Un rato después de terminar la carrera, ya en las duchas, -últimamente las duchas están dando bastante juego-, Miguel me comentaba que iba a recoger el trofeo de Full Finisher por haber terminado todas las ediciones, las siete, de la K25. Pocos pueden decir los mismo. ¡Felicidades Miguel por tu constancia y sacrificio!.
De vuelta a casa hacía memoria de mis participaciones. En 2006, en su primera edición, conocí a Juanjo, que con Trini y Juan compartimos viaje y charlas (aquí no enfundaba todavía mi Canon automática). Los tres estábamos preparando la innombrable Maratón de Gata, -sí, la de Oltà y Bernia en pleno Junio-, y la K25 nos venía bien para probarnos pues en aquella ocasión se celebró en Abril. En 2007, también en primavera, vinimos una buena representación, a las fotos me remito (¡qué jóvenes!). Fue campeonato de España, ahí es ná. Entre la crème de la crème, los buÑuelos de Atotrapo. En 2008 y 2009 ausente por diversas circunstancias que no vienen al caso porque no las recuerdo :). En 2010 de nuevo con Juanjo que le picaba el gusanillo de volver a repetir y no me costó convencerlo. Fue en Noviembre y hacía un frío que pelaba. La de 2011 no la perdoné, me lo había pasado realmente bien el año anterior. Una edición donde nos encontramos un puñado de amigos. Y 2012.
¿Qué tiene la K25 de especial para acudir año tras año?
La K25 es una carrera redonda. Primero por el entorno, el parque natural de la Sierra Calderona, una serranía cerca de Valencia, de montes no muy altos, cubiertos de bosques de pinos, adelfas, madroños,etc. y todo ese verde en contraste con las areniscas rojas típicas de esa zona. Segundo por el recorrido de la prueba, bien diseñado, aprovechando sendas y barrancos para hacer un trazado técnico pero divertido, duro pero corrible. Y tercero por la organización, perfecta, que pasa desapercibida pero está ahí. La recogida de dorsales fácil y rápida, los avituallamientos en su sitio, con todo lo necesario y un poco más, el marcaje del recorrido correcto, los voluntarios en los sitios adecuados,… Las chicas y chicos del CxM tienen mucha experiencia en organizar pruebas de nivel y eso se nota hasta en los detalles más pequeños. ¡Este año nos han puesto alfombra roja y la entrada en alto para que se nos viera bien!.
Pero la K25 no es una carrera sencilla, es técnica y exigente con el corredor al que pide la máxima concentración. Que nadie se engañe porque la altura máxima sea de sólo 800 m, pues al final se acumulan 1.700 m de desnivel positivo en sus 25,5 km. Los ascensos no son muy largos ni complicados pero las bajadas,¡ay las bajadas!, si tenías dudas acerca de si tu técnica es suficientemente buena, aquí podrás comprobarlo. Si ves que te piden muchas veces paso el resto de corredores mala señal. Otra dificultad la proporcionan los barrancos, bloques de piedras lisas, casi siempre húmedas al estar en umbría, en donde los apoyos deben ser perfectos para evitar los resbalones.
Salimos por en medio de la nube de pólvora que ha dejado la traca, atravesamos Serra por sus estrechas calles y abandonamos el pueblo entre sus huertos. El recorrido de este año tenía una pequeña variante respecto al de otras ediciones, anunciada previamente por la organización, para evitar los atascos que se producían al cruzar un pequeño barranco con un arroyo en los primeros kilómetros y donde la carrera iba todavía muy agrupada. A continuación la primera de la subidas, El Alt del Pi, 710 m, y la característica hilera multicolor que llega hasta las antenas. La primera de las bajadas sirve para calentar las rodillas y los tobillos. Después una breve subida para llegar hasta el castillo y atravesarlo por los boquetes de sus paredes. Desde aquí un tramo de cresteo y la segunda de las bajadas que nos lleva hasta el polideportivo de Serra, km 9.
El segundo lazo del recorrido se inicia tras un tramo de asfalto donde cogemos el primero de los barrancos y a su salida iniciamos el ascenso a Ermitans. Tras el descenso llegamos Marianet, otro barranco complicado, donde se inicia un pequeño bucle que incluye la subida al Sierro, 735 m. Una bajada por pista nos lleva de nuevo al barranco. Aquí iniciamos el último ascenso, largo y tendido, hasta Rebalssadors, 798 m y km 20. Un par de kilómetros de llaneo hasta llegar al Mirador y ya la última de las bajadas, también complicada con el añadido de que a estas alturas las piernas ya van tocadas. De reojo veo a la derecha la Cartuja de Porta Coeli y sus geométricos huertos de naranjos. Otro tramo de barranco y un kilometrillo de asfalto para terminar en el polideportivo.
Pues más o menos esto es el K25-Trail de la Calderona, a ver si os animáis y en 2013 venimos un buen grupo.
–
También puedes leer la crónica de Miguel Flor y la de Atalanta que incluye un estupendo vídeo.
—
Enlaces sobre esta prueba
|
–
|
—
Me ha gustado mucho. Si no pasa nada me apunto el año que viene, nos veremos en la 8ª edición. Me alegro que los de montaña no paréis, animo que estáis como toros. Hacer tantas veces la misma carrera es para darte un homenaje, enhorabuena.
Juanma, como siempre ya sabes que es un placer coincidir contigo y muchos otros amigos en los que las carreras de montaña casi son nuestra segunda casa y ademas siempre bien recibidos. Ojalá podamos disfrutar muchos años mas de tales circunstancia y aprovechemos estos eventos para seguir saludándonos y disfrutar de una buena mañana de montaña. Un abrazo.
felicidades a los dos , dos joyitas con Ñ mayúscula.
Que bonito Juanma, y eso que decías que no harías fotos jaja… Enhorabuena por bajar marca y por gracias por ser como eres :). Besos