II Trail Montes del Pilar – Benejúzar (19-Febrero-2017)

Temprano habíamos quedado, Josemi, Sergio y un servidor para partir hacia Benejúzar y disputar el II Trail Montes del Pilar en la modalidad de 30k. En pocos días anteriores a la prueba, la organización recortó dicho trazado a 26 km aunque respetó el mismo desnivel positivo.

Llegamos a eso de las 8:00 AM, durante el viaje, la benemérita nos dio el alto y el conductor (JoseMi) ¡¡sopló y sopló… y su casa tiró!!… jaja. A la primera, hasta el agente le preguntó si ya lo había hecho otras veces de la práctica que tenía…

Una vez en Benejúzar, recogimos la bolsa del corredor…, gran decepción con la camiseta, teníamos grandes expectativas con ver a “Marzinger Z” estampado como en el póster de la carrera. La decepción nos la llevamos cuando pensábamos que ocuparía toda la “cami” y solo era un dibujo pequeñito en la parte superior. De todas formas y para más INRI, en mi bolsa no había camiseta…

Dieron la salida, yo salí demasiado deprisa, casi podía tocar la cabeza de la carrera con la mano…, JoseMi y Sergio pegados detrás de mí. Comenzaron a pasar los kilómetros, nadie nos pasaba, aunque nosotros tampoco pasábamos a nadie, se habían estabilizado un poco las posiciones…, en el kilómetro 7, decidí aflojar un poco el ritmo, sabía que así no llegaría. JoseMi y Sergio pasaron de mí y yo los seguí.

Para sacar 1000 positivos de un monte que no suma ni 250, hay que subir y bajar unas cuantas veces, pues eso es lo que nos tenía preparada la organización. Le hicimos una margarita a aquella Sierra. En la última subida, hoy una voz que me animaba…, era JoseMi, los tenía muy cerca, así que decidí apretar un poco más, cosa que pagaría más tarde, en el km 22 empecé a tener amagos de calambres, aunque decidí parar y andar unos segundos de forma que conseguí recomponerme, arranqué de nuevo y crucé la meta.

Nos quedamos un buen rato allí, la organización preparó un buen avituallamiento en meta con paella incluida.

4º de veteranos para Sergio, 6º para JoseMi y 9º para mí.

Elías

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Sergio VETERANO 2:26:40 13 4
Josemi VETERANO 2:30:23 17 6
JElías VETERANO 2:35:30 23 9

XXXIV Medio Maratón de Torrevieja (26-Febrero-2017)

Primera vez que acudo a esta media maratón, la de Torrevieja y eso que la había oído nombrar, pero o bien por no poder o bien por el famoso mal tiempo que suele hacer en esta época del año no había acudido en los 5 años que llevo corriendo. El jueves anterior a la prueba después de hacer la consulta oportuna en casa “si había algún plan “ ¿? y oír que no, decidí apuntarme. No logro que nadie se anime a venir conmigo a correr a esta prueba, pero Jesús me comenta que PEDRO MARTINEZ acudiría a los 10 km.

Hago el viaje a Torrevieja con Javi y Mariví, ya que ellos van hacer fotos.  Nos ponemos en contacto Pedro y quedamos en vernos para hacer las fotos de rigor y esas cosas previas a la carrera (Pedro es un chico que está empezando y va correr el 10k). La verdad que yo venía con ganas de correr, eso de que te estás encontrando bien, las molestias van a menos y el cansancio no se prolonga durante varios días.

Ya en Torrevieja recojo el dorsal y cuando quedan 30 min empiezo a realizar un leve calentamiento de menos a más que lo prolongo hasta 10 min antes de empezar.

Pistoletazo de salida y sin miedo empiezo a correr y me voy diciendo que cuando la fatiga aparezca, me regularé y bajaré el ritmo. Van pasando los kms y me encuentro muy a gusto veo que voy por debajo de 4 minutos el kilómetro, la carrera no tiene cuestas pero va picando de menos a más en ambos sentidos; paso los 10 kms sobre 39.45 y voy a gusto, voy gestionando bien la carrera y la segunda vuelta se hace amena pero no exenta del cansancio de los kilómetrps ya recorridos. La entrada a META me sorprende al ver que el reloj marca 1h25’11” y encima muy bien medida, al marcar mi reloj 21 km 100 m, mucho nivel en esta carrera ya que con esta marca quedé 5° clasificado, categoría Veterano D.

Volveré a Torrevieja nuevamente para correr esta media.

Un fuerte abrazo a toda la familia Atotrapo y seguir corriendo seréis felices os lo aseguro.

