21 de mayo de 2016. Una fecha de esas que quedan guardadas en el disco duro de la memoria como especial, porque fue el día que corrí mi primer trail de montaña de más de 40 km, exactamente 43. Por eso le estoy muy agradecido al Presi por dejarme escribir la crónica de la carrera, una vez más, y poder plasmar así las sensaciones, las previas a la carrera y las que tuve durante la misma.
4:00 horas. Suena el despertador. Madrugón del 7 y medio, pues la kedada es a la 5:05h. en nuestro punto de encuentro. Sin embargo y a pesar de la hora intempestiva, no me cuesta nada levantarme, tengo una sensación entre nerviosismo y emoción, la misma que vengo teniendo desde hace dos o tres días. Algo parecido a cuando te presentas a un examen importante y de alguna manera es así, porque supone la culminación de dos meses aproximadamente de preparación en los que apenas he pisado el asfalto intentando adaptarme al cambio de terreno y disfrutando, ya lo dije en la crónica de Cuenca y en la dels Pous de la Neu de lo gratificante que es correr por montaña. Atrás quedan las 4, 5 o 6 subidas, ya no recuerdo el número, a nuestra segunda casa, el Cabeçó o los entrenamientos de los miércoles de ”conejos y perdices” y todos los kilómetros por los caminos que se me ha ocurrido transitar en este tiempo.
Llego el primero a la kedada y enseguida van llegando el resto de compañeros, con caras de sueño como la mía. Nos repartimos en los coches y salimos hacia Confrides. A partir de Polop se me empieza a atragantar el desayuno con las curvas. Los nervios me empiezan a pasar factura. Me entretengo, para no pensar en mi estómago, con el amanecer que empieza a despuntar y a definir las montañas que rodean la zona. El día está claro, presagio de calor. Llegamos, por fin, a Confrides, hace fresco. El Presi se coloca su habitual bata, que, os lo aseguro, causa furor entre los asistentes y recogemos el dorsal entre bromas con la gente de la organización, haciendo honor a la hospitalidad de la zona. Buen rollo, me encanta. Ya estamos todos, doce en total, entre media maratón, senderismo y maratón.
Nos encaminamos, una vez nos hemos pertrechado con los camelbak, barritas, geles, bidones, sales, que parece que nos vamos a la guerra, nos encaminamos digo, hacia la plaza del pueblo donde está situada la salida y meta de la prueba. Son la 7 menos diez. Nos hacemos la foto oficial con la pancarta que ya está colocada por nuestro “enchufe” en la prueba, Josemi. Nos situamos detrás del arco y mis compañeros más expertos en estas lides me dan los últimos consejos: tranquilidad, regulación, detalles del recorrido y sobretodo y es lo que más agradezco, ánimos.
Las 7:00h. Empieza mi odisea particular. A mis compañeros les veo por delante y a la salida de Confrides ya los pierdo de vista. No los veré hasta 7h. 32 m. después. Y es que ha venido la élite de montaña de ATT. Nos quedamos Jesús y yo, a nuestro ritmo. Los primeros kilómetros son de bajadas y subidas suaves, en dirección al cauce del río. A partir de ahí y tras un giro a la izquierda comenzamos a ascender paulatinamente. La Sierra está preciosa, las sendas y caminos por los que pasamos son una gozada. Huele a tomillo, a romero y a manzanilla, a tierra húmeda. Llega el primer obstáculo gordo, La Serreta, aquí ya toca caminar. El pico de Aitana va quedando atrás. Son dos kilómetros aproximadamente de fuerte subida. La emoción que tengo hace que quiera apretar más, pero recuerdo que el día es largo, son muchos los kilómetros y que toca correr más con la cabeza que con las piernas, así que a regular. En la subida, se van apagando las conversaciones, toca concentrarse en respirar, como se pueda y cuando se pueda, como decía un maratoniano famoso del que no recuerdo el nombre. De vez en cuando oigo a Jesús amenizar la subida: “Ehhh, el que no pueda correr que se aparte”. Risa garantizada, por supuesto.
