Haz click en la imagen para ver el álbum completo
Con Botamarges a la vuelta de la esquina, los entrenamientos de montaña se suceden. Después de nuestra accidentada y húmeda salida por el Ponoig y el Puig Campana, Nacho y Eduardo repitieron recorrido el sábado:
Jjajajaa, no veas la que liamos.
Bueno que sepáis, que hasta hemos descubierto nuevos caminos de ascenso directo a las montañas, jajjaja.
Menudo desnivel que hicimos, escalamos en el Puig Campana, en el Ponoch escalamos, cresteamos, y en el camino de vuelta hicimos campo a través, bueno mejor dicho pino a través. jajaj.
No apto para cardíacos, y es que no se como perdimos la senda y en vez de volver atrás, que va, ¡hale, las cabras al monte!, uno decía yo creo que esta allí, que no hombre que esta allá, y así cada vez uno iba guiando. Fuimos avanzado por la maleza, pinos, y con nuestras piernas llenas de arrapazos, conseguimos llegar hasta la senda del PR. Bueno otra aventura para no olvidar junto a mi amigo Nacho, y que no se olvida que cuando te pierdes “vuelve atrás y busca la senda”.
En cuanto al recorrido fue el mismo, exceptuando que hicimos cumbre en el Ponoch (impresionante vista). El paraguas (*) me lo quedé que me va muy bien para la furgoneta, y la vuelta la hicimos por la otra parte.
Hoy descanso que estoy matao, pero el Lunes vuelta a la carga, y ya quedamos otro día para hacer la salida de 7 horas que hizo Juanjo para la preparación del Aneto, y luego bañito en no se que lago. ¿Que os parece??? Me podéis llevar??
Bueno, Feliz Navidad.
Y nos quedamos con esa idea de Eduardo – que no la piensa, que no la hace – de hacer una salida nocturna por el primer tramo del Trail de la Mitja Lluna, ver amanecer desde El Castellet y baño en Guadalest. Pero al final se torcieron los planes y tuvimos que buscar un plan alternativo más acorde con las agendas de todos, así que pensamos en algo más asequible y más a mano. Al final Juanjo, Eduardo y yo decidimos hacer la ruta de Montcabrer que nos la conocemos bien y hacerla con luna llena. En el último momento se enganchan Antoñito y Juanmi y antes de las 21:00 ya estamos subiendo por el Barranc del Cinc. Como se nota que los días se acortan. Ya cuando nos adentramos en el bosque camino del Collado Sabata, tenemos que encender los frontales. Entre los pinos vemos salir la luna por encima de La Serreta, al otro lado de Alcoy, enfrente de donde estamos nosotros.
Al llegar a la cumbre sacamos los bocatas y las bebidas. Se está de lujo, hace fresquito y el paisaje nocturno con el cielo limpio e iluminado por la luna llena es una gozada. Juanjo nos da una lección de lo que son las cenas de montaña, con su bote de aceitunas y un bocadillo de ternera en salsa que nos da para comer todos. Por si acaso no le dejamos sacar el postre y retomamos el camino.
La bajada con cuidadito, alguna que otra torcedura y llegamos a los coches cerca de la una. Las carreras nocturnas cada vez nos están gustando más, es necesario ir con precauciones, estar atentos a las marcas del camino y un GPS se hace muy necesario. Por lo demás tienen más de aventurilla aunque el terreno lo conozcas y es otra forma de disfrutar de la montaña y de paso de las estrellas.