Hoy es 24 de Mayo, día de elecciones. A las 8 de la mañana presento mis credenciales como interventor/apoderado de Izquierda Unida ante la mesa electoral que acaba de constituirse, formada por el presidente y dos vocales en el colegio Lo Romero, donde ha estudiado mi nieta durante años. Me encuentro algunas caras, de cuyo pecho cuelgan las siglas de un partido político, con las que me veo cada cuatro años. Siempre un montón de interventores del PP y del PSOE, apenas alguno de los partidos minoritarios. Los presidentes y vocales se renuevan, algunos repiten, pero nosotros, los interventores o apoderados, siempre los mismos, bueno, es un decir, porque algunos como Carlos o Chimo, en mi caso, que siempre íbamos juntos o a visitarnos a los respectivos colegios estos días de elecciones o a tomarnos unas cañas, ya están bajo tierra. Por aquí, sobre la tierra, todo como siempre. Que si en el colegio Cristo de la Paz han parado las votaciones porque se han mezclado las papeletas, que si en otro han repartido papeletas en la puerta del colegio, en otro han descubierto sobres ya con la papeleta de votación dentro en la cabina,….y ahora, en este momento acaba de llegar el alcalde, no sabemos si por mucho tiempo, no, no me refiero a si se va a entretener o no mucho rato en este colegio, sino a si va a seguir siendo alcalde o no por mucho tiempo. Supongo que tendrá que hacer equilibrismo si se quiere mantener en la poltrona. Hasta ahora los interrogantes que se planteaban, durante muchos años, han sido cuál de los dos partidos mayoritarios se haría con el poder y en qué circunstancias, con qué apoyos, a cambio de qué, si con mayoría absoluta o con necesidad de pactos. Hacía ya mucho tiempo que no se planteaban los interrogantes de estas elecciones que pueden trastocar el panorama vigente hasta el momento en que el único imprevisto era cuál de los dos partidos mayoritarios se llevaría el gato al agua. Ahora se plantean otras posibilidades que pueden alterar de forma importante el panorama político. Han pasado las horas muertas de la siesta y parece que la gente despierta de la somnolencia de un día sin que luzca el sol, más bien fresco para esta época del año. Los rumores circulan no ya a través de los apoderados de los distintos partidos que visitan a sus compañeros, o de los votantes informados, sino también a través de las redes sociales, internet, twiter, facebook: que si en la ciudad ha habido un enfrentamiento entre una candidata y apoderados de otra facción, que si han boicoteado a otro en otra ciudad, que si las papeletas de Ciudadanos no se corresponden con las aparecidas en el Boletín Oficial (¿quién ha mirado nunca el boletín oficial para comprobar estas cosas, acaso no está para eso la junta electoral central?), que si la pinta de los interventores de tal partido que ni son de aquí, parece que vienen de Alcoy, y mira los atuendos, la gomina todo el día en el pelo fresca, y encima con un manual de Derecho Civil que saca de vez en cuando y lee ante la mesa electoral cuando tratan de anular o eliminar sus votos, que si en el polideportivo han estado a punto de darse de hostias y ha tenido que intervenir la guardia civil,……Todo esto que me rodea y en lo que tomo parte como miembro activo, como alguien que participa por convicción política, con el deseo de transformar y mejorar esta sociedad en la que vivo, esta sociedad que quiero mejor para mis hijos y mis nietos, para los ciudadanos, todo esto, digo, me resulta como ajeno, como algo que, ocurriendo a mi alrededor, me resulta lejano, como algo carente de importancia e interés, como algo que difícilmente va a cambiar este mundo en el que vivo. Parece como si hubiera una disociación entre lo que hago, lo que pienso, lo que quiero y lo que ocurre.
J.L Simón. San Juan, 25 de mayo de 2015