Estamos asistiendo, aunque el pueblo infiel no lo crea ni valore, a una nueva subida de Moisés al monte Sinaí, en busca de las tablas de la ley, escritas como entonces a sangre y fuego. Ya sé que los incrédulos de siempre menospreciarán o se burlarán de estas nuevas y generosas manifestaciones del Altísimo a sus fieles servidores, encarnados en esta ocasión en un antiguo ministro del gobierno de España, en un humilde y prolífico rector de Universidad y en un purpurado de la iglesia de Cristo. He aquí algunas muestras de lo que el todopoderoso ha revelado a los mortales desde su infinita sabiduría.
Uno de los afortunados ha sido Jorge Fernández Díaz que, cual nuevo Saulo tocado por el rayo en el camino de Damasco, cayó del caballo en Las Vegas, convirtiéndose en celoso propagador de la buena nueva y, en los jardines del Vaticano de boca de Benedicto XVI, primer papa emérito de la larga historia de la Iglesia, escuchó estas inolvidables palabras: “El diablo quiere destruir a España. El diablo sabe los servicios prestados por España a la Iglesia de Cristo, conoce la misión de España, la evangelización de América por España, el papel de España durante la Contrarreforma, la persecución religiosa en los años 30….El diablo ataca más a los mejores y por eso ataca especialmente a España y la quiere destruir.” Y añade el ex-ministro que dijo: “No lo conseguirá si aplicamos cuatro herramientas: humildad, oración, sufrimiento y devoción a la Santísima Virgen”.
El ilustrísimo rector, José Luis Mendoza, nos dio a conocer desde la cátedra de la Universidad de Murcia estas inefables revelaciones: “Las fuerzas oscuras del mal, en cada generación aparece el anticristo, y aquellos que les sirven, con gran poder, queriendo usurpar el nombre de Dios… ¿Por qué ya en las Olimpíadas de Londres se anuncia el coronavirus? Aquellas imágenes de los féretros ¿por qué Bill Gates, Soros, anuncian hace años que se avecinaba el coronavirus? ¿Cómo ha venido esto? ¿Por qué motivo? Y quieren también controlarnos cuando se encuentre la vacuna con un chip a cada uno de nosotros para controlar nuestra libertad. Pero ¿qué se han creído, esclavos y servidores de Satanás?”
Y, aunque hay otros profetas, incluso en el mundo de los trovadores, se nos ha instruido también y muy especialmente por un purpurado, por un príncipe de la sacrosanta iglesia católica, apostólica y romana, su Ilustrísima el Arzobispo de Valencia y Cardenal presbítero de San Pancracio extramuros, académico de la Real academia de la Historia y otros muchos títulos que lo adornan y os ahorro, por Antonio Cañizares. “Porque el demonio existe, eh?. En plena pandemia, intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas y curaciones. Nos encontramos con una dolorosísima noticia de que una vacuna se fabrica a base de células de fetos abortados, así de claro”. “Eso es despreciar al hombre mismo, primero se le mata con el aborto y después se le manipula para ¡Ay, qué bien, ya tenemos una vacuna! No señor, tenemos una desgracia más obra del diablo, eso es lo que quiere el diablo. La eucaristía es un antídoto contra el diablo”.
Y todo esto no lo ha dicho en una conversación informal entre amigos ante la barra de un bar, no, lo ha dicho revestido de todos los atributos del cardenalato, solideo, mitra, báculo, anillo y palio en la solemne misa del Corpus Christi y en la catedral de Valencia, impartiendo su magisterio pastoral.
Estas son las declaraciones de nuestros preclaros hombres, encumbrados a las más altas dignidades. Afortunadamente tenemos los antídotos para todos estos males que nos acechan.
San Juan, 19 de junio de 2020.
José Luis Simón Cámara.