9ª Transilicitana 104 km/24 h (17-Marzo-2018)

No sé porque motivo decidí apuntarme a la Transilicitana de este año. Se ve que con las 17 horas del año pasado no había tenido suficiente. Una vez apuntado, me dicen que también se ha apuntado Jesús Santana con su amigo y compañero Pepe. Les comento si la puedo hacer con ellos.

Día de la carrera (como siempre sin poder dormir cuando tengo un evento importante), quedamos en la salida y viene a despedirnos Gosa, fotos de rigor y al cajón de salida. Creo que al ir con Pepe podre llevar el ritmo y aguantar la carrera con ellos.

Comenzamos la carrera, en la subida al pantano Pepe dice que la subida la hace andando que la carrera es muy larga. Jesús y yo subimos corriendo hasta la llegada a la subida al Cau en la que esperamos a Pepe y subimos juntos. Al final de la subida Pepe se queda un poco por lo que decidimos hacer la bajada hasta el primer avituallamiento a trote para que no se quedase mucho. Entramos al avituallamiento y oigo por primera vez una frase que oiría durante toda la carrera “5 minutos y nos vamos”. Jesús nos ponía tope, llevamos adelanto de tiempo según sus cálculos, reponemos y salimos. Llevamos un buen ritmo hasta que Pepe tiene un percance y se cae (rodilla con sangre). Llegamos al segundo avituallamiento sin problemas, recuperando tiempo al reloj (luego nos haría falta) y otra vez “5 min y nos vamos” jajajajaja.

A buen ritmo nos encaminamos al tercer avituallamiento (comida) en casa de Los Quiles, allí por primera vez desde la salida esta Sonia esperándonos (no me abandonaría hasta el final). Llevamos buen ritmo y volvemos a recuperar tiempo, esta vez nos deja 20´ para comer. Nos encaminamos hacia el polideportivo de El Altet donde ya se incorporan Eva y Conchi (los apoyos de Jesús). Allí pasamos por primera vez el control de sellado “5 min y nos vamos”, dirección a la playa. Allí Pepe y yo ya empezamos a descolgarnos de Jesús (santa paciencia tuvo con nosotros). Una vez pasada la arena decide esperar a Pepe y yo le comento que sigo, que seguro que me cogen (llevamos ya una maratón) efectivamente empiezo a caminar y antes de llegar al Clot de Galvany me cogen. Jesús, a su ritmo, se nos escapa, así que Pepe y yo decidimos ir juntos hasta el cementerio (siguiente avituallamiento) y empieza a comentarme que seguramente se baje del barco, le duele mucho la rodilla. Lllegamos al avituallamiento y allí tenemos nuestro equipo de apoyo esperando, efectivamente Pepe decide abandonar, no puede con su rodilla. A mí de repente me viene a la cabeza que me queda la mitad de carrera con Jesús (pobre de mí) no sabía si podría aguantar su ritmo.

Salimos dirección al avituallamiento de Perleta donde nos encontramos con mucho aire en contra, se me hace muy complicado este tramo. Se me pasa por primera vez por la cabeza abandonar. Un tramo muy duro y encima empiezo a pensar que igual estorbo a la carrera de Jesús (tenemos ritmos completamente diferentes). Llegamos a Perleta, yo tocado (física y anímicamente) pero el equipo externo y el apoyo de Jesús me hacen cambiar de actitud. Aun así llevamos tiempo de sobra sobre las previsiones. Cenamos (el caldito es maravilloso y reponedor) y salimos para el restaurante Charly. Este tramo se me hace más llevadero y me encuentro bien. Seguimos corriendo, esta vez llegamos antes que el equipo de apoyo y nos toca esperar para cambiarnos de ropa (manga larga para la noche).

Salimos en dirección al avituallamiento del campo de futbol del pantano (es el tramo más largo), en este tramo se nos hace de noche. Sacamos frontales y no paramos. Ya empiezo a andar más de lo debido. En este tramo ya vamos juntos y empiezo a sentirme muy cansado. Jesús se adelanta y llega al pantano antes que yo. Llego y me noto mareado, Sonia me dice que estoy blanco que posiblemente tenga una bajada de glucosa (algo parecido me pasó en la Maratón de Valencia). Me siento en una silla y Sonia me pregunta como estoy y le digo que abandono, que no me encuentro muy bien y estoy mareado. Como de todo lo que hay en el avituallamiento, me repongo un poco y decido seguir.

Jesús le dice a Sonia que no me dejaría solo. Me incorporo y le digo a Jesús nos vamos. Salimos andando y me tomo un gel que me termina de reponer. Hay tramos de la subida al Cau en los que le digo a Jesús que puedo correr. Me encuentro bien y seguimos hasta la subida al monte Cau. Empezamos el descenso y le digo a Jesús que lo baje corriendo si le apetece. A mí una bambolla en el dedo del pie me hace bajar andando. Gracias a las paradas que le fue pidiendo el cuerpo, llegamos juntos al último avituallamiento. Un cola cao calentito y salimos para meta. Nada más salir se pone a llover, colocación de chubasqueros y afrontamos las últimas rampas hasta que ya empezamos el descenso hasta Elche. En estos tramos corremos.

A falta de un par de kilómetros me encuentro a un chico en la oscuridad y le pregunto si el camino era por allí y cuando lo oigo hablar resulta que es Gosa que ha venido a recibirnos y nos acompaña con su conocido “ trote de ultra” hasta las escaleras que nos llevan a meta. Allí estaba nuestro equipo de apoyo que ha estado toda la carrera apoyándonos, entramos en meta en 15 horas 21 minutos, dos horas menos que el año pasado y en el tiempo que estimó Jesús.

Quiero dar las gracias a Sonia (mi mujer) por estar a mi lado y recibirme siempre con una sonrisa en todos los avituallamientos. Sé lo que ha sufrido, sobre todo el último tramo. Y por supuesto agradecer a Jesús Santana su apoyo en todo momento. ¡ERES MUY GRANDE!

TOMÁS MÉNDEZ

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Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pez MASC 12:33:50 44 42
Jesús S. MASC 15:21:25 142 132
Tomás M. MASC 15:21:52 143 133