UltraTrail Bosques del Sur – Cazorla, Jaén (26-Septiembre-2015)

Esta carrera la elegimos por los puntos. El objetivo de esta temporada es conseguir los 9 puntitos que te exigen para poder ir al Mont Blanc, así que buscando carreras encontramos esta que tenía pinta de ser facilita a pesar de los 125 km, mucha pista y poco desnivel.

2015-09-25 15.47.54Finalmente el equipo que se trasladó a Cazorla fue: Borja y Nacho para correr la prueba de 92km, la larga, y Ángel, Carlos y yo (David Gil) para correr la prueba de 125 km, la muy larga. Recalco lo de larga, porque durante la carrera se oían cosas como “¿Tu cual corres?, La corta”… y la verdad decir que 92 km es una carrera corta, es que nos estamos volviendo gilipollas. Así que, LARGA Y MUY LARGA.

El viernes llegamos a Cazorla y nuestra primera gran sorpresa es que teníamos el hotel a 10 metros de la meta de la carrera, lo cual nos dio un plus de motivación. A veces es más difícil llegar de meta al hotel que hacerte la carrera.

La primera sensación es que en Cazorla no tenían ni idea de que había una carrera, había poco ambiente deportivo en el pueblo. Comparado con otras carreras en Pirineos o incluso Botamarges en las que el pueblo se vuelca en la carrera, aquí la sensación era justo la contraria. Luego fue mejorando, pero tampoco demasiado.

En la salida parecíamos todos tullidos: Nacho se quejaba de su poco entrenamiento, Borja de su reciente estado febril, Carlos de su calor en las rodillas, yo de mi dolor en el glúteo y Ángel ya no me acuerdo de qué se quejaba, pero seguro que lo hacía de algo. Pero ya sabéis, en cuanto suena el pistoletazo de salida los dolores se olvidan y a correr como galgos.

IMG_1414Carlos, Borja y Nacho desde el inicio se adelantan unos metros, mientras que Ángel y yo empezamos a un ritmo un poco más relajado. Callejeamos por el pueblo, atravesamos el túnel y empezamos la bonita ascensión de 10 km al pico Gilillo 1.848 m. Subida fácil, constante con buen terreno. Luego una bonita bajada que en algún cartel ponía “Zona peligrosa”, pero que en realidad eran bajadas muy sencillitas.

Al terminar la bajada llegamos al parador, donde había una piscina que brillaba y nos decía “ven, ven a mi…”. Hacemos oídos sordos a los cantos de sirena, comemos algo y continuamos. Se puede decir que desde el km 15 hasta el 64, son 50 km prácticamente de pista, todo de subida, con contados kilómetros que transcurren por sendas. En estos kilómetros, sobre todo en los primeros 30 nos cruzamos con demasiados coches que transcurren por la pista y nos hacen tragar demasiado polvo lo cual afea mucho la carrera.

Sobre el kilómetro 40 Ángel, hasta los huevos de mí, me dice que me vaya para adelante, cansado de que le vaya marcando un ritmo un poco más alto del que él quería seguir. Así que pongo mi ritmo y poco a poco me voy yendo. Nos vamos viendo en los siguientes avituallamientos, cuando él llega, yo me voy.

Ultra Cazorla 2-173Llegando al km 64, donde está la bolsa de vida, nos empieza a llover, no con mucha fuerza, al menos a nosotros porque a otros les cayó granizo, pero nos obliga a sacar el chubasquero y a apretar el paso. En el km 64 con un frío de pelotas, nos cambiamos enteritos, reponemos fuerzas y empezamos una bajada de 20 km. Primero una bajada bonita, con senderos y un terreno más técnico y luego ya cogemos nuestra querida pista que nos lleva hasta la Torre del Vinagre, km 92, donde se me ocurre preguntar “¿Cuándo pasó un tal Carlos Ramos?”… “Hace 3 horas justas”, y yo le dije a la voluntaria con todo mi corazón… “Será hijo de puta!”.