Fer Pelu.

Media maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Fer “Pelu” VET D MASC 1:25:34 38 5

 

10 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pedro M. VET A MASC 0:53:28 186 25

Acojonable 60, acojonable sorpresa (10-Febrero-2017)

Y es que el MENÚ perfectamente cocinao y planeado por los druidas trotadores y soñadores de ATOTRAPO, permaneció en sacristía hasta el día señalao por la organización del banquete (10 de Febrero, viernes noche), menudo SORPRESÓN recibí con motivo de mi pase al grupo de los SENADORES (grupo este formado por los trotadores al cumplir 60 años), como cordero displicente acudí de la mano de Ángeles al lugar del grato sacrificio, yo con mi regalo en mano para entregárselo a mi vecino José (fue el gancho elegido para la ocasión), cuando el verdadero regalo sorpresa estaba en manos de mucha gente (60 o cercanos a esa cantidad) y era para mí, ese gran regalo no era otro que la presencia y abrazo pulpero de mis compañeros de ATOTRAPO dándome la bienvenida ante la incipiente entrada en los 60 (mi fecha de nacimiento fué el 12 de Febrero de 1957); en esta vida siempre suelo dar sin esperar nada a cambio, pero veo que la vida te retorna lo dado multiplicado por dos, pues lo allí vivido, contado y mamado supera lo que aquí pudiese plasmar.

Así se desarrolló el evento (ignorado por mí hasta entonces):

  • Transporte a pie hasta el lugar guiado por Ángeles.
  • Recibimiento por el grupo de senadores, los cuales me cuadran y ponen de rodillas para ser coronado (corona de olivo, ofrecida en bandeja por mi doble para la ocasión: “Roberto”, el cual fiel a mi habitual atuendo de trail, portaba albornoz, pinza y demás) por el más veterano del grupo “Manolo“, mientras Josele leía el cántico preparado para la ocasión “gran ocasión “.
  • Abrazo personalizado a cado uno de los presentes, los cuales eran muchos, de muy diversas edades, alturas, pieles, olores, procedencias, y es que eso es lo que hace realmente grande este alegre grupo trotador y soñador ATOTRAPO, la suma de sus riquezas individuales lo hacen ser cada vez más grande si cabe.
  • Tomamos asiento y dimos comienzo al alegre picoteo, cena que no dejo indiferente a nadie, entre brindis y platos disfrutamos de momentos vividos, de encontrarnos, de anécdotas,… etc….algunas unidades del grupo se sumaron a media cena.
  • Durante la cena se fueron proyectando fotos de tantos y tantos momentos, ahí es donde realmente vemos y notamos que los años pasan y nos pasan factura, aunque en nuestro caso dado que muchos usamos ya gafas, sin las mismas ni nos percatamos y nos solemos ver casi siempre fenomenales, y la verdad sea dicha es que tenemos un joven envejecer.
  • se proyectó también un VIDEO, felicitándome por los 60 años los compañeros que no pudieron estar presentes en este SORPRESÓN, algunas escenas fuero muy emotivas y aun cuando estoy escribiendo estas líneas se me pone la piel de gallina.
  • El maestro de ceremonias para la ocasión “Felete “con la complicidad de Juanma & Ernesto, fue marcando los pasos protocolarios y el displicente Josele fue leyendo cada vez que era requerido, dando paso después de los postres a una anécdota varias veces narrada en nuestras salidas matutinas pero en esta ocasión la engalanó y recitó para todos los allí presentes: Carrera de las antorchas de San Antón, Jaén 1992 .
  • CINCO presentes me entregaron, el primero: a mi llegada “LA ACOJONABLE SORPRESA DE LOS 60“, el segundo: durante la velada “INVITACION A LA CENA“, el tercero: “UNA PRENDA TÉCNICA para NO PASAR FRÍO“ (pues de todos es bien sabido que en una Ultra celebrada en Los Monegros allá por el 2001 me retiré en el Kilómetro 103 por el frío), el cuarto: “un pack para pasar un finde a elegir entre 1280 hoteles” y el quinto: un PEN DRIVE a modo de pinza (ver foto) donde se recoge el magnífico documental en torno a mi producido por el equipo técnico de ATOTRAPO (Potera, Juanma, Bauti,… ), ahí es NA = MUCHAS GRACIAS.
  • Salimos a la puerta del local para hacernos la foto grupal, algunas unidades tuvieron que marchar, la gran mayoría permanecíamos juntos y agrupados, aunque hacía un poco de fresquete, éramos tantos que arrejuntaos hasta sudábamos.
  • Poco a poco comenzó la dispersión, acabando un buen numero en un Pub cercano el cual cerraron (Ana, Abel, Juan Enrique, Jorge,…).

