Aunque es más fotogénico que Reagan o que Bush,
a éste sobre todo le sentaban mejor las cartucheras,
para cuyo espacio dejaban abultado hueco sus brazos
y cuando se apeaba del helicóptero
parece que lo hiciera del caballo,
sin despeinarse, con su pelo rizado que seguía en las arrugas de la cara.
El Estado de Derecho se caracteriza por respetar y defender los derechos de procedimiento del más cruel asesino.
Ya sé que no es presunto.
Aún así sólo los tribunales pueden decidir
la suerte de un homicida, genocida o terrorista.
Y luego están los Estados.
Durante mucho tiempo EEUU ha impuesto la política de las cañoneras,
hasta el punto de que esta última intervención
ha recibido el parabién, incluso de gobiernos democráticos.
Se ha llamado justicia (quien controla el poder controla hasta el lenguaje)
lo que no ha sido más que venganza.
Como los asesinatos selectivos del próximo Oriente.
Y eso es lo que siempre han hecho los pistoleros,
fuera John Wayne o Billy el Niño.
Sólo los tribunales hacen justicia.
Lo demás es volver a la noche de los tiempos.
Un salto en la cancha de baloncesto
le sienta mejor que una muesca más en el revólver.
Las pistolas no le sientan bien a Obama.
José Luis Simón Cámara. San Juan. 4 de mayo de 2011