Chi town – CHICAGO – The Windy City
Chicago siempre había estado en la lista de las ciudades que quería conocer. Así que cuando Pili me preguntó si quería acompañarla a Chicago, la tentación simplemente fue demasiado grande y dije que sí. Así que nos inscribimos y ¡qué alegría cuando nos dijo Juanma que le había tocado la lotería y que también correría la maratón de Chicago de 2015! Después de los 4 meses de entrenamiento de rigor (y durante el verano), el 8 de octubre nos pusimos en marcha Juanma, Julia, Pili y yo para coger el tren a Madrid y luego continuar en vuelo directo a Chicago. Ya en el viaje Pili se iba encontrando con toda una pandilla de amigos corredores, todos con el mismo destino y objetivo que nosotros.
La ciudad del Viento, o Chi Town como también llaman esta ciudad, está ubicada en el centro/norte de EE.UU., a orillas del lago inmenso de Michigan. Según las estadísticas, para octubre ya nos esperaría bastante fresquito y viento, así que llené la maleta de jerséis y abrigo, paraguas que no falte tampoco. ¡Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando nos llegó de parte de la organización el aviso de la bandera amarilla anunciando condiciones moderadas debido a las temperaturas altas previstas!
En autobús escolar nos llevan a la feria, para recoger nuestros dorsales e ir respirando el ambientazo de este evento. Excelente organización, recogida eficaz y simpática.
Chicago es una ciudad de belleza arquitectónica donde los grandes maestros de los siglos XIX, XX y XI han dejado su impronta: los edificios emblemáticos de estos famosos arquitectos (Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe, Frank Gehry, Renzo Piano, para mencionar sólo los más renombrados) están allí, uno al lado del otro, dejando constancia de toda una evolución urbanística fabulosa que ha resultado en la famosa Skyline de rascacielos. Así conocemos esta ciudad desde una excursión en barco por el río Chicago, bien explicado por una guía experta en la materia.
Al día siguiente ya toca la maratón: madrugón y desayuno en el Hostal, donde nos encontramos con un ambiente de corredores de todas las culturas y edades tomando el desayuno, y se respira un aire de excitación y bullicio, aunque algunos están muy ensimismados ante el reto que nos espera a todos. El hostal está justo al lado de la salida y meta de la maratón, lo cual es una ventaja estupenda. Así que nos ponemos en marcha y al salir a la calle, nos enfilamos en la corriente de corredores para pasar el control de acceso. Hace un día espléndido, con un sol que a lo largo de la mañana cogería cada vez más fuerza, y nos dirigimos directamente a los corrales de salida. Hay un ambiente espectacular y enseguida sale el primer grupo. Poco a poco avanzamos hasta que nos toca a nosotros también.
Cada un@ vivimos nuestra propia carrera. Pero puedo decir que el recorrido nos lleva por una única vuelta en la que varias veces pasamos por el centro de la ciudad. Primero vamos hacia el norte, luego hacia el oeste, para finalmente alejarnos hacia el sur y Chinatown. Acabamos la carrera una vez pasado el Mount Roosevelt, una cuesta corta justo antes de la meta. Qué alegría, qué emociones, y qué satisfacción al encontrarme entre los centenares de corredores que al igual que yo estamos recibiendo la medalla de finisher.
Por la tarde ya toca retomar energías y celebrar: nos tomamos una mega-hamburguesa muy americana con una cerveza que entra de maravilla!!! Por la ciudad se ve tanta gente con la medalla y la camiseta puestas y esa cara de contentos. Chicago también es la ciudad del Blues y de Jazz, y por la noche cenamos en un bar con actuación en directo.
A partir de allí, ya toca explorar más a fondo esta ciudad del Loop (barrio del centro de Chicago). Para empezar, tomamos un desayuno muy, pero muy americano en el Lou Mitchell’s (la camarera no salió de su asombro ante las cantidades de comida que pedimos – ¡y comimos!). Luego ya pateamos las calles de Chicago, para descubrir nuevas perspectivas y monumentos. La línea azul con la que habían marcado el recorrido de la maratón, nos hace recordar los diferentes momentos de la carrera cada vez que nos la topamos nuevamente. Vemos la ciudad desde altura de la torres Willis y Hancock; nos encontramos con el “haba” de Anish Kapoor que hace que Chicago parece tener dos cielos y no sólo uno; con las caras de Jaume Plensa, artista español, escupiendo un chorro de agua en el mismo epicentro del Milennium Park;y ¡vaya sorpresa cuando vimos el desfile del 12 de Octubre todo bañado en verde-blanco-rojo, colores de Italia! No hay que perderse tampoco el Instituto de Arte de Chicago, con su asombrosa colección de arte presentada en unos edificios bellísimos. ¡Ah, y también fuimos a ver a los Chicago Bulls de Gasol!.
Los días pasan volando, y pronto nos toca volver. Con unas maletas más pesadas (¡cómo no!) que a la ida; con mi ropa de invierno sin ponerme (¡qué tiempo más fantástico de otoño); y un baúl de recuerdos de una carrera y un viaje entrañables.
Gracias a Pili por la preparación que me ha permitido llegar bien a la meta y a los compañeros de viaje, ¡que me lo he pasado estupendamente!
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Pili | W45-49 | 3:24:58 | 3364 | 22 |
Juanma | M55-59 | 3:47:14 | 7656 | 183 |
Martina | W50-54 | 4:10:06 | 13492 | 207 |
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