Y yo que creía que no te importaban las formas
y ahora resulta que son lo que más te ha molestado,
las formas de la comisaria de justicia europea
por su manera de hablar,
no las formas de Sarkozy
por su manera de actuar.
Ya me había dejado bastante perplejo
saber que Francia
– el país de asilo por antonomasia,
el país de acogida de todos los exiliados del mundo –
estaba comenzando a expulsar
no a los tiburones que a dentelladas
van destrozando su tejido solidario
sino precisamente a los más débiles,
a los que un simple empujón basta para tirarlos al suelo,
a los transhumantes que van paseando su pobreza
escondiéndose como apestados
por todas las veredas de Europa.
Pero aún me ha dejado más perplejo
que quien no se levantó al paso de la bandera norteamericana
por su agresión a los pueblos del lejano Oriente,
ahora esté al quite
para echarle un capote al francés
no sé si por la silla en el G 20,
no quiero pensar, hasta ahí podíamos llegar, que también por su apoyo contra ETA.
Prefiero a la deslenguada comisaria de Luxemburgo
en su defensa de seres humanos pobres
que la servil defensa corporativa de un presidente
que no necesita que nadie lo defienda.
¿Habrá que pensar que quien accede al poder,
cualquiera que sea su origen,
acaba sirviendo a los poderosos
y machacando – como siempre –
a los débiles?
San Juan, 19 de septiembre de 2010
José Luis Simón Cámara
!! querer, poder,…para luego perder !! alto precio tiene el cargo !!
Wao, no había leído esto!
¿Este no era el mismo que promovía la “Alianza de las Civilizaciones”?
Qué decepción. Siento vergüenza.