En la torre del vinagre parece que se me empezaron a acabar las pilas, hasta entonces había ido muy bien y entero, pero empezamos una interminable subida de 10km por pista y luna llena, que nos merma las fuerzas y el ánimo, seguramente un cóctel de cansancio y aburrimiento. Afortunadamente me junté con un tío que se dedicaba a conducir una tuneladora y otro que no sé lo que hacía pero tenía mucha pasta según sus comentarios. Vamos juntos hasta 10 km de meta dónde nos meten dos tachuelas de esas que te duelen en el alma. Teníamos la meta a 500m de bajada por asfalto, pero en lugar de eso nos hacen subir para coger el río y luego bajar por donde habíamos subido.

Un saludo,

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Carlos VET MASC 17:38:02 31 11
David ABS MASC 21:58:45 88
Ángel ABS MASC 26:24:54 147

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Este es el recorrido y el perfil de la organización. Las marcas aparecen cada 10 kilómetros.

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Trail Bosques del Sur – Cazorla, Jaén (26-Septiembre-2015)

Después de un mes de septiembre especialmente intenso (la vuelta de vacaciones nunca le sienta bien a uno), nos reunimos en Cazorla a hacer lo que más nos gusta: disfrutar.

2015-09-26 07.47.54Esta vez, Ángel, David y Carlos decidieron afrontar los 125 km con +D 4000 (Ultra Trail Bosques del Sur) que a la postre iban a otorgar los puntos necesarios que a bien seguro les llevarán a conseguir la gloria en Chamonix, mientras que los “García pa Rato”, más conservadores, nos embaucamos en nuestro particular periplo de 92 km y +D 3400 (Trail Bosques del Sur o lo que se hacía llamar ese fin de semana “la carrera corta”).

Cada uno a nuestra manera, llegamos a Cazorla el viernes por la tarde acompañados de Manolo, (decano de A to Trapo, runner incombustible, fiel escudero y además, padre de los Rato). Bártulos en la mochila, recogida de dorsal, comprobación de material y una cañita cenando para no perder las buenas costumbres.

Ambas carreras empiezan el sábado a las 8:00 (muy buena idea la salida conjunta aunque los más madrugadores hubiéramos agradecido un despertar anticipado y salir un par de horas antes). Sin comerlo ni beberlo ahí estábamos otra vez, los hermanos mano a mano junto a Ángel, David y Carlos dispuestos a disfrutar de un día entero de montaña.

Pistoletazo de salida y p’alante, sabiendo que cada uno iba a hacer su propia carrera. En el recorrido hasta la maratón coinciden la UTBS y la TBS (y se vuelven a encontrar más adelante), lo cual está bien porque nos permite “ser acompañados” unos pocos km por Carlos (qué fuerte estás!!). Primera subida “durilla” hasta el km 15 por senderos preciosos y bordeando riachuelos apetecibles de ser probados.

IMG-20150930-WA012A partir del primer avituallamiento en el parador (muy buena pinta, por cierto), empieza lo más feo de la carrera: unos 25 km de pista para la TBS que se convertirían en algo más para los de la UTBS. Sinceramente, creo que la sierra tiene muchas más posibilidades.

A partir de la maratón los hermanos rato se quedan solos y empieza la verdadera carrera para todos: Carlos como una moto acechado por David y Ángel desde la distancia y en la TBS viene lo bonito, 50 km de “cuasi soledad” rodeado de pistas (insisto, los senderos molan más), riachuelos, túneles, cascadas y pura vida. Vamos muy bien de fuerzas y pasamos los avituallamientos como flechas “porque lo último que queremos es parar”. En el km 60 nos cae una granizada de espanto que nos obliga a caminar con las manos en la cabeza para evitar chichones. Tras el granizo, una incesante lluvia nos acompaña haciéndonos ver la fuerza de la naturaleza en estado puro. Pero… ¡Qué gusto mojarse con el agua de la lluvia y poder renovar nuestros pulmones con aire nuevo!

