García-Rato mano a mano
22 Mayo de 2012, ante un kilo de carne y una botella de Luis Cañas con dos amigos recibo un sms desde Cracovia ‘hermano, no hagas planes para el próximo 18 de mayo porque nos vamos a Lanzarote’. Y así empezó este periplo que concluíamos con éxito el pasado fin de semana.
Han sido meses de duros entrenos pero que hemos sabido llevar y compaginar con nuestro modus vivendi, pues no nos han faltado los aperitivos, las cañas, los viajes y todo aquello con lo que disfrutamos.
En cuanto a la carrera, sólo se puede decir que es acojonante. A las 7 pasábamos por el arco de salida bajo la melodía de ‘Carros de fuego’ para iniciar los 3,8 km de natación. Quizá fue la peor parte, puesto que es en esa disciplina donde más sale a relucir la poca deportividad de algunos, que más allá de los golpes normales, se dedican a hundirte y a agarrarte de los pies como si con eso fueran a ganar algo en una carrera de este tipo. Pero bueno, nosotros a los nuestro y en 1.08 h estábamos poniéndonos el casco para afrontar los 180 km de bici con +2550 m de desnivel positivo y bajo una persistente lluvia que daba un toque distinto a la carrera.
Los Alisios empezaban a arreciar y las estampas vividas sobre las dos ruedas son imposibles de transmitir ya que es algo que debe vivirse. Espectaculares rectas entre coladas de lava solidificada con el mar rompiendo a muy pocos metros y la sensación de soledad por las vastas colinas volcánicas, donde el tiempo parecía no pasar.
Y así, poquito a poco, adelantábamos posiciones mientras llegaba el terreno más duro y a la vez más propicio para nosotros. En el km 90 pasábamos por la Caleta de Famara con una sonrisa de oreja a oreja por la belleza y las sensaciones, las cuales me transportaban mentalmente al Cabo de Agujas, disfrutando del momento y de nuestra dieta especial, a base de sanwiches y frutos secos, mientras la gente se atiborraba a geles, para ponernos manos a la obra con las dos subidas más exigentes donde nuestros competidores iban cayendo mientras nosotros, embriagados por las vistas de La Graciosa, les pasábamos sin muchos apuros. Fruto esto de las grandes etapas realizadas este invierno.
Ya desde ahí, 60 kilometrillos más y calzados con nuestras zapas, empezábamos el maratón a 5 min/km aprox cruzándonos en cada vuelta y dándonos ánimos que se agradecían por el fuerte calor y el viento reinante. Con algún momento de sufrimiento más mental que físico, llegaba el que suscribe, en 11h 9 minutos, con un parcial en maratón de 3,35h, y rápidamente me iba a por el masaje y a por las cervezas para esperar a Borja, que entraba pletórico en 11,53h, consiguiendo bajar de las 12h, en su primer Ironman y con 23 añitos, colocándose además el séptimo de su categoría.
Aunque lo mejor estaba por llegar, ya que mientras cenábamos, seguían llegando corredores, lo que nos permitió vivir el final de la competición como espectadores y animadores, e incluso pedir al DJ la mítica ‘We are the champions’ para la entrada del último participante, en 17,10h, en un momento que recordaremos durante mucho tiempo (me emociono sólo de escribirlo).
Quería aprovechar estas últimas líneas para agradecer a todo@s el apoyo recibido durante todo este periplo. Empezando por nuestras familias, que han ‘padecido’ nuestros madrugones y nuestros excesos con sus correspondientes resacas deportivas (gracias Damita por esos masajes en los pies cuando estaba reventao), los cambios de planes para adaptarse a nuestros horarios, las citas y eventos reubicadas en función de nuestras competiciones y sobre todo, las preocupaciones en cada salida a esas carreteras tan peligrosas.
También a todos nuestros compañeros deportivos, que han contribuido a que podamos terminar bien esta aventura, ya que sin los consejos y las salidas de Alibike, esto no hubiera sido igual. Así como esas salidas de domingo Atotraperas cuando el cuerpo pedía ‘paz’ y siempre había alguien ahí para acompañarnos en el entreno previsto.
Y cómo no, agradecer a Borja la compañía, los consejos en muchos momentos y los apoyos cuando las fuerzas físicas o mentales flojeaban. Y es que NO HAY QUIEN NOS PARE JUNTOS.
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Así lo vió Borja en memorias garcia rato
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