LA CARRERA

Es la 5ª edición de esta carrera. Con 63 Km y 3000 metros de desnivel positivo acumulado, recorre las poblaciones de Forna, Villalonga, Benirrama y l’Alzuvia para regresar a Forna, todo ello por un paisaje precioso, con mucha vegetación, vistas increíbles y que tiene a l’Alt de la Safor como cumbre más emblemática y techo de la carrera, aunque no por ello, y a mi parecer, la más dura.

En cuanto a la organización, sois muchos los que la habéis hecho y no hace falta que lo explique, para los demás, un 15 sobre 10. “IMPRESIONANTE”. Avituallamientos de sobra, sin problemas de abastecimiento tanto de agua, isotónica, como comida. Sin problemas para rellenar bidones y la gente de los avituallamientos muy amable y simpática

Recorrido marcado 100%. Imposible perderse y se nota que las sendas se han limpiado para facilitarle las cosas a los corredores. Valla curro se han metido estos de Botamarges. Como podéis imaginar en 63 Km hay de todo, zonas técnicas, zonas corribles, zonas para correr, zonas de asfalto… A nivel personal diré que a mí me pareció duro, muy duro. También es verdad que mi experiencia en montaña no es mucha y a lo mejor otros tienen otra sensación

Bolsa de corredor con camiseta y “fular” y el avituallamiento final de carrera a base de carne y embutido a la brasa, y cerveza. “Casi na”

La sensación que me llevo es que hay todo un pueblo volcado con la carrera.

El día amaneció despejado, y pudimos disfrutar de las estrellas antes del amanecer, eso sí, solo a los que se nos ocurrió parar un segundo, apagar el frontal y mirar hacia arriba. Temperatura agradable para correr hasta que hacia el mediodía “Lorenzo” decidió que tampoco se quería perder esta edición de la Botamarges.

NUESTRA CARRERA

El equipo de A To Trapo que nos representa en esta ocasión está formado por José Miguel (que ejercía de capitán), Paco Galindo, Lisardo, José Pablo, Ángel Domenech, y yo (Gosa).

A las 4:00 am quedamos en el Punto de Encuentro y allí nos presentamos dispuestos para la batalla Josemi, Lisardo, Paco y un servidor, que llego con la familia incluida. José Pablo  nos alcanzaría en la autopista y Ángel salió con unos amigos.

Llegamos a Forna, recogemos los dorsales, colocamos la pancarta, siguiendo las indicaciones del “Jefe”, y fotos de rigor. Nos empapamos del gran ambiente que reina y nos dirigimos a la salida. El capitán prepara una estrategia arriesgada (como no puede ser de otra forma para afrontar una batalla como la que nos espera) Él, como capitán, irá a la cabeza. A Ángel, como nadie lo ha visto con nosotros, le da el papel de espía (por eso no aparece en la foto). Los demás tomaremos la salida de los últimos, para ir remontando y controlando todas las zonas de la carrera (si veis este vídeo de la salida lo podréis comprobar).

Rápidamente Lisardo y José Pablo avanzan posiciones para vigilar la zona media alta, mientras que Paco les sigue a cierta distancia y yo sigo en esa zona trasera, aunque poco a poco voy adelantando a bastantes corredores.

En la bajada que va desde el Pla de la Bassa Roja a Villalonga, Lisardo decide seguir avanzando. Me hubiera gustado verlo bajar con esa zancada tan poderosa que tiene. José Pablo se lo toma con más tranquilidad.

Después del avituallamiento de Villalonga sobre el Km 15 consigo unirme a Paco y hacemos varios Km juntos pasando por los túneles de la vía verde del Serpis. Llevamos buen ritmo y contactamos con José Pablo que está dosificándose. La verdad es que el paisaje es precioso, sobre todo para los que cuando nos hablan de río el único que se nos viene a la cabeza es el Río Seco. Paco se queda haciendo unas fotos y ya no lo volvimos a ver. A la llegada a meta me enteré que las ordenes de Paco eran las más difíciles de cumplir. En todas las Batallas hay héroes. A él le toco golpearse contra una piedra, (nada serio creo), para tener controlada la zona de meta. Grande Don Paco. Muy Grande.

Mientras José Pablo y yo vamos subiendo. Pasamos por la “Casa Tarzán” y pronto comienza la subida por la senda. José Pablo está fuerte y sube a buen ritmo. Yo voy dosificando y al mío. Adelanto a algunos corredores y otros me adelantan mí. José Pablo se va y ya no lo vuelvo a ver hasta el avituallamiento de Benirrama.