Poco a poco seguimos subiendo, bajando, hablando y pensando en nuestros compis de la UTBS, ¡que grandes sois! Y así, entre piedra y piedra, llega el mejor momento de la carrera: el montadito de jamón con tomate del km 80. Cada vez estoy más convencido de que la alimentación que mejor me sienta en las ultras es la más parecida a la del día a día, evitando geles y complementos vitamínicos ajenos a los frutos secos aunque claro está que para gustos, los colores.

IMG_1445Tras sufrir un ligero percance gracias a algún desconsiderado que decidió “desbalizar” unos 2 km de carrera y “balizarlos” en el sentido contrario (hay gente pa tó), llegamos al climax en el kilómetro 88 regado de buenas nuevas con un atardecer espectacular. Frontal en la cabeza, entrada al pueblo y llegada muy emocionante cogidos, como siempre, de la mano.

Una vez en meta, nos enteramos que hemos llegado en décima/undécima posición (top 10, algo impensable para mis piernas!) y esperamos con ansia la llegada del resto de espartanos. Botellita de vino con papa, chuletón y a dormir.

Poco a poco van llegando nuestros compañeros, con cara descompuesta pero increíblemente felices de haber conseguido tal hazaña.

La carrera un poco monótona por el exceso de pista pero la zona de sendero muy bonita. Ambiente familiar y organización un poco regulera a pesar de su esfuerzo por hacer las cosas bien. Eso sí, el speaker inmejorable y aguantando las 28 horas de carrera. Además, aprovechamos para visitar Cazorla que pese al exceso de turismo, sigue siendo un pueblo recomendable.

Agradecimientos especiales a mi padre por el acompañamiento y como no, por enseñarnos a ser como somos.

Como diría nuestro amigo el Pez: Carpe Diem

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Nacho Absoluta 12:54:17 10 4
Borja Absoluta 12:54:17 11 5

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Viaje a Madrid. Escenas matritenses.