Me retiré a casa una vez me despedí de las unidades del Pub sobre las 1:30 horas y una vez en la misma pinché el PENDRIVE en mi ordenador y ahí es donde pude apreciar mejor el gran grupo creado en torno a unas zapatillas de deporte “ATOTRAPO” , que allá por el 1987 se iniciaron a trotar para preparar y tratar de acabar la carrera del PRYCA, siendo la misma el inicio de un interminable número de pruebas atléticas de todo tipo, que jamás se rinde, ni conoce la palabra imposible y que a modo de estrella de mar se regenera día a día sin tener fin, de ahí que a modo de lema rece en alguna que otra prenda nuestra “ hasta el infinito y más allá “,…………………….,

Un retazo de los inicios bien puede verse en este enlace:

https://www.atotrapo.com/quienes-somos/

Asimismo una versión más actualizada, la podéis encontrar en la crónica del XXV Aniversario de ATOTRAPO, donde se muestra casi a modo de árbol genealógico como fueron llegando los alegres trotadores al grupo ATOTRAPO:

https://www.atotrapo.com/2013/01/28/gala-xxv-aniversario-de-a-to-trapo-25-enero-2013/

Gracias amigos, por teneros y tenernos, por compartir, trotar, ser confidentes a veces, consejeros otras, abrazarnos y aceptarnos.

Un gran abrazo pulpero y que siga la fiesta y todos cumplamos muchos más.

Jesús

Vídeo del evento

Cena de 60 aniversario de Jesús.

En la historia de nuestro grupo atlético casi todos conocen muchos hechos y anécdotas de sus miembros a lo largo de estos últimos años, y especialmente de Jesús que no se suele perder ningún sarao y al que estamos dedicando hoy la noche. Pero, claro, por lógica, sólo de los últimos o recientes años. Porque nuestro grupo que comenzó a formarse por 4 ó 5 amigos hace casi 30 años, ha crecido en este tiempo, si me pongo bíblico, como las estrellas del cielo y las arenas del mar.

Aquí está la muestra, de aquellos 4 ó 5 iniciales fundadores , bien veis cómo nos hemos multiplicado aunque no todos han podido venir.  Por cierto el nombre Atotrapo fue resultado de una de las conversaciones matinales mientras corríamos hacia la playa que siempre ha sido fuente de inspiración para nosotros o sumergiéndonos en el mar o quedándonos extasiados contemplando la salida del sol sobre las aguas.

Pero hay algunas anécdotas, en concreto la que voy a referir, que quizá desconozcáis la mayoría porque solo fuimos testigos de la misma Jesús y yo.

Esta es la historia.

Tuvo lugar la noche del 16 de Enero del año 1992.

La mañana de aquel día Jesús me recogió con su coche en casa y pusimos rumbo a Jaén. Íbamos a correr la carrera de San Antón. Hicimos 400 kilómetros para correr 7. ¡Peor hubiera sido hacer 7 en coche para correr 400!  Yo ya comencé a notar los efectos de la carrera la noche anterior en que tuve que levantarme varias veces al aseo. Mi barriga estaba tan ligera como una liebre sin parar de entrar y salir de la madriguera. Hicimos un alto por la sierra de Albacete para comer. Exactamente en El Jardín, un caserío junto a un riachuelo sombreado de choperas. Allí, en un bar del camino, tomamos una sopa, algo de arroz y un trozo de dulce de membrillo, astringente natural, para sujetar el vientre. Jesús siempre me recuerda que allí compré una navaja. Aquellos viajes de la infancia en tren al paso por Albacete. Entre sueños y frío subían los vendedores de navajas al tren con el pecho cubierto por un expositor lleno de navajas de distintos tipos y tamaños despertándonos con su grito de “¡Navajas de Albacete”!

Llegamos a Jaén a media tarde. Allí nos encontramos con Pinki, en aquella época profesor de francés en el instituto de Santiago de la Espada, allá por la sierra de Cazorla, acompañado del profesor de Griego.

