Un año más vuelvo a Serra para hacer la K25 en su edición nº 11. Es una prueba a la que tengo cariño pues fue de las primeras carreras de montaña que hice, ya hace más de diez años. Desde entonces he acudido siempre que he podido. Para los que no la conozcáis deciros que son 25,5 km y 1.700 m de desnivel positivo, que trascurre por el Parque Natural de la Sierra Calderona, muy cerca de Valencia. Es una carrera exigente, con tramos técnicos, pero al mismo tiempo divertida. Bien organizada por el club CxM de Valencia, ha acogido en varias ocasiones campeonatos de España y autonómicos.
Las previsiones para el domingo dan 100% de lluvias fuertes, de hecho, la organización decide que llevemos un cortaviento con capucha como material obligatorio. Pero lo que son las cosas, Serra nos recibe con un amanecer soleado, aunque se nota que ha llovido bastante los días anteriores porque el campo de fútbol, donde recogemos los dorsales, está bastante encharcado. Ya veremos cómo están los barrancos por los que deberemos pasar.
Me encuentro a Alberto de Xàtiva al que me costó poco de convencer para que se apuntara. Alberto y yo nos conocemos desde hace años, nos presentó Verena en una carrera de Xàtiva y desde entonces hemos coincidido en muchas carreras e incluso hemos formado equipo en el Trail nocturno Camins de Cabres. Es nuestro miembro de A to trapo setabense. En eso que justo llega Verena, hoy no viene a correr, ni a arbitrar, estará de co-speaker y como no, nos toca pasar por micrófono no sin antes resistirnos un poco 🙂
Y saludo, con sorpresa, a Miguel Flor pues unos días antes había hablado con él y me había comentado que este año no podría acudir pues estaba lesionado, pero allí estaba, para terminarla como fuere y seguir siendo uno de los pocos full finishers que ha terminado todas las ediciones. Todo pundonor.
Tomamos la salida casi 300 corredores y atravesamos el pueblo, el pelotón se estira, pero no lo suficiente y en las primeras cuestas se produce algún atasco. La primera subida a las antenas en fila india, primer avituallamiento y primer descenso complicado. Iniciamos la subida al castillo, ahora en ruinas, del que dicen que fue lugar de parada y refugio de parte de las huestes de El Cid Campeador en la toma de la ciudad de Valencia (Wikipedia dixit). Después de pasar a través de él por los de agujeros de sus muros, nos toca crestear un poco porque por donde vamos es de verdad una cresta de roca donde es imposible apoyar plano.
La bajada por el cortafuego forma parte de la gymcana que es la K25, un zigzag entre pinos en plan slalom especial. Al final la pista que nos lleva de nuevo al pueblo que atravesamos por el barranc de Deula. Segundo avituallamiento, km 9, donde Verena nos da ánimos e iniciamos el segundo bucle, el más largo y duro de los dos. Seguimos por el barranc de Deula unos kilómetros más, es uno de los tres barrancos que pasaremos, zona de rocas, técnica, siempre húmedo y donde hay que ir muy concentrado para evitar los resbalones.
La segunda subida, els Ermitans, no es complicada, su descenso, en parte por pista, nos lleva al Barranc de Marianet también con mucha roca, allí nos cruzamos con los corredores que ya bajan del Sierro, la tercera subida, quizás la tiene una mayor pendiente y que se hace toda por senda. Desde su cumbre vemos la cortina de agua que viene desde la costa y oímos los primeros truenos. Nos va a caer una buena
Bajamos desde el Sierro primero por pista y después por una senda que el agua, con el tiempo, ha convertido en un canalón así que hay que ir saltando de un lado a otro o llevar un pie en cada lado. Divertido.
De nuevo en el Barranc del Marianet, del que salimos ya buscando el último ascenso, el más largo y que con casi 20 km en las piernas a mí se hace largo. Ahí ya nos empieza a llover y cuando llegamos al avituallamiento de Rebalsadors ya llueve con fuerza y hace viento. Obligado ponerse el chubasquero y salir pitando. Nos quedan 6 km. Hasta el mirador todo es llano y campo abierto, las gotas de lluvia pican en la cara. Siguen sonando los truenos, ahora más cerca, las nubes pasan rápido pegadas a la sierra. El Mirador marca el comienzo del descenso, que con la lluvia hay que ir con más cuidado. Cuando ves a la derecha La puerta del cielo, ya sabes que la carrera está hecha. Esos últimos kilómetros me los conozco bien, pero al llegar al cruce para meternos en el Barranc de Deula, la organización, con buen criterio, nos dice que continuemos ya por la pista hasta el pueblo. Con la que está cayendo, el barranco estará con agua y no tiene mucho sentido jugarse el tipo.
Llegada al polideportivo donde todo el mundo se resguarda en las carpas. Menos mal que el agua nos ha pillado en los últimos kilómetros. Una ducha de agua caliente sienta de maravilla, como se agradece.
De nuevo otra edición más de la K25, cuando hablo con Alberto me dice que le ha encantado y que la ha disfrutado. Es una carrera que engancha. ¿Quién me acompará en 2017? 😉
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Juanma | MAS VET-B | 3:50:55 | 156 | 6 |
Alberto | MAS VET-B | 4:09:14 | 213 | 11 |
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