Tras la última nevada y ante la ausencia de compañeros para lanzarse a la montaña, decidí subir al Montcabrer para ver si tocaba algo de nieve….
Impresionante como siempre me recibía el Barranc del Cint como si de Indiana Jones se tratase al introducirse en el Siq y encontrar el “Tesoro” Al Khazneh, para atravesarlo por sus “vías” empedradas dignas de la época romana.
Majestuosa vegetación que tristemente se tornaba azabache en el punto donde se inició el incendio del pasado verano y que transformaba totalmente el paisaje, eliminado además las marcas de PR y GR sin las cuales conseguí orientarme, no sin antes hacer unos 6 km extra …
Tras esté solitario paisaje empezaba a adelantar andarines mientras los primeros reductos de nieve se dejaban ver, recibiendo ánimos por mi habitual “equipación de corto” que a la mayoría sorprendía.
Poco tiempo después las “manchas” blancas del terreno se convertían en una extensa capa de nieve que cubría todo y que obligaba a seguir las pisadas para poder orientarme ante el cambio radical que daba la montaña teñida del blanco elemento.
Una sensación muy agradable recorría mi cuerpo a cada zancada que daba, pues el sonido de la nieve al ser pisada como única perturbación del ambiente es algo digno de probar.
Así que paset a paset, con cuidado por los resbalones y con alguna paraeta para contemplar el paisaje, finalizaba (sin apenas ser consciente) en la cima de la montaña, donde recibí una graciosa ovación por aquello de mis “ropajes”…..
Minutos de conversación con unos montañeros que muy amablemente me ofrecieron un té y para abajo trotando como si de un dibujo animado se tratara dando saltitos ante lo acolchado del particular “tatami”.
Tres horas en total y un gustazo increíble que espero poder repetir con algun@ de vosotr@s
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Y también Finde pasado por nieve en “memorias garcia rato”
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