Hay muchas cosas en la vida que hacen que uno se sienta orgulloso de su familia y amigos como lo es el hecho de superar retos y obstáculos que esta vida te pone a prueba casi a diario.
Esta crónica lleva una especial dedicatoria para dos personas, V. y M.. También para una tercera persona que mi compañero Juan Carlos comentará al final.
Esta mañana fría y con viento recogí a las dos unidades de Alicante y raudos nos fuimos a Torrevieja, donde nos esperaba el cuarto componente. Uno por cena de los moros (por cierto ganó la Media un moro), y el otro por juventud, se quedaron durmiendo en el coche no sin antes decirme que por favor no me durmiese conduciendo.
Una vez allí, el protocolo habitual: recogida de dorsales y fotos de rigor. La organización bromeaba con el viento, que durante la prueba remitiría, pero lo único que remitió es el sudor que continuamente te lo secaba, por qué no decirlo, EL DESAGRADABLE VIENTO.
En línea de salida nos encontramos con los compañeros habituales y se da el pistoletazo. Viento racheado en los giros de la carrera y en el exterior del centro de la ciudad, sólo teníamos cobijo en el centro de Torrevieja. Primera vuelta y mucha gente se pensaba si dar el segundo giro, era lo más apropiado hasta completar los 21 km. Todos los compañeros nos vamos dando ánimos conforme nos vamos cruzando, pues es una carrera que con su trazado y amplias avenidas invita a ello.
Al final de la Media me quedan los dos últimos kilómetros, en mi caso ambos con una especial dedicatoria. El primero para V. que ha superado un nuevo reto más en su vida, con éxito, después de una enfermedad que pasó hace tiempo. A ella le corresponderá el dorsal y camiseta de esta carrera.
Y el último kilómetro de la carrera, al sprint en los metros finales, para M. Espero verle pronto, pues le dedicaré la próxima Maratón de Barcelona 2.013 y le entregaré mi dorsal y camiseta de la prueba.
Este pequeño gesto es un suspiro con lo que tienen y han tenido que luchar ambas personas en estos días con sus respectivas vidas.
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En mi caso, es un día triste y difícil, hoy no llevo la equipación de A TO TRAPO sino una camiseta con el dorsal serigrafiado de la Maratón de Sevilla que mi compañero José Manuel Obrero iba a realizar ese mismo día y con una dedicatoria bajo el mismo: EN CADA PASO QUE DEMOS SIEMPRE TE RECORDAREMOS. Lo hemos llevado en la mente y en el corazón durante toda la media maratón y hemos querido rendirle este homenaje, practicando el deporte que tanto amaba.
Juan Carlos de cabo
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