Cuando llegué a Atocha salía rodeado de gentes mayormente adultas. No recuerdo la presencia de ningún niño. Antes de pisar las cintas transportadoras observé que se concentraban las miradas en mi entorno. Como mi anonimato es prácticamente total, sobre todo en un medio como Madrid, fuera de mi pequeña aldea, no atribuía la atención a mi presencia. Efectivamente, poco después escuché entre la gente a alguien que decía: “mira, ese es el antiguo ministro socialista”. Justo en ese momento me adelantaba el personaje en cuestión, bastante corpulento o, quizá más bien grandón, arrastrando una maleta de viaje como la mayoría del personal y adelantando a grandes zancadas a todos. A lo lejos, en su humanidad un poco inclinada hacia el suelo, destacaba la pronunciada calva de su coronilla. Caminaba sin prestar atención a los escasos cuchicheos que se escuchaban a su paso, ajeno a ellos y como ensimismado. Era Ángel Gabilondo, ministro de educación en el último gobierno socialista, y actual líder de la oposición en la comunidad de Madrid. Los escasos comentarios que he escuchado sobre él ahora en este viaje o en otras circunstancias, han sido más bien favorables. Lo consideran en general algo blando para la política, como dando por sentado que alguien que se dedica a la política debe estar dispuesto y preparado para despellejar al adversario o, más bien enemigo, aunque estoy seguro de que este último calificativo no está en su vocabulario. Su silueta se fue perdiendo en la lejanía, engullido, como todos, por esta ciudad acogedora, donde todo el mundo pasa casi desapercibido y puede encontrarse como en su casa. Minutos después, ya veía a la salida el rostro amable de mi amigo Pepe Satorre, intentando distinguirme entre la avalancha de viajeros que buscaban a alguien o se dirigían a sus asuntos. Nos tomamos un café con leche con croissant y charlamos un rato sobre la familia, su larga estancia en Madrid, los amigos comunes de San Juan y el motivo de mi viaje. No era otro que asistir a un encuentro España-India en la Fundación Ramón Areces, Calle Vitrubio 5, junto al Museo de Ciencias Naturales. ¿Por qué? No es que me interesen especialmente las relaciones entre estos dos países, aunque me interesa el concierto general de los pueblos, sino que mi hijo participaba como ponente en aquel foro. Llegado al número 5 de la calle, toda una manzana rodeada de imponente valla, pulsé el timbre y alguien preguntó: ¿Quién es?. —¿Es aquí el foro España-India? —Sí, pase usted. Se abrió la puerta y a través de un cuidado jardín accedí a un vestíbulo donde buscaba quien me indicara qué hacer para entrar al acto. Mi hijo, atento a mi llegada me envió un correo diciéndome que salía en 10 minutos. Entró entonces un señor que, inicialmente no sabía si podría ser el conserje porque iba con un uniforme azul marino, enseguida que di cuenta de que era un militar de la marina porque aparte de los galones que aún recordaba vagamente de mi época del servicio militar, llevaba inscrita en la solapa de la chaqueta su graduación de capitán de navío. Me preguntó si los actos llevaban retraso porque él participaba en el último panel. (Así se llama al grupo de expertos que participan en un debate). Le dije que mi hijo, que también participaba acababa de decirme que iban con unos 20 minutos de retraso sobre el horario previsto. Y entonces me dijo: – ¿Su hijo es Luis Simón?. —Si, le respondí. —Estará usted orgulloso de él. Era evidente que lo estaba, con aquellos elogios. Habían participado juntos en algún otro encuentro. Como tenía que hacer una gestión en Defensa me dijo si podría anotar su número de teléfono para avisarle en caso de que se anticipara su panel. Y se marchó. Minutos después salió Luis de la conferencia y le referí lo que acabo de contar. Mi duda era si entraba al encuentro o no porque si había mucha gente y mi salida no iba a notarse, entraba, pero si no era mucho el personal y se notaría demasiado, teniendo en cuenta que todas las intervenciones eran en inglés sin traducción simultánea y no iba a enterarme de mucho, entonces no entraba. Finalmente opté por ir al hotel junto al Retiro y descansar un rato porque la reciente operación de rodilla tampoco me aconsejaba caminar demasiado. En el camino de bajada volví a encontrarme al capitán y luego árboles y paisanos sin cuento. Ya en el hotel, llamé a la mujer de mi amigo José Antonio Muñoz, muerto prematuramente hace ya tres años, y comimos juntos un cocido madrileño y bacalao a la vasca en uno de los restaurantes junto al Retiro. Ya en el hotel nos encontramos con Luis. Después de descansar nos lanzamos a la ciudad y en Vodafone-Puerta del Sol ¿cómo se les ha ocurrido aceptar ese nombre para la plaza más emblemática de la capital y del país? recogimos a mi sobrina Julia y atravesando algunas calles llegamos al Madrid literario, calle de Santa María, con escritos de poetas por el suelo, “Ande yo caliente y ríase la gente” de Góngora, y otros, buscando el restaurante Triciclo. Estaba todo reservado pero podíamos instalarnos en la barra o en una mesa alta con taburetes que quedaba aún libre. La sencillez y austeridad del local, a las 8.30 de la tarde vacío, no hacía presagiar la cantidad de gente que poco después lo abarrotó. Cena original y exquisita a muy buen precio. Tras un corto paseo Maica y Julia se encaminaron al metro y Luis y yo al hotel. A las 8.30 del jueves, 8, Luis se ha trasladado al aeropuerto donde tenía una reunión y volaba después a Bruselas. Yo, con casi dos horas por delante, he visitado la exposición de Eduard Munch en el Thyssen. Cuadros casi todos llenos de tristeza y soledad. Hacia las 11, y paseando por el Retiro, sinfonía de colores otoñales, he llegado a Atocha, mirando de paso los puestos de libros de viejo de la cuesta de Moyano. A las 12.15, con puntualidad ¿británica? el ave me ha llevado nuevamente junto al mar, más gris que nunca, reflejando las nubes que se agolpan en el cielo.