Se iba echando la noche encima y comenzaron a encenderse las hogueras por la calle. Para calentarnos un té en un hotel próximo donde se alojaban los atletas de élite, algunos morenos ya en aquella época y también un vecino de San Vicente  al que Jesús, tan osado como siempre, abordó y con el que conversamos un rato, antes de la carrera.  Incluso nos hicimos unas fotos con él. Se trataba de Domingo Ramón, explusmarquista español de 3.000 metros obstáculos y diploma olímpico en los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. Cuando salimos a la calle el frío se había hecho más intenso. No estábamos en San Juan junto al mar. Aquello era Jaén, a unos 700 metros de altitud.

Llegaba la hora de la carrera. Nos cambiamos en el coche y salimos a correr escoltados por las hogueras encendidas en la calle y las antorchas que portaban algunos de los que nos miraban pasar y nos ayudaban a soportar el frío de la noche. Acabada la carrera y junto a una gran hoguera, Jesús reconoció a uno de los organizadores sobre el escenario. ¡Cómo no! ¡Era de Puente Genil. Se saludaron y abrazaron. Después de la carrera volvimos a algunos rincones del barrio viejo por los que habíamos pasado,  pero ahora ya para tomar algunos tragos y sus correspondientes tapas, sana costumbre de aquellas tierras.

Acabamos en un bar abarrotado de gente. Entre la calle y el bar, lleno de calor humano, podría haber una diferencia de hasta más de 20 grados de temperatura. Nosotros, como todo el mundo, tomamos una hogaza pequeña de pan  con aceite o manteca de la caldera, tortilla  y trozos de tocino a la plancha. Desde allí, serían poco más de  las 12 de la noche, salimos en dirección a San Juan con otros 400 kilómetros por delante. Jesús trabajaba el día siguiente que era viernes, 17 de Enero y yo quería pasarlo, como hacía todos los años, con mi padre que celebraba su santo el día de San Antón.

Acabábamos de salir de Jaén cuando vimos a un chico haciendo autostop en la orilla de la carretera. Jesús, buen samaritano, paró  y el chico, al que apenas entendíamos, se subió al coche. Desde el asiento de atrás y  apoyados los antebrazos en los asientos delanteros farfullaba mensajes indescifrables y nos enviaba tal vaho etílico que poco faltó para que nos atufara. Antes de llegar al siguiente pueblo, en el camino, conseguimos entender que nos invitaba e insistió tanto en invitarnos a tomar algo como forma de agradecimiento que paramos el coche donde él nos indicó al llegar al pueblo. Justo enfrente había un garito  con luces de colores donde entramos. No es que tuviera pinta de puticlub. Es que era un puticlub.

Aunque estábamos impacientes por largarnos de allí fue tanta su insistencia que tuvimos que pedir alguna consumición.  Nuestro anfitrión desaparecía y aparecía inesperadamente.  Bastaba que hiciéramos el menor amago de largarnos para que su presencia se hiciera inevitable. Aquellos muelles sillones donde nos repusimos del cansancio acumulado a lo largo de todo el día ¿facilitaron algún encuentro subrepticio amparado por la tenue luz de los reservados? Aquellas relajantes caricias ¿tuvieron lugar realmente o fueron hijas de la somnolencia? Perdidos en aquella maraña de estancias y juegos de luces, no sé si la castidad de mi amigo Jesús sucumbió a las sucesivas tentaciones que la fueron asaltando tras las silenciosas cortinas rasgadas por una música arabesco-andaluza. No recuerdo cómo conseguimos zafarnos de nuestro generoso anfitrión y salir de aquel laberinto. Cuando logramos salir de aquel ambiente embrujado, hijo del cansancio, la excitación, el fuego, las alucinaciones del viaje, y volvimos a esos cerros sembrados de olivos perfectamente alineados como si fueran un ejército en formación o la cabellera de una palmera peinada por el viento, parecía que entrábamos en otra dimensión sin nada que ver con la que dejamos tras aquella puerta que nos facilitó la salida del recinto al que la cortesía hacia nuestro ocasional huésped nos había hecho entrar. Todo aquello quedó entonces y sigue aún ahora, 25 años después, envuelto en las brumas del recuerdo.

Esto nos ocurrió aquella noche a mí y a este caballero, a Jesús, que desde luego es el cuerpo de este informal y atípico grupo atlético, no sé si también es su alma.

No penséis que invento para la ocasión. A veces mis palabras rozan la ficción por ayudar a la razón a salir de la monotonía diaria de nuestra vida, pero muchas otras veces no son más que una liberación de la imaginación que, apoyada en hechos de la realidad, la sobrevuela y estimula intentando singularizar y novelar lo cotidiano.

Un abrazo de todos para Jesús y de Jesús para todos.

San Juan, 10 de Febrero de 2.017.
José Luis Simón Cámara