Media maratón

Como es sabido, A TO TRAPO, igual que Wally o el Altísimo, está en todas partes, o lo que es lo mismo, no se pierde una. Así que mientras parte de los corredores comenzaban desde el punto de encuentro su recorrido dominguero habitual, otros nos íbamos a Benidorm a celebrar un cumpleaños muy significativo, concretamente, el trigésimo aniversario del portentoso nacimiento de tan distinguida carrera.

Por tal motivo, en el espacio dedicado a la recogida de dorsales, había una exposición fotográfica conmemorativa que reunía la totalidad de los carteles editados hasta la fecha, así como vitrinas con medallas de anteriores ediciones.

Con una temperatura óptima y la ausencia total de viento –pese al eólico nombre de sus playas-, a las 9:30 daba comienzo la prueba de los diez kilómetros mientras que, treinta minutos más tarde, arrancaba la mitja marató (a las 9:00 en las islas británicas remarcaba el speaker) con una participación aproximada de 2000 personas según la organización que, a todas luces, ha sido muy generosa en su labor de contabilidad.

El recorrido era exactamente el mismo que el del año pasado: Salida desde el Ayuntamiento, en dirección al falso llano de las discotecas y el Benidorm Palace, vuelta a la Avenida del Mediterráneo, rodeo al edificio “Intempo” (rascacielos inacabado, color dorado, propiedad del Banco malo) con repecho incluido, después ocho kilómetros por el paseo de las playas, giro en la avenida de Madrid, vuelta a la Avenida del Mediterráneo y conclusión de la carrera en la monárquica plaza de los Reyes o Ayuntamiento de Benidorm.

Como era un cumpleaños, una vez en meta, disfrutamos de la música comercial y del piscolabis que los patrocinadores tienen a bien ofrecer al personal: fruta variada, embutido, bebidas isotónicas y, aunque con poco éxito, caldo “Aneto” (para la próxima vez ofrecer el consomé antes de la carrera –pelota inclusive- y ya veréis como agotáis existencias).

A las doce, una vez reunido el grupo, abandonamos Benidorm para no llevar la contraria al slogan de nuestra pancarta, con la intención de correr el año que viene y el deseo de que su media maratón no deje nunca de cumplir años.

Especial mención al matrimonio de Manolo con esta prueba que, de 30 ediciones, le ha sido fiel 29.

Vicente

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10km

Afronto esta prueba en modo competición, es un 10000 al que le tengo muchas ganas y mucho respeto. Bien temprano desayuno y a las 07:45 estoy en nuestro punto de encuentro con los compañeros.

Salgo hacia Benidorm yo solo porque mi prueba comienza media hora antes que la media, llegada a Benidorm, café de rigor y paso por box. De camino a recoger el dorsal me encuentro con mi entrenador Nico y su pareja, me animan y llegamos juntos al lugar en donde se recoge el dorsal y la bolsa del corredor.

Tras recogerlo todo, procedo a cambiarme. La mañana pinta bien, buena temperatura, sol, apenas viento, estoy animado y comienzo a calentar para salir con buen tono. Suena el pistoletazo de salida e intento situarme para coger mi ritmo lo antes posible y así es porque bien pronto me encuentro con Guille, al cual le pregunto si le molesta que vaya a su rueda y como es un tío muy amable y simpático, me dice que adelante.

Guille y yo hacemos los dos primeros miles a un ritmo prudente porque ambos somos conscientes de la dureza del próximo 3000, correspondientes a los kilometros 3, 4 y 5. Hemos acertado porque hemos realizado estos tres kilometros exigentes a un ritmo muy similar a los dos primeros.

Comenzamos la vuelta hacia meta y aunque es todo bajada, algún repechito quedaba, pero lo salvamos. De refilón veo a mi compañero de A TO TRAPO José Gines, el cual me da un grito de ánimo, pero voy tan embalao y concentrado que no me da tiempo a responderle (perdón José).

Alrededor del kilometro 8, algo le pasa a Guille porque noto una leve bajada de ritmo, pero como yo tampoco voy muy sobrao y he decidido llegar a meta con él, me adapto a su ritmo. Sin embargo cuando pasamos el kilometro 9, nos adelantan dos corredores, miro a Guille y me hace un gesto de dolor, algo le pasa y me dice que tire yo, así es que me pongo a la rueda de este grupo de dos corredores, en el que finalmente a 300 metros de meta sólo vamos dos. Ya pasado el puente y a 150 metros de meta hago un cambio de ritmo para ver como está mi acompañante con la sorpresa de observar que no obtengo replica, muerdo los dientes y tiro cuesta arriba a meta en donde marco 37:01 con una felicidad inmensa, espero a Guille, se lo merece, y me ratifica que tiene una molestia en su pierna.

Prueba que finalizo contento y satisfecho, pero sobre todo agradecer a Guille permitirme ir a su rueda y no caer en la tentación de ir demasiado rápido y vaciarme en los primeros kilómetros, lo cual me ha permitido dosificar esfuerzos durante toda la prueba. Gracias Guille (Guillermo Martínez)

Juan Carlos de Cabo

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