San Juan, 8 de Octubre de 2015.
José Luis Simón Cámara

Sueños.16.

Encantado de encontrarme nuevamente en el pueblo donde pasé los primeros años de infancia semiconsciente, iba resituando a las personas y sus familias por las calles y casas por donde caminaba. Muchas casas estaban abandonadas, otras reconstruidas, otras nuevas, pero la estructura de las calles, incluso algunos rincones, seguían siendo los mismos. Aquí estaba la panadería, allí la casa del barbero, siempre tan bien peinado y con sus largas patillas recortadas, más allá el antiguo y misterioso cementerio, justo detrás de la iglesia y pegado a la escalera por la que se subía a las escuelas parroquiales. Ensimismado en los recuerdos y tratando de poner nombre a las muchas caras que recordaba, vi pasar a mi lado a parte de una familia, cuya cabeza hablando al uso de la época, muy aficionado a los coches, por entonces poco comunes aún en las pequeñas poblaciones como La Aparecida, había muerto en un accidente junto a Antón el molinero en la curva del Rincón de Bonanza, regresando de Orihuela. Seguramente el exceso de velocidad les hizo salirse de la carretera y ambos murieron. Aún recuerdo vagamente el misterioso lugar donde se encontraba el molino con varias alturas y sus estancias blanquecinas llenas de sacos, algunos agujereados, por donde el trigo iba formando pequeños montoncitos, y las historias que se contaban sobre la práctica de sisar en los molinos, como luego tendría ocasión de comprobar en algunas lecturas como la famosísima del Lazarillo de Tormes donde se cuenta que sus padres, para poder alimentarlo, se veían obligados a aligerar el peso de los sacos. Murieron, digo, el molinero y el Serranico, padre de la familia que pasaba a mi lado. Las dos hijas mayores, alumnas de mi madre en las escuelas parroquiales, estudiaron Magisterio y una de ellas se casó con alguien del otro lado de la montaña, de Pinoso, donde se fue a vivir. La otra se quedó por la zona, en las proximidades de Orihuela. Había además dos chicos que se dedicaron a negocios de coches y una pequeña a la que encontré este verano en un bar junto al mar en la playa de Lo Ferrís, uno de los pocos enclaves que aún conserva el aire de tiempos anteriores a la locura urbanizadora que ha levantado cemento a lo largo de estas costas.

Iban las hermanas, los chicos no aparecían, protegiendo una alpargata que se desplazaba por el suelo entre ellas. Cuando me paré a saludarlas, las tres se agacharon para recoger del suelo la alpargata y dirigiéndose a ella le dijeron: —¿Sabes quién es este chico, mamá?—Pues claro que sé quién es. El hijo de doña Rosita y don Antonio. Tanto la voz como la cara provenían de la alpargata que habían levantado desde el suelo.Las besé a todas, también a la alpargata en cuyo frontal o empeine aparecía la cara de la madre, perfectamente reconocible. Si te abstraías del resto parecía una cara normal, aunque pequeña, con unos ojos expresivos y la boca de la que salían sonidos como de cualquier otra. Eso sí, necesitaba del apoyo de una mano para mantenerse a la altura del interlocutor y no caer al suelo, lugar que parecía ocupar habitualmente con total normalidad, como el resto de calzado que se desplaza a ras de tierra. La mayor sorpresa para mí fue no sentirme sorprendido por aquella circunstancia tan sorprendente. Iba interiorizando como absolutamente normal algo tan insólito como que una persona pudiera ejercer de tal, reducida a alpargata. Porque claro, también es poco frecuente que nieve por estas tierras y recuerdo que siendo yo un niño de 5 ó 6 años, hubo una gran nevada no ya solo en las montañas que protegen el pueblo por su espalda sino en la calle, por los tejados de las casas y por la carretera, hasta los olivos agachaban sus ramas por el peso de la nieve. Aquella nevada que debi ócaer hacia el año 1953 no volvió a repetirse hasta el mes de Enero de 2006, coincidiendo con el lanzamiento de las cenizas de mi amigo Alfredo en la sierra de Orihuela, bajo los restos del castillo y junto al seminario, balcón desde el que se domina la ciudad y la vega del Segura hasta el mar. Pero por muy rara que sea la nieve por esta tierra no vas a comparar su excepcionalidad con la de una alpargata hecha persona o una persona convertida en alpargata.

