocasionó una pérdida de 55′ sobre el tiempo previsto entre los refugios de Amitges y La Restanca. Nuestra previsiones para completar la prueba era de 23:45 horas por lo que este contratiempo nos suponía un reto aún mayor.
No nos amedrentamos y entre los refugios de La Restanca y Ventosa recuperamos 27′ sobre lo previsto. Este buen dato nos animó y llegamos al durísimo Coll de Contraix desde el refugio de Ventosa en 1:30 horas. En el refugio de Ventosa tenían un servicio de masajes para los corredores pero lamentablemente los corredores como nosotros no podemos perder ni un minuto de más de los necesarios en los refugios y no pudimos beneficiarnos de este inesperado servicio.
En la bajada del Coll de Contraix nos surgió un nuevo imprevisto, a Juanma las lentillas le ocasionaron una conjuntivitis, con la visión tan borrosa no podía seguir la senda y decidió, con buen criterio, abandonar la carrera en el refugio de Estany Llong. Jesús y yo decidimos continuar aunque habíamos perdido el tiempo recuperado. Nos lanzamos hacia el refugio de Colomina lo más rápido que podíamos pero solo fuimos capaces de recuperar 21′ sobre las previsiones. Empecé a ver muy difícil la remontada pero como dice el lema del club “Old runners never die” no nos dimos por vencidos e iniciamos la subida al último coll, el de Saburó con su aperitivo previo El Pas de l’Os.
Durante este tramo de la carrera íbamos haciendo “el acordeón” con varios grupos de corredores que habían salido entre las 3:00 y las 4:00 horas de Amitges, por lo que nuestro ritmo era bastante aceptable pero no nos podíamos permitir ningún descanso en los refugios, solo podíamos perder el tiempo imprescindible para fichar el “fortait” y llenar los bidones de agua. El resto de nuestros compañeros descansaban unos minutos y eso siempre les permitía volver a iniciar la marcha con mas fuerza.
Se nos hizo de noche al final de la bajada del Coll de Saburó y tuvimos que bajar el buen ritmo que llevábamos, cuando llegamos al refugio de J.M. Blanc nos quedaban 3 horas y media para terminar la carrera y según mis cálculos entre los refugio de J.M. Blanc, Mallafré y Amitges tardaríamos en el mejor de los casos 4 horas yo lo vi casi imposible pero como habíamos decidido no retirarnos y llegar a Amitges de un tirón iniciamos la marcha a un buen ritmo pero sin correr. Este tramo es un camino por el que circulan vehículos 4×4 de unos 13 kilómetros por lo que caminando se te hace eterno, tardamos tres horas en llegar a los “túneles” y en ese momento yo ya me dí por vencido. Llegamos al refugio de Mallafré a las 1:50 horas.
El tramo final fue durísimo: una vez tirada la toalla el agotamiento apareció exponencialmente. Tardamos 45′ más en subir al refugio de Amitges que el día anterior. Os aseguro que terminar la prueba en 25:30 horas es más duro que hacerlo en 24:00
CONSEJOS PARA LOS QUE NO PUEDAN PLANTEARSE EL BAJAR DE 23 HORAS
- Conocer la ruta perfectamente, no se puede perder tiempo utilizando el GPS. A principio de agosto hay que hacerse el recorrido en 2 ó 3 días.
- Si hace mal tiempo, lluvia o mucho frío, yo personalmente no lo intentaría.
- Llevar el mínimo peso posible
- No llevar ropa de repuesto, solo una buena chaqueta corta-vientos impermeable.
- No llevar excesiva comida (este año los avituallamientos han estado al nivel de las mejores carreras de montaña)
- Se puede coger agua en muchísimas partes del recorrido
- Para mí es mas práctico llevar un botellín de ciclista que una bolsa Camelbak
- No dejar de comer ni beber. No se puede estar 24 horas con ese nivel de esfuerzo sin tener reservas suficientes.
- Unas buenas zapatillas son imprescindibles. Para mí las mejores son las que llevan la suela Vibram, son con las que he conseguido la mejor adherencia en los innumerables bloques de granito.
- Llevar palos telescópicos, aunque yo solo los utilizo en una pequeña parte del recorrido.
- Tener prevista la retirada por si nos surge un contratiempo. No obtendremos ayuda exterior salvo en los refugios y si el problema no es muy grave tendremos que regresar al punto de partida por nuestros propios medios.
- Si lo intentara de nuevo saldría del refugio de Mallafré una hora antes del anochecer en dirección Amitges; me amanecería entre La Restanca y Ventosa. El final sería con luz solar por la pista entre J.M.Blanc y Mallafré lo que me permitiría poder correr en la bajada si fuera justo de tiempo y además pasar los bypass de los túneles con mayor seguridad.
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