Mientras tanto, Josemi a lo suyo. Iba tan rápido que por mucho que intentaron mis familiares verlo en algún avituallamiento no hubo forma de pillarlo. Increíble, que máquina, como se notan los entrenamientos del verano. 8:27:38 el 44 en la general y 6º en su categoría.

Al final la estrategia dio sus resultados. Entró primero nuestro capitán, José Miguel, seguido de Lisardo, poco después José Pablo, Ángel Domenech y finalmente yo.

MI CARRERA

A nivel personal tengo que decir que no sé lo que me llevo a apuntarme a esta carrera. Necesitaba algo para no parar en verano y alguien comentó que se abrían las inscripciones y que quien quisiera apuntarse debería hacerlo rápido. Lo confieso a los cinco minutos de estar apuntado ya estaba arrepentido. Tardé varios días en decírselo a la familia.

Era un gran reto y había que prepararlo tanto a nivel físico como mental. Lo máximo que había corrido eran 21 Km en las medias maratones y dos carreras de montaña, la más larga Montcabrer de 19 Km. Han sido meses de entrenamiento constante y duda persistente.

Consigo que mi familia haga planes y vengan a acompañarme. Vendrá mi mujer, mi hijo, mi hermana, mi hermano, mis sobrinos, mi cuñada y mi cuñado Jesús (por cierto ya se ha apuntado a la Pujada a la Penya Migjorn). Para mí es muy importante que estén ahí en este reto. Mi hija no ha podido venir pero ha llamado muchísimas veces preguntando por su padre.

En cuanto a la carrera mi meta es llegar. Empiezo dosificándome mucho. Me encuentro cómodo. Voy muy bien. Sobre el Km 15 y antes de llegar a la altura de Paco veo un chalet que tiene por nombre “Tranquil”. Me lo tomo como premonición y las palabras “tranquil Gosa, tranquil” me acompañaron todo el camino.

En la bajada de l’alt de la Safor primer incidente. Golpe en el dedo índice del pie derecho y noto como la uñaa se separa de la carne. Paro un segundo, aprieto los dientes y a seguir. A partir de aquí, todos los golpes al mismo dedo, y estrellitas. Por si fuera poco y sin que pase ni un solo Km dejo pasar a un corredor que baja zumbando, me desconcentro y al suelo, golpe en la rodilla. No queda más, aprieto los dientes y sigo.

A mitad de carrera me encuentro fuerte y muy bien. Me acuerdo de mi amigo Muffy, y de sus consejos y no me dejé llevar. Menos mal, “Amic tu no ho saps pero el dissabte vas fer la botamarges amb mi”.

Miro el pulsómetro, buen ritmo cardiaco, Km 32. Vuelvo a comprobar pulsaciones, Km 32, se me está haciendo muy largo. Vuelvo a comprobar. ¡¡¡¡No puede ser!!! Km 32. Leches se ha parado el pulsómetro. No sé cuántos Km llevo, no sé cuánto queda hasta el próximo avituallamiento. ¡¡Dios me estoy agobiando!! Bueno lo que tengo claro es que en el próximo avituallamiento estará mi familia y pensando en ellos se me pasa todo. Cuando llego al avituallamiento el pulsómetro me marca 35 km, pregunto y estamos en el avituallamiento de Almirall Km 40 de carrera. Nunca un Km fue tan largo y 5 pasaron tan rápido. Solo quedan 23.

Voy a buen ritmo, solo, no me adelanta nadie y yo voy adelantando a algunos corredores. Me crezco. Estoy en el 55 y quedan 3 subiditas y sus bajadas. Pienso que lo tengo hecho, pero no es así. Ahora es cuando empiezo a sufrir. Subo muy despacio y bajo todavía más. Me duelen las piernas y la rodilla. Por detrás viene un corredor de Vergel con el que comienzo a hablar y poco a poco vamos haciendo camino. La verdad que agradezco la compañía. Última subida, la del castillo. Oigo al “speaker”, sigo y llego a la carretera que llega a Forna. Voy disfrutando, se me saltan las lágrimas, veo a mi familia y mi hijo y mis sobrinos se ponen a trotar a mi lado ¿se puede pedir algo más?

Reto conseguido y como dice una de las pancartas que nos ha acompañado durante la carrera:

EL DOLOR ES PASAJERO
LA GLORIA ES ETERNA
BOTAMARGES 2013

Old runners never die

PD: Seguramente me ha quedado muy larga pero es que 63 Km dan para mucho

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