San Juan, 4 de Octubre de 2015
José Luis Simón Cámara

Media Maratón de Alicante (4-Octubre-2015)

Hola a todos

Algunos ya me conocéis, otro no y por eso me presento en esta crónica.

Alicante Running Day, así es como ha querido que se llame este año la Concejalía de Deportes de Alicante este evento, y cuyo patrocinador principal eran unos seguros médicos.

El evento contaba con tres distancias:

  • Media Maratón: 21,097km
  • Cuarto de Maratón: 10,550km
  • Popular: 5km

IMG_6373Unos 2500 participantes aproximadamente tomamos salida en la Av. Conde de Vallellano a la altura de la Rambla Méndez Núñez. Se dio salida primero a la carrera popular de 5km a las 9:30 para luego con algo de retraso, ya pasadas las 9:45 dar la salida del Cuarto de Maratón, que era a una vuelta y Media Maratón, que fueron 2 vueltas teniendo que soportar el calor reinante en las zonas más duras del recorrido. La llegada sí que fue muy bonita ya que estaba la meta situada en la mismísima Explanada de España.

En lo personal, como a algún amigo le dije, una trotada con dorsal en toda regla, no es que sea mucho más rápido, pero ayer me lo tome así, haciendo la carrera en progresión, yendo más rápido en la segunda parte de la carrera.

Para concluir, el alto nivel de excelencia de algunas pruebas de Running de la provincia de Alicante será siempre la espada de Damocles de las pruebas celebradas en Alicante ciudad. No en vano, a la capital se le debe de exigir siempre estar al más alto nivel, o por lo menos intentarlo .Para mi gusto, mucho a mejorar, no sé qué tiene Alicante que veo que no acaba de dar con la tecla para que esta carrera se pueda equiparar a alguna de las carreras similares que hay por la provincia y eso siendo alicantino como que fastidia mucho.

Salu2 y felices kms

Juanlu

Media maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Juan Enrique VET A MASC 1:32:02 81 20
Fer “pelu” VET B MASC 1:33:51 105 10
Joel SENIOR MASC 1:33:53 112 63
Elisardo SENIOR MASC 1:38:52 434 144
Jorge L. SENIOR MASC 1:39:35 219 114
Juan P. SENIOR MASC 1:40:31 244 125
Tomás G. SENIOR MASC 1:45:00 LIEBRE LIEBRE
Ernesto VET A MASC 1:45:39 381 126
Jose Ant. M. VET A MASC 1:47:28 434 144
Mª José VET A FEM 1:49:23 458 4
Jose Ant. T. SENIOR MASC 1:49:59 500 255
Javi Leach SENIOR MASC 1:51:26 542 273
Juanlu VET A MASC 1:56:45 688 233
Jose Castello VET A MASC 1:56:45 689 234
Mark VET B MASC 2:00:36 753 77

 

5k

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Juan Carlos VET A MASC 0:17:44 5 2
Marina Perez JUNIOR FEM 0:29:46 206 2

 

10k

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Alejandro A. SENIOR MASC 0:50:00 101 53
Miguel Max VET A MASC 0:57:39 400 130
Jose Gines VET A MASC 0:56:33 287 94