Llegamos al alto, no sé si es el Recingle Alt, creo que sí. Ya tenemos la primera cota en las piernas. Estamos en la zona de umbría y es una pasada. En estos momentos, vale la pena serenar el ritmo y contemplar la Sierra de Aitana, La Serrella en su esplendor, escuchar a los pájaros, es un momento mágico. Repongo fuerzas y empieza lo que para mí es lo peor de la prueba, las bajadas. Primero por un camino ancho, con buen firme, con buenos árboles en ambas veredas. Luego por un terreno más resbaladizo, con mucha piedra suelta. Voy dejando paso a todo el que viene por atrás, Jesús me adelanta. El pie derecho empieza a dolerme algo, la lesión de tendón de Aquiles y de la zona de apoyo, que arrastro desde hace semanas amenaza con fastidiarme el día. No importa, no le voy a hacer caso, estoy disfrutando enormemente.
Paso por Quatretondeta, avituallamiento, Km. 17 aproximadamente. Mucha tranquilidad en el pueblo. La gente nos mira como sorprendida, imagino que se preguntaran qué les pasa a estos locos que les da por correr tanto. Aun así nos dan ánimos. A partir de aquí y durante unos 8 km. el recorrido transcurre por el cauce o rambla del Ríu Valleseta o el Barranco del Cerezo, no sé muy bien cuál de los dos. El nombre es lo de menos. Para mí es uno de los tramos más divertidos, donde se puede correr sin prácticamente parar, cruzando el río o incluso por el centro mismo del cauce. Es un tramo refrescante. Se acaba y tras una subida corta pero dura, salimos a un camino amplio que nos conduce al pueblo de Facheca. Allí alcanzo a Jesús. Km. 24. El avituallamiento está al lado de la Iglesia. Son cerca de las 11 de la mañana y el calor empieza a apretar. Reponemos fuerzas y continuamos. Un par de km. más y entramos en Famorca, penúltimo pueblo por el que pasaremos y a la salida, empieza la segunda cota del día, la subida a la Mallada del Llop, una pared montañosa que a simple vista parece importante. Confieso que aquí ya empiezo a mirar más veces el cuentakilómetros, porque una vez iniciado el ascenso, el tiempo es como si se fuera ralentizando o ¿son los kilómetros? O ¿tal vez las piernas que empiezan a pesar? Lo cierto es que se me hace eterna. Comienzan los primeros síntomas de agotamiento en forma de dolor muscular. Es hora de repostar. Con la gasolina en el cuerpo y tras sorprenderme gratamente porque en la ascensión, pero ya bastante arriba me encuentro una fuente con grifo y os puedo asegurar que fue como encontrar un tesoro. El agua fresca me termina de reponer y enfilo los últimos metros. Ya se ve el collado, pero, sorpresa, la ascensión no acaba. Tras una pequeña bajada, volvemos a ascender y “cresteando” llegamos a Km. 30, justo en el vértice geodésico de La Serrella. Conmigo viene un colega de Jesús, Juan De Dios, un experto veterano y con tres compañeros más nos hacemos un selfie justo en el vértice. He tardado casi dos otras en hacer 4 km, aproximadamente. Son situaciones que valoras enormemente porque son como chutes de adrenalina que me impulsan a seguir, levantando el ánimo, sabiendo que ya lo más difícil está hecho.
A partir de aquí, la segunda bajada, para mí casi en vertical, incluso por una torrentera. Las rodillas se me cargan de una manera increíble. Me tengo que parar, maldiciendo no saber bajar mejor. Son 4-5 km. de bajada muy pronunciada hasta que por fin el terreno, aún en descenso me permite un respiro. Estamos en el km. 34 y ahora sí, todo el peso del calor se hace presente. Empiezo a vivir los momentos más duros de la carrera, esos en los que te planteas que ya te da todo igual, que te retirarías, pero… ¿adónde? No queda más remedio, tengo que seguir.
