Recuerdo lo mucho que me divertí cuando hice los 17 kilómetros de mi primera carrera de montaña en Castalla. Recuerdo cuando mi cuñado roberto me dijo de salir a correr con los de A to trapo. Recuerdo que oía decir a Juanma, a Juanjo, a Jesús que habían hecho una carrera de ciento y pico km, que si el Mont Blanc. Yo les escuchaba como un niño pequeño oye hablar a su padre. Han sido y serán un referente para mí.
Recuerdo que yo pensaba que nunca podría hacer este tipo de carreras. Tampoco era mi objetivo. Yo lo que querría era pasármelo bien y me encontraba muy a gusto en la montaña.
Fueron pasando los años y yo corriendo por la montaña, cada vez más distancias, y siempre con el apoyo de Rosa, mi animadora favorita e incondicional y de mi hijo Diego, que siempre ha estado ahí, como toda mi familia.
Hasta que un día visualizas a lo lejos la “ultra trail del Mont Blanc” y piensas ¿por qué no? Voy a por ella. En ese momento no piensas lo dura que es la prueba y lo que te va a costar llegar allí, solo que has sentido la llamada. Ja,ja,ja.
A lo largo de estos años he conocido a gente excepcional en todos los sentidos y he aprendido y seguiré aprendiendo muchas cosas de ellos. Sin duda gracias a estas personas puedo decir que soy Finisher del Mont Blanc.
Sí, todos estos recuerdos me vienen a la mente desde que acabé la carrera. Aún no me explico cómo pude correr 37.5 horas sin descanso, pero el caso es que lo hice. Creo que cuanto más exprimes el cuerpo más jugo le sacas.
Paso a contaros mi experiencia en la ULTRA TRAIL DEL MONT BLANC.
Fuimos una expedición de 8 personas: Rosa, Maria Ángeles, Paula, Jose, Chicho, Rafa, Cayuela y yo. Todos con mucha ilusión. Algunos hicieron la de CCC, que eran 100 km. y otros hicimos la UTMB, que eran 170.
Llegamos a Chamonix una semana antes para aclimatarnos. Un chalet de madera en Chamonix, a los pies del glaciar “Dels Bossons”, rodeado de césped era nuestra casa.
Hicimos excursiones a los glaciares, a los refugios y a los lagos. Yo hice una excursión, que me preparó mi amigo Jose, por las “Agujas de Midi”, con nieve, arnés, cuerdas, a 3.500 metros de altura. Me hizo sentirme un miembro de la expedición de “Al filo de lo imposible”. Nunca olvidaré esa sensación.
El jueves fuimos a coger los dorsales, ¡menudo ambientado en el pueblo!, todos corredores de montaña. Habría unos 7.000 corredores de las distintas carreras, más las familias. Allí nos encontramos a Jessica y Rafa de Alcoy. Después de recoger el dorsal y pasar los controles de material nos fuimos a casa a prepararnos.
Llegó el día de la carrera. Con muchos nervios y habiendo dormido poco, llegamos a la salida Chicho, Cayuela y yo. Habría unos 2.200 corredores. Estuvimos allí una hora aproximadamente pero se me hizo corto. En la salida soltaron un águila que iba sobrevolando la zona con una cámara.
Sonó la canción de Vangelis y empezó la carrera. Ambientazo, emoción, la gente animando por todos sitios, fuimos por una pista con muchos árboles hasta el primer avituallamiento, “Les Houches”. Ahí nos meten una subida brutal, una pista roja de esquí, y la correspondiente bajada por el otro lado. Con una rozadura en la espalda, producida por la mochila, que me estaba jodiendo bastante, pensaba cómo aguantaría 170 km y mi cabeza empieza a jugarme una mala pasada.
Llegamos al avituallamiento de “Saint Gervais”, en el km 20. Ahí estaban nuestras animadoras favoritas, Rosa y Paula, nuestro gran apoyo en esta carrera. Aquí estuvimos muy poco y seguimos hacia “Nôtre Dame” y la subida dura y serpenteante a “Bonhome”. Era muy bonito ver todas las luces de los frontales subir. Había luna llena y en un tramo de asfalto incluso apagamos los frontales. Espectacular cómo se veía de bien todo.
