Quedamos a las 21:30h en casa de Elías en Castalla, eran todos Nativos menos yo, el grupo Ñ me había dejado solo, jaja, no importa porque los Nativos y A To Trapo son casi la misma cosa y muy buena gente, en total 7.
La noche se presentaba muy bien, en principio 25 km, más o menos, aunque Elías ya nos había advertido que era temporada de caza del jabalí. Empezamos por una pista de asfalto y entre chalets y ladridos de perros continuamos por una senda bastante corredora y cuando llevábamos unos 4 km nos sale un cazador de la oscuridad y nos empieza a decir que no deberíamos estar por ahí, porque hay muchos cazadores y aunque se nos ve y se nos oye, se puede perder una bala y causar un problema. No dábamos crédito, nos estaban echando de la montaña pero a ver qué haces ante gente que con un arma en la mano se cree todo poderoso, en fin, que por no discutir, y ante el riesgo de que te peguen un tiro, decidimos volvernos por el camino más corto a por las cervezas que Elías había puesto al frio.
Al final 8km, más vale eso que nada. Cuando llegamos, una ducha de manguera, unas cervezas, una pizza que había encargado Elías y unas botellas de vino y cerveza casera que había traído Javi para que las probáramos, él tiene una bodega de vino y también fabrica cerveza. Muy bueno el vino y las cervezas, y por supuesto la pizza, y así entre risas y descojonándonos del cazador, Jaime Escolano nos propone ver un reportaje que grabó en una avalancha que estuvo presente en el Mont-Blanc, Elías nos pone el video en su súper tele y mientras nos terminábamos las botellas de vino vimos el desastre, muy emocionante por cierto.
Y así termina una salida a la montaña que se vio truncada por una gente que se creen los dueños de la montaña, menos mal que supimos darle la vuelta a la situación y pasar una velada estupenda a la fresca; es que con buena gente todo es posible.
Gracias a Elías que nos preparó una cena estupenda, como la otra vez.
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