Segunda vez que voy a correr esta media maratón; mis orígenes son de esta tierra y aprovecho para comer con mi hijo que lo tengo estudiando aquí en la universidad de veterinaria. En un principio íbamos a correr Alex, Juan Punzano, Ely y un servidor. Como en otras ocasiones, por circunstancias diversas, los planes varían y en esta ocasión volvió a pasar. A Juan otro cólico de riñón le vuelve a dejar en el dique seco por segunda vez en un mes. Pongo su dorsal a disposición del club y nuestro amigo David enseguida coge el relevo para meterse kilómetros en las piernas.

El plan era salir pronto de casa, recoger a mi hijo y a su amigo en Murcia (querían probar y hacer unos kms), pero arrastrar con mi mujer e hija conlleva ir sin estrés, para ellas, claro, porque yo voy con los nervios a flor de piel. En vez de estar una hora antes por las inmediaciones de la salida, para el cafelito, charlar con los amigos, ver el ambiente, etc., llegamos cuando faltaban 15 minutos para comenzar, vamos que a mis compis de carrera solo los pude ver durante la prueba.

A mi hijo le aconsejé que conque hiciera 10 km, que era la primera vuelta, lo pasaría bien y no sufriría, estuvo muy bien, 50 min. Al comenzar la carrera Ely y yo tenemos un propósito, intentar llegar dentro del  1’28, pero el comienzo fue catastrófico para intentar regular el ritmo. No nos dejaban, era un parar y arrancar continuo durante más de un km. Voy subiendo el ritmo pues sé que hemos perdido bastante en el arranque; al poco paso a David que me pregunta qué voy a intentar hacer y me dice que él va a rodar a gusto, me da ánimos y para adelante .

Llegamos al km 5 y, efectivamente, íbamos mejor de lo que pensaba, por debajo de 21 min, pero me doy cuenta de que Ely no ha podido seguirme y prosigo en mi andadura. De vuelta hacia el km 10 me cruzo con mi hijo y lo veo un poco fatigado, le digo que tranquilo y sin agobios, el calor está haciéndose fuerte, 27º grados en la Gran Vía. Poco antes del  km 10 me cruzo con Joel y lo veo muy fuerte, nos damos ánimos y llego al km 10 que lo paso por debajo de 42 min, decido ir regulando un poco, pues noto que el calor me puede. De camino al km 15 mi hijo ya está terminando y al cruzarme con él le doy un grito de ánimo diciéndole “¡vamos, que ya lo tienes hecho! Llego al km 15 en el 1’03 previsto y sé que ahora hay que hacer el último esfuerzo y tirar de coco, me cruzo con Alex al que veo muy bien y nos damos ánimos.

 Viene el tramo más duro que es la subida de la Gran Vía dirección al río, todo sol y ya sin agua, a apretar los dientes y sufrir, no queda otra. Ya estoy en la última recta e incremento el ritmo pues veo que llego dentro de ese 1’28 que vine a buscar. Me reciben Ely, que se retiró, Joel, que pensé que habría hecho 1’22 y me dice que no, que también se retiró, y mi hijo que sí pudo acabar su primer 10 km. Luego llegaría David al que no pudimos ver, y Alex, que me dijo que después de cruzarse conmigo se le empezó a atragantar y tuvo que bajar el ritmo.

Bueno, otra media más, Eche será la próxima, seguiremos trabajando para poder correr Mapoma en unas condiciones óptimas. Un fuerte abrazo a todos y seguid corriendo, seréis felices os lo garantizo.

FER PELU

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