Seguimos bajando hasta “Les Chapieux”. Yo no iba bien, empezaba a desanimarme y no contemplar la meta. Chicho iba como un toro tirando de nosotros, pero la cosa no iba bien y, para más jodienda, cambiaron el recorrido y nos metieron por un pedregal de roca por el que apenas se podía andar y así hasta “Lac Combal”. Ahí estaba bastante fundido.
Empezaba a amanecer. A ver si con el día me cambiaba el ánimo. Pasamos unos lagos preciosos con la niebla de la mañana. Pista bastante corredora hasta llegar a una subida por senda a “Col Checrout” donde bebimos, nos refrescamos y nos preparamos para la bajada a “Courmayeur”, donde nos esperaban las chicas. Toda ella en zig zag, la bajamos muy cómodos y muy bien.
Llegamos a “Courmayeur”, mitad de carrera, bastante fundidos menos Chicho que seguía como un toro. En este avituallamiento nos respetamos enteros, nos duchamos, nos cambiamos de ropa, comimos y recibimos los ánimos necesarios para poder seguir. Le dije a Rosa entonces que seguramente no acabaría la carrera, que estaba bastante fundido y desanimado.
Nos pusimos en marcha por una subida hacia el refugio “Bertone”, buena subida de 1.000 m de desnivel por senda. Desde ahi hasta el refugio “Bonati”, una pasada de senda. Del refugio a “Arnuva” una bajada brutal, con los cuádriceps tocados. En esta bajada Chicho se fue por su cuenta. Fue una buena decisión porque nosotros lo estábamos frenando y él estaba asfixiándonos a nosotros. En “Arnuva” yo ya estaba bastante tocado y solo quería descansar y relajarme. Aquí es donde Cayuela sacó el genio que lleva dentro y me dijo que de eso nada, que íbamos a acabar la carrera sí o sí, así que a espabilar y salir cuanto antes del avituallamiento.
Salimos los dos solos, ya más tranquilos, sin la bestia de Chicho, y decidimos hacer nuestra carrera. Seguimos por una pista interminable y luego la subida al “Coll de Ferret”, acojonante ascensión y con el sol picando hasta llegar a “Champex Lac”. Aquí recibí una sorpresa muy agradable. Rosa mandó mensajes a amigos y familia para que grabaran un mensaje de ánimo para mí, y cuando llegué me puso todos los mensajes, fue un estímulo muy grande y la clave para acabar la carrera. Aquí se unió a nosotros Rafa de Alcoy, y su mujer a las animadoras. Decidimos correr toda la noche juntos. Continuamos, yo mucho más animado y casi decidido a terminar la carrera.
Subimos el “Pico Tête aux Vents”. Íbamos bastante tocados e hicimos la subida muy tranquilos. Quedaban 20 km y no queríamos forzar. Llegamos a “La Flegere”, a 8 km de la gloria, ya se veía Chamonix ahí abajo, pero teníamos que bajar por una pista de esquí. Las rodillas de Cayuela y mis cuádriceps eran un poema, una película de terror. Tardamos 1:30 h en bajar. Rafa iba muy bien hasta que llegamos al pueblo amaneciendo. Ya lo teníamos, nos quedaban 2 km pero había que hacerlos. Un pasillo de vallas nos decía que ya estábamos. Las animadoras nos esperaban en la meta para entrar todos juntos.
Mucha emoción, muchísima, entrar en meta con las personas que te han estado apoyando y sufriendo contigo. Esto no tiene precio.
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Josemi | V1 H | 37:26:36 | 435 | 162 |
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[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ]
Este es el recorrido publicado por la organización. Las marcas aparecen cada 10 kilómetros.
El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo.
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es una prueba, en la que no solo hay que estar bien físicamente, hay que estar siempre despierto y tirando y desechando cualquier pensamiento negativo, bravo = lo has conseguido, siempre la recordaras. un abrazo, Jesus
Proud of you!!!
Tienes una preparación perfecta . La cabeza ha sido capaz de mantenerte a pesar de tus fatigas Magnifico .Un fuerte abrazo
gracias
Eres muy grande Josemi. No me puedo imaginar la batalla interior para no dejarlo y retirarte. Felicidades por todo lo que supone acabar el UTMB.