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Llegamos a Alcoi, polideportivo de Batoi, recibimiento, saludos varios etc … Nos recibe una suave nevada. Salida 9h.

El Nº 1 diseña la estrategia para acometer los 80 km que nos esperan. Jaume, compañero de Gandía asociado “a to trapo” en estos menesteres, y un servidor de avanzadilla, Jesús, Juanma y Eduardo empujando en retaguardia. Llegamos al primer avituallamiento, repostamos, una infusión muy caliente marca de la casa, salimos deprisa cuando llegaba el resto del equipo, despedida y aquí empieza la aventura, nieve en aumento marcas inexistentes, en cada cruce de caminos adivinar cual es el bueno.

Llegamos al puerto de Onil tenemos la sensación de estar solos y perdidos, paramos bajo una carrasca, bocadillo, vino, infusión, mas nieve, pasan dos participantes preguntamos si conocen el camino, asienten. Terminamos recogemos y salimos tras sus huellas. En cada cruce parada a ver cuales son las buenas, transcurren las horas, arrecia la nieve en algunos tramos y no conseguimos contactar con nadie, nos llaman al móvil: Jesús y cía, ellos perdidos (no era película) como casi todos, terminan en Bartxel por no se que pistas forestales, no está claro si se ha suspendido la prueba.

Pasan los km. y por fin logramos contactar con los que supuestamente conocían el camino, formando un grupo de 6 componentes, no tenemos claro el camino son las 5 de la tarde y entre Bañeres y Ontenient decidimos acortar hacia Alcoy, cogemos la G.R.7 dirección Font Rotja, salimos a mitad de la carretera que la une con Alcoy nos dejamos caer y llegamos sobre las 6.30 al poli. Nos esperan Jesús y Juanma. Abrazos, algo de comer, al coche y a casa.

Una experiencia dura y a la vez gratificante, 9h corriendo por la nieve, 65 km, en los que el compañero Jaume y yo tuvimos tiempo de conocernos, repetiremos en cualquier ocasión que se presente. Estos retos molan y aunque no se logre plenamente el objetivo queda un buen sabor de boca de cara a futuras.

Abrazos a tod@s, que paséis buen Domingo.

Antonio

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Lost.

Todo el día con nieve y perdidos desde el primer tramo.

Antes de llegar al primer avituallamiento Edu y yo cogimos un atasco de bicis y corredores y perdemos de vista a Jesús que había tomado unos metros de ventaja charrando como iba con Ana de Carlet. En el primer cruce de caminos nos encontramos un grupo numeroso de corredores y ciclistas mirándonos a las caras a ver quien sabía por donde tirar. Al final llegó alguien que le sonaba que teníamos que subir. Allí nos fuimos poco convencidos. Ni idea de por donde íbamos pero seguíamos a los de delante.

Unos kilómetros más adelante nos encontramos con Jesús. Le reñimos un poco, pero no mucho, por habernos dejado abandonados. En el avituallamiento nos reagrupamos unos cuantos. Conforme llegamos salen Antonio y Jaume.

La fina nieve que caía se convierte en copos grandes. No hace mucho frío y vamos haciendo camino. Llegamos a otra intersección. No hay ni una marca. Seremos menos de 20 corredores y un par de ciclistas. Probamos todas las alternativas pero no vemos ninguna marca de ruedas de bicis ni de huellas. Nos hemos vuelto a perder, seguramente antes de llegar a este cruce. Miramos el mapa. No se distingue nada. Jesús comenta que el siguiente avituallamiento está al borde la carretera así que decidimos salirnos de la montaña y coger el primer cruce. Un forestal nos indica la dirección. Al final tras unos kilómetros llegamos al segundo avituallamiento. Hemos dado un buen rodeo pues allí nos dicen que la senda venía directa atravesando el bosque que habíamos abandonado.

No desesperamos y cogemos la pista. Siguiente intersección. Otra vez igual, ni una marca. ¿Izquierda, seguimos rectos?. Aquí ya estamos un grupo reducido: Ana y Verena, Jesús, Edu y yo, José de la Granja de Rocamora y Alberto y otro compañero que han venido de Madrid. Decidimos seguir rectos. Es una pista hormigonada en descenso, serán como las 12.30. Ni a Verena ni a Jesús ni a Ana que hicieron la prueba el año pasado, les suena por donde vamos. El tiempo está cada vez peor. Hace viento y la nieve muy fina, como trocitos de hielo, empieza a ser molesta. Hay que ponerse un chubasquero.

Cada vez vemos con más claridad que nos hemos vuelto a perder. Llegamos a una zona urbanizada, estamos en la partida Bartxel. Miramos el mapa. Vale, estamos lejísimos de donde deberíamos estar: nos hemos saltado por lo menos dos controles. Decidimos parar a comer. Son cerca de las dos y necesitamos recapitular a ver que hacemos.  Caras de cabreo. Nos acordamos bastante de la organización. Es imposible desandar el camino hecho. Si ya teníamos previsto llegar sobre las nueve de la noche, volver sobre nuestros pasos con la que está cayendo no es razonable. Al final decidimos tomarnos algo caliente en un restaurante cercano y tomar una decisión.

Estamos muy cerca de Alcoy, el tiempo va a peor. Las quitanieves están tirando sal por la carretera. Desistimos de continuar en carrera, pero como ya está todo perdido daremos una vuelta por el Preventorio y de allí a meta. En el camino los de Madrid contactan con la organización y nos comunican que han suspendido la prueba. Tal como está el tiempo no se arriesgan. Aquello no va a mejorar y las nubes están bajando y dentro de poco no se verá nada. Están parando a los corredores en el Sotarroni, km 43.

Alberto y el otro compañero de Madrid deciden ir directos a meta y los otros seis decidimos hacer la excursión. Es la parte más bonita de la carrera. La nieve cae fuerte y cubre los campos. El paraje del Preventorio, entre la niebla y todo blanco, semeja un paisaje fantasmagórico, todo silencioso. Paramos un rato en un refugio para disfrutar de esos momentos.

Retomamos el camino, la carretera por esa zona está cortada y podemos ir a nuestras anchas. Entramos a Alcoy por  el Barranc del Cint, desde donde se da la salida de la carrera del Montcabrer todos los años. Un par de kilómetros más y llegamos a meta. Son las cuatro y media de la tarde  y tras siete horas y pico habremos hecho unos 50 km “a nuestro aire”. Llegamos a meta. Desde allí por la emisora de radio siguen dando mensajes a los controles para que retiren a los corredores que vayan llegando. Por lo que comentan son muchos los que se han perdido.

Nos despedimos del resto del grupo y nos emplazamos para próximas carreras. Jesús yo esperamos a Antonio que llegará un par de horas después.

Con todo nos vamos con buen sabor de boca, hemos pasado un día excitante en plan aventura de esos que no se olvidan.

Juanma

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Enlaces sobre esta prueba

• Blog de la prueba
• Aclaraciones de la organización
• Crónica del Blog “Desafío Vicente”
• Crónica en “Bitácora de un pez”
• Crónica y fotos del Blog “Una locura detrás de otra”

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