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Si alguien me dice hace 2 años que yo podría completar una maratón probablemente lo hubiera tratado de loco. Y allí estábamos en el centro de Madrid a 50 metros de la salida, tras una difícil noche de nervios y una cama extraña.

Amanecemos a las 6:30 de la mañana para buscar un bar donde nos den de almorzar con el suficiente tiempo para la digestión. Se nos complica la búsqueda en la zona, y es que todo estaba cerrado hasta que la benemérita nos da instrucciones precisas de donde había un bar, si es que esta ciudad no duerme, eso si la compañía no iba a ser de deportistas sino de festeros nocturnos que vienen al último avituallamiento de la noche.

Y ya con un buen desayuno en el depósito, nos vamos al hotel a equiparnos completamente, yo por supuesto con mi bidoncito de agua tal como siempre me recomienda el amigo Juanma, algunos geles en el bolsillo y de vaselina a tope. Y así Juan Miguel (mi inseparable compañero de fatigas), Reme (que afronta los 10 km de Madrid, carrera paralela a la maratón) y yo nos dirigimos a la salida de la carrera. Atendemos a la prensa y autoridades,  saludamos a nuestro amigo Alberto, cariñosamente “el sombrilla”, le presentamos nuestro afectuoso respeto, y le pedimos que nos guíe en esta nuestra primera maratón.

Allí estábamos, entre 14.000 personas y Madrid esperando para acoger en sus calles a los corredores. De pronto de los cielos caen 4 paracaidistas, son los que darán el comienzo de la carrera, y que a la vez también participarán. Así podemos oír a lo lejos el comienzo de la maratón, pero tardaremos 5 minutos en llegar a cruzar el arco de salida. En mi cabeza solo daba vuelta las recomendaciones de Jesús, Juanma y Antoñito: “Edu de menos a más”, “Tranquilo y poco a poco”, ” Lo importante es llegar” y los ánimos que Juan Carlos de Cabo me dio en Elche “Edu el entrenamiento lo tienes hecho” , “Lo tienes chupao”.

Y así fue, comencé muy tranquilo al famoso “trote cochinero” había que disfrutar, estábamos por mitad del Paseo de la Castellana y la gente animando nuestra salida, vaya emoción tantas personas corriendo, gritando y riendo, formando un pelotón  que se grababa desde el cielo con un helicóptero. Al llegar al estadio Santiago Bernabéu, girábamos a la derecha para separar a los corredores de la maratón de los de la carrera de los 10 km, y ahora ya me quedo sólo, cada uno cogía la posición en carrera más cómoda, y aunque el cuerpo pedía velocidad, la cabeza me pedía sensatez y tranquilamente a 5:50 min/km, iba completando kilómetros.

El momento más emocionante, la llegada a la Puerta del Sol, el reloj impasible ante el tiempo al fondo y mientras tanto la gente formaba un pasillo que llegaba a convertirse en un embudo difícil de atravesar, parecíamos cantantes de rock rodeados de una multitud de fans, increíble, vamos sensaciones a flor de piel. Pasamos por la catedral de la Almudena y hasta el Palacio Real, amenizado por un grupo de batukada, ya atravesábamos el arco de la media maratón, y nos disponíamos afrontar la parte más dura, los peores kms, y encima por dentro de la Casa de Campo donde no había gente animando la fiesta.

Así aparecía el km. 30 y donde se me advertía que podría aparecer el temido muro, pero para mí ni muro ni murete, vamos que estaba más fresco que una rosa, eso sí a mi ritmo, hasta que llego el 33 y de nuevo la furia de Madrid nos animaba a seguir. Hasta que encontré a mi amigo Juan Miguel, Alberto y Germán, que me esperaban para terminar juntos, y poco a poco y rociándonos de agua en todos los avituallamientos pasábamos los últimos kilómetros en cuesta, por eso dicen que es Madrid es muy dura, Atocha y la Puerta de Alcalá ya anunciaban la meta y por fin el Parque del Retiro, entrábamos los 4 triunfadores cogidos de las manos en alto para atravesar en 4 horas 20 minutos el arco de la meta. Menuda alegría de llegada, hasta nos abrazábamos de la emoción. Caminando íbamos recuperando, mientras nos ofrecían bebidas, zumos, cerveza y frutas. La organización un 10, el escenario estupendo y la maratón para repetir.

Y bueno permitidme en esta mi primera maratón dar las gracias a Jesús Jurado por haberme introducido en este gran grupo que es ATOTRAPO que me ha permitido conocer a gente tan maravillosa como él, conocer tantos lugares y los que nos quedan. GRACIAS JESÚS sigue así. A Juan Carlos de Cabo grandes consejos, Antoñito el que más me escucha, Juanma sin tu buen hacer no se que haría, Alberto “sombrilla” sin ti no habría hecho esta maratón, a mi mujer Reme por acompañarme en todas las carrera participe o no y su paciencia por el tiempo utilizado en mis entrenamientos, a toda la gente de ATOTRAPO por el buen recibimiento a este club y grupo de amigos, pero sobre todo a mi amigo y Supercolega Juanmi, que me introdujo en este mundo y con el que he compartido grandes y malos momentos, enfados y risas, grandes carreras y no tan grandes y del que estoy seguro será mi inseparable compañero.

Gracias Juanmi y gracias a todos.

Edu.

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Enlaces sobre esta prueba

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• Crónica y fotos de Alberto Costilla en “Kms x hacer”

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