Si juntamos una de las ciudades mas bonitas de Estados Unidos con el hecho de que cuente con uno de los 5 Majors Marathons, ya tenemos todos los ingredientes para organizar un viaje a tierras yankis donde poder constatar los grandes contrastes entre el culto al deporte por parte de unos y el culto a la grasuza por parte de otros.
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Llegábamos el jueves a la Windy City para ir aclimatándonos a base de cerveza y pizza y el viernes a las 7.00 ya estaba rodando mis últimos km previos a la carrera; empezaba la fiesta con cientos de personas corriendo, saludándonos, hablando como si todos nos conociéramos y contemplando el impresionante montaje de la carrera, (superior incluso al del Iron Man de Frankfurt) mientras a escasos 1000 metros nos vigilaba el que probablemente sea el skyline mas bonito que haya visto nunca.
El sábado tocaba recoger el dorsal y alli que nos fuimos, tras un American Breakfast contundente y unos 4 km andando (para que usar un transfer si andando se está muy bien …). La feria muy grande tipo París, pero sobretodo muy participativa tanto para corredores como acompañantes y con una organización de reparto de dorsales que habría enamorado a Henry Ford.
Amanece el domingo con un frío interesante (2Cº y -2Cº de sensación térmica) y las calles de Chicago se convierten en una marea de corredores y acompañantes. Yo, bastante tranquilo, pues iba con muy bajo volumen de entrenamiento (Mark lo puede constatar), sin recuperar del todo la tendinitis y con la cadera contusionada por una caída en bici, así que el objetivo mas que claro: Bajar de 3:30, sabiendo que el dorsal y la gente me podrían ayudara llegar incluso a los 3:25
Himno USA a capela y pelos como escarpias, para continuar con el pistoletazo a ritmo de Springsteen (me estoy emocionando de recordarlo …) y en 50 segundos pasaba el arco. Recorremos todo el centro abarrotado de espectadores y empiezo con mi sesión de relaciones ya que era mi primer Marathon en solitario desde el principio y yo tengo necesidad de hablar/cantar mientras corro, así que empecé con una americana que corría su 6º Marathon durante un rato, hasta que me junté con unos mejicanos y un español que iban a 3:20 y les acompañé hasta que decidí levantar el pie ya que ese no era mi objetivo.
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Km 15 aprox y ya me notaba cansado, pero el siguiente punto mental estaba en el 20 donde Dama me estaría esperando, y efectivamente, bandera de España en mano cual Niña de La Curva allí estaba para insuflarme un poco de energía, así que besito a la suporter y chute de adrenalina hasta el km 27 donde decido ponerme algo de música porque por esos lares la gente no tenía ganas de conversación y ya salíamos del downtown, así que empiezo con “El Imperio Contrataca” de Los Nikis (muy apropiada para el momento), para pasar a “My Way” de Frank Sinatra donde ya no pude aguantar las ganas de acompañar a capela al gran Franky.
La música y la gente me estaban llevando y ni siquiera miraba el reloj (Un precioso Garmin de 5 € adquirido en los chinos 2 días antes que incluso tiene luz O_O ). Solo veía los relojes en alguna milla y sabía que la media la había pasado en 1:37, por lo que sino petaba, los 3:25 e incluso algún minuto menos estaba hecho, pero la verdad es que me daba bastante igual ya que estaba disfrutando y cantando como si fuera uno de mis entrenos matutinos por la orilla del mar.
Pasé el km 36 y el 37 no llegaba, hasta que supuse que tenía que haberlo pasado porque ya hacía tiempo del anterior, pero no … Era el km 39 el que llegaba: Y yo con estos Pelos!!!!
Miré mi Garmin y calculé que bajaba de 3:20 pero seguía sin importarme porque ya estaba disfrutando de mi próxima llegada…; Pero antes tocaba en el km 40 y el destino quiso que sonara “Love is in the air” que con los recuerdos evocadores me lanzó hasta la pancarta de 800 m To Go donde me di cuenta que podía bajar de 3:15 y batir mi mejor marca, por lo que ahora si me tocó apretar, pero no sin dejarme envolver por el calor de la gente animando y las vistas del skyline tras la línea de llegada y efectivamente … 3:14:22, y a un ritmo constante pues la segunda media la clavé en 1:37, aunque lo mas cojonudo fue hacerlo sin mirar los tiempos durante la carrera.
Mucha emoción, estiramientos, cervecita de rigor y a la ducha que el viaje continúa.
Al final un viaje que merece muy mucho la pena, tanto por la carrera como por la ciudad, limpia, elegante y bonita, y que se ha convertido en mi primer Marathon fuera de Europa de la que tuve que salir para conseguir mi propio número Pi.
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Nombre |
Categoría |
Tiempo |
Puesto General |
Puesto Categoría |
Nacho |
35-39 |
03:14:22 |
1958 |
303 |
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