Después de un mes de septiembre especialmente intenso (la vuelta de vacaciones nunca le sienta bien a uno), nos reunimos en Cazorla a hacer lo que más nos gusta: disfrutar.
Esta vez, Ángel, David y Carlos decidieron afrontar los 125 km con +D 4000 (Ultra Trail Bosques del Sur) que a la postre iban a otorgar los puntos necesarios que a bien seguro les llevarán a conseguir la gloria en Chamonix, mientras que los “García pa Rato”, más conservadores, nos embaucamos en nuestro particular periplo de 92 km y +D 3400 (Trail Bosques del Sur o lo que se hacía llamar ese fin de semana “la carrera corta”).
Cada uno a nuestra manera, llegamos a Cazorla el viernes por la tarde acompañados de Manolo, (decano de A to Trapo, runner incombustible, fiel escudero y además, padre de los Rato). Bártulos en la mochila, recogida de dorsal, comprobación de material y una cañita cenando para no perder las buenas costumbres.
Ambas carreras empiezan el sábado a las 8:00 (muy buena idea la salida conjunta aunque los más madrugadores hubiéramos agradecido un despertar anticipado y salir un par de horas antes). Sin comerlo ni beberlo ahí estábamos otra vez, los hermanos mano a mano junto a Ángel, David y Carlos dispuestos a disfrutar de un día entero de montaña.
Pistoletazo de salida y p’alante, sabiendo que cada uno iba a hacer su propia carrera. En el recorrido hasta la maratón coinciden la UTBS y la TBS (y se vuelven a encontrar más adelante), lo cual está bien porque nos permite “ser acompañados” unos pocos km por Carlos (qué fuerte estás!!). Primera subida “durilla” hasta el km 15 por senderos preciosos y bordeando riachuelos apetecibles de ser probados.
A partir del primer avituallamiento en el parador (muy buena pinta, por cierto), empieza lo más feo de la carrera: unos 25 km de pista para la TBS que se convertirían en algo más para los de la UTBS. Sinceramente, creo que la sierra tiene muchas más posibilidades.
A partir de la maratón los hermanos rato se quedan solos y empieza la verdadera carrera para todos: Carlos como una moto acechado por David y Ángel desde la distancia y en la TBS viene lo bonito, 50 km de “cuasi soledad” rodeado de pistas (insisto, los senderos molan más), riachuelos, túneles, cascadas y pura vida. Vamos muy bien de fuerzas y pasamos los avituallamientos como flechas “porque lo último que queremos es parar”. En el km 60 nos cae una granizada de espanto que nos obliga a caminar con las manos en la cabeza para evitar chichones. Tras el granizo, una incesante lluvia nos acompaña haciéndonos ver la fuerza de la naturaleza en estado puro. Pero… ¡Qué gusto mojarse con el agua de la lluvia y poder renovar nuestros pulmones con aire nuevo!
Poco a poco seguimos subiendo, bajando, hablando y pensando en nuestros compis de la UTBS, ¡que grandes sois! Y así, entre piedra y piedra, llega el mejor momento de la carrera: el montadito de jamón con tomate del km 80. Cada vez estoy más convencido de que la alimentación que mejor me sienta en las ultras es la más parecida a la del día a día, evitando geles y complementos vitamínicos ajenos a los frutos secos aunque claro está que para gustos, los colores.
Tras sufrir un ligero percance gracias a algún desconsiderado que decidió “desbalizar” unos 2 km de carrera y “balizarlos” en el sentido contrario (hay gente pa tó), llegamos al climax en el kilómetro 88 regado de buenas nuevas con un atardecer espectacular. Frontal en la cabeza, entrada al pueblo y llegada muy emocionante cogidos, como siempre, de la mano.
Una vez en meta, nos enteramos que hemos llegado en décima/undécima posición (top 10, algo impensable para mis piernas!) y esperamos con ansia la llegada del resto de espartanos. Botellita de vino con papa, chuletón y a dormir.
Poco a poco van llegando nuestros compañeros, con cara descompuesta pero increíblemente felices de haber conseguido tal hazaña.
La carrera un poco monótona por el exceso de pista pero la zona de sendero muy bonita. Ambiente familiar y organización un poco regulera a pesar de su esfuerzo por hacer las cosas bien. Eso sí, el speaker inmejorable y aguantando las 28 horas de carrera. Además, aprovechamos para visitar Cazorla que pese al exceso de turismo, sigue siendo un pueblo recomendable.
Agradecimientos especiales a mi padre por el acompañamiento y como no, por enseñarnos a ser como somos.
Como diría nuestro amigo el Pez: Carpe Diem
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre |
Categoría |
Tiempo |
Puesto General |
Puesto Categoría |
Nacho |
Absoluta |
12:54:17 |
10 |
4 |
Borja |
Absoluta |
12:54:17 |
11 |
5 |
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