Último avituallamiento en el Abdet, Vamos Jesús y yo. Km. 40, ya vemos Confrides en lo alto, último ascenso, último esfuerzo, pero el camino nos separa del pueblo, ¿qué es esto? ¿Una broma pesada? Eso es lo que pienso en ese momento, lo siento, ya estoy negativo, quiero acabar. Y en ese momento, parece una tontería, encontramos un níspero con sus frutos cayendo al suelo. Jesús me dice: “hay que comer los frutos de la tierra” y efectivamente saben a miel. Bueno pues ese detalle es lo que hace que mi estado de ánimo mejore, que la negatividad que aflora ya a mi semblante desaparezca de forma fulminante. Oigo a Jesús que ya está que aunque sea andando llegamos y yo me lo tomo como una “vamos, tu puedes”, gracias Presi. Empiezo a tirar, como una huida hacia adelante en la que me lo dejo atrás y no porque quiera sino porque sé que si bajo el ritmo no sé si llegaré y sólo falta kilómetro y medio, pero es que el cuerpo ya no me responde.
700 metros, por fin entro en el pueblo, última calle, última rampa, ya oigo al speaker, la música, Ángel sale a recibirme, ya todos han acabado, veo la meta, cruzo el arco, puños en alto, gesto de rabia, estoy cansado pero entero. En la plaza se ha montado una fiesta: barbacoa, cerveza fresca. Nos lo merecemos, me voy relajando, ya ha pasado todo, toca disfrutar, saborear el esfuerzo.
Nadie me podía decir que hace casi un año, cuando empecé a correr en ATT, iba a poder superar este reto. Gracias a todos, a Ángel a David, Sergio, Ramón, Cristian, por vuestro apoyo, por vuestros ánimos. Gracias a Josemi por la organización por hacer de la prueba una fiesta, porque al menos así la viví yo.
Y ahora a por nuevos retos.
Un abrazo.
Jota
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Enlaces sobre esta prueba
- Web del Ayto. de Confrides
- Página Fb del Ayto. de Confrides
- Clasificaciones oficiales
- Fotos de la organización
- Fotos de Alejandro Ferrándiz:
Maratón
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Sergio | VETERANO | 5:37:36 | 42 | 22 |
Borja | 5:51:20 | 47 | ||
Cristian | VETERANO | 5:51:49 | 48 | 25 |
David G. | 5:58:26 | 57 | ||
Carlos | VETERANO | 5:58:26 | 58 | 28 |
Elías | VETERANO | 5:58:26 | 59 | 29 |
Ángel | 6:15:51 | 69 | ||
Ramonet | MASTER-M | 7:11:19 | 121 | 9 |
Rubén | 7:17:56 | 125 | ||
Jota | VETERANO | 7:32:11 | 133 | 72 |
Jesús | MASTER-M | 7:34:17 | 134 | 12 |
Media Maratón
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Antonio | MASTER-M | 2:49:29 | 42 | 3 |
Juanma | MASTER-M | 3:22:35 | 80 | 10 |
José Pablo | VETERANO | 3:22:35 | 81 | 30 |
MariPaz | MASTER-F | 5:04:26 | 115 | 1 |
Roberto | MASTER-M | 5:04:27 | 116 | 15 |
MariPaz y Roberto fueron los corredores escoba
Senderistas
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Manolo | MASCULINA | 4:46:37 | 32 | 21 |
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es un honor haberte desvirgado en confrides, jajajaja
no tengo palabras para agradecer a mi culb de a to trapo la asistencia tan masiva a confrides, estaba y au estoy emocionado de ver a tanta gente por alli, el año que viene os espero a todos, a ver si conseguimos el trofeo de club. gracias a todos.
por su puesto que repetiremos y en masa trotaremos,…..la prueba, lo merece. enhorabuena a todos y en especial a la organización !! bravo
Gran crónica, se nota cuando uno disfruta de veras. Enhorabuena a todos.