Una multitud de trotadores y soñadores nos acercábamos el último domingo del año a las faldas del Cabeçó para volver a tocar sus piedras, agradecer los éxitos conseguidos este 2021 y recibir la bendición para el próximo 2022.
Con un margen de edad de entre los 13 hasta los 75 años, a las 8:10 dábamos la salida a corredores y andarines: algunos quisimos tocar la cima corriendo y otros se dieron cita para subir caminando hasta el Collado Polset.
Tras superar los escollos logísticos de la organización grupal en tiempos del Covid, nos reunimos en el Collado para leer la oda a la montaña que, en esta ocasión, el presidente me encomendó redactar (y aquí transcribo):
Querido Cabeçó:
Otro año estamos aquí, no exentos de poder abrazarte pues las piedras que te protegen sólo pueden contagiar felicidad y libertad.
2021 ha sido otro año de continuo sube baja en el que el desnivel positivo acumulado no ha hecho otra cosa que fortalecer nuestros cuerpos y mentes.
Más arriba o más abajo, volvemos a agradecer tu presencia, la energía que transmites a este variopinto grupo de trotadores y soñadores y prometemos cuidarte como si de un Sí Quiero se tratase.
Brindamos por este 2021 y el venidero año 2022.
Un placer compartir esta tradición en familia (la que se elige y la que no) y felicitaciones especiales a Nerea en su primera cumbre de tantas que le quedan.
Gracias 2021, seguro que nos acordaremos de ti 😉
Nos vemos en la Bañá!
Borja, 26 de diciembre 2021