120 km / D+ 5.640 m / D- 6.290 m
Corredores: Josemi y Gonzalo junto la asistencia de Rosa.
Mi nombre es Gonzalo y me dispondré a narrar brevemente nuestro paso junto José Miguel por una de las carreras referentes en larga distancia en Francia. Después de un año complicado en todos los aspectos de la vida a causa de un bicho que todos sabemos, y con los grandes retos deportivos del año anulados, como la Maratón de Confrides, La ultra trail de Andorra, la PTL de la ultra trail de Mont blanc (que tendríamos que haber disputado en Agosto junto Sergio, Josemi y yo mismo), y así otros tantos eventos deportivos anulados. Por tanto decidimos ir a correr el 2 de octubre este gran desafío.La carrera consiste en recorrer desde la localidad de Vernet en el corazón del Pirineo oriental, y finalizar en Argelers en plena costa mediterránea.
Es Jueves 1 de octubre, y Josemi junto con Rosa parten de Alicante rumbo Andorra donde nos encontraremos, para al día siguiente dirigirnos hacia el pueblo de partida de la prueba. Las previsiones anuncian una meteo un tanto fría y mala para el fin de semana. Después de unas cuantas horas de coche, los alicantinos llegan a Andorra y vamos a cenar una pizza y así acabar de ver la estrategia de cara la carrera.
El viernes, día de la carrera, amanece con mucha lluvia y la temperatura bajando. Quedan pocas horas para la salida y la meteo no da tregua. Conducimos poca más de una hora hacia Vernet-les-bain de donde arrancaremos. Al llegar al pueblo, el panorama es abrumador. Lluvia, frío y la nieve que se ve caer en las cimas de la montaña. Será una noche divertida.
17h pm Km 0. Arrancamos. Salimos con una fina capa de lluvia cayendo sobre nosotros, pero podría ser peor. Nos encaminamos desde el primer kilómetro ya hacia las laderas de la cima del Canigó. En el primer avituallamiento empieza a llover con más fuerza, y nos resguardamos un buen grupo, bajo una carpa mientras unos paisanos cocinan a la brasa unas butifarras. Seguimos ganando metros de desnivel y nos empieza a nevar. Cae la noche y el frío se hace latente. Llegamos al refugio de cortalets a más de 2100 metros. Parece un campo de batalla, unos cuantos corredores tienen principios de hipotermia, pero por suerte hay un fuego donde calentarnos. Nuestro tandem sigue bien, y después de unos 10 minutos y secarse un poco la humedad, partimos. Desde este punto casi 30 km de bajaba, con un primer tramo de nieve muy compacta y placas de hielo con ganas de hacernos apretar el … mental…
Arles-sur-Tech 1a Base de vida.
Es casi media noche, y después de una bajada muy embarrada y resbalosa llegamos al km 38, la primera base de vida. A partir de aquí tendremos un terreno rompe piernas, para ir encauzándonos hacía la que, para mí, es la ascensión más dura de la carrera. Una cima de apenas 1450 metros, el Roc de la Frausa en catalán, o Roc de France para los franceses, y que delimita la frontera entre ambos países. En medio de la noche vamos ascendiendo y en la cima del mismo empieza a amanecer sobre el mar Mediterráneo mientras seguimos en las montañas pirenaicas. Según nos acercamos a la costa la temperatura es más agradable, y a media mañana alcanzamos la segunda base de vida. El Pertús.
Segunda base de vida, km 80. Llegamos en buen estado de ánimo y físico , aunque yo con una pequeña molestia en el tobillo derecho. En la base de vida hay un poco de ajetreo, y tras intentarme hacer ver por un fisio, de poca ayuda me sirve y seguimos, ahora ya con la meta en cabeza. Menos de una maratón para alcanzar el punto final de esta aventura. El dolor del tobillo se hace más agudo, pero seguimos, sin prisa pero sin pausa. Llegamos al Col de l’ouillat, comemos algo y continuamos para atacarle a una de las bajadas más míticas y técnicas de la carrera, la que nos conduce al pueblo de “La Vall”. En este punto yo cojeo mucho, y Josemi en las bajadas, ante mi cojera, con mucha paciencia me acompaña. Sufrimos por Rosa que nos espera en meta, ya que vamos con retraso sobre la previsión. Como puedo, y después de algún ibuprofeno (ya sabemos que no es aconsejable el uso de estos medicamentos en carrera, y no los recomendamos) le intento seguir el ritmo a mi compañero. Y así, avanzando a un ritmo inferior al estimado, vamos comiéndonos kilómetros, y nos plantamos en la última bajada. Estamos en el punto kilométrico 110. Este, a mi gusto, es el mejor momento de cualquier carrera de larga distancia. Es el momento exacto donde tienes claro al 99.9% que alcanzarás la meta, aunque se pueda llegar a hacer agónico el final. Esta última bajada, la hacemos trotando, yo sufriendo por los pinchazos en el tobillo, pero aquí es cuando el tener un buen camarada cobra vital importancia. Y así fue como el de Confrides animando a un pobre gallego lesionado, fuimos avanzando hasta llegar al puerto marítimo. Al llegar al puerto ya cantábamos victoria, pero como siempre suele pasar, obedeciendo a caprichos del organizador, empezamos a dar vuelta sin sentido. Tres kilómetros de paseo marítimo (que podían haber sido 500 metros si hubiésemos tirado recto), y al fin vemos el arco de llegada, y con él, el fin del suplicio para nuestro cuerpo. Como no, Rosa nos espera con unas cervezas bien frescas, y tras garrapiñarle algunas camisetas a la organización, nos vamos sin cenar para el hotel. El desayuno sí que no lo perdonamos, y nos ponemos hasta las cejas de croissants. Así sin más valoramos muy positivamente esta carrera, tanto por el recorrido y los avituallamientos, que son excelentes. No tanta buena nota a lo que sería el ambiente en general de los pueblos, un poco ‘’muertos’’, pero cabe recordar que estamos en plena pandemia…. Sin más un gran abrazo desde Andorra, y espero veros en la preciosa Maratón de Confrides!
Salud.
Gonzalo Fernández García.
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Gonzalo | SE | 28:26:38 | 161 | 31 |
Josemi | M3 | 28:26:38 | 161 | 11 |
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