Y allá que me lanzo a hacer mi primera carrera internacional, al otro lado del charco con una compañía excepcional… irresistible!
Pili y sus propuestas; que iba a Miami a correr la maratón y resulta que también hay media maratón. Como a mi los 42 km no me motivan y aunque no estoy muy a tope con los entrenamientos, el escenario es muy tentador, así que, me dejo llevar por los mejores organizadores de viajes maratonianos, Pili y sus amigos Chuli y Marisa, todo un lujo! y para rematar las últimas semanas se une Andrea al viaje. Elenco inigualable!
Tras mucha incertidumbre de si nos dejarían volar o no (normas cambiantes, Antígenos el día de antes…), por fin cruzamos el charco y llega el día del maratón.
La recogida de dorsales es en el Centro de Convenciones de Miami, buena organización y una feria interesante, donde cayeron las primeras compras. Al día siguiente madrugón (3:00am), la carrera empieza en Miami, y nosotros estamos en Miami Beach, así que cogemos los buses de la organización (los amarillos de las pelis) a las 4:30, y la salida a las 6h.
La salida es frente al estadio de los Miami Heat, llegamos y no sabía si iba a correr o pegarme una fiesta discotequera con música a tope, rayos láser, luces, pantallas led, una bandera enorme, vamos, ambientazo!!! Pili y Chuli se van al corral C y yo voy al E, a dos minutos de las 6h aún estaba en cola para entrar a mi corral, que barbaridad de gente!! a las 6:00h una policía da la salida cantando el himno americano y yo paso por la línea de salida a las 6:22. Subimos el puente McArthur, voy supertranquila, a pesar de lo atractivo de correr en otro país y continente, la realidad es que mi nuevo negocio le ha robado todo el tiempo a mis entrenos, así que, con las rentas de mi físico, solo pretendo acabar lo más cómoda posible y disfrutando del paisaje.
No hay mucho tráfico, porque han cortado solo un sentido de circulación, no me entusiasma la idea, pero al ser tan temprano apenas pasan coches. Vamos hacía Miami Beach, pasando frente a la isla Dodge donde los cruceros se preparan para zarpar, impone ver esos bichos tan grandes. Voy muy entretenida, nunca había corrido con tanta gente, así que de momento no llevo ni música, quiero empaparme de la compañía. Hay un chico corriendo haciendo malabares con dos pelotas de rugbi y una pequeña y no puedo evitar sacar el móvil y grabarlo, además que iba con un ritmo constante, nada despreciable. Entramos por la zona sur de Miami Beach y me enchufo la música para distraer un poco mas la atención del cansancio, aunque sorprendentemente no voy nada mal. Pasamos por Ocean Drive, escenario de montón de películas y series de TV donde algún rezagado de la fiesta sigue bailando al compás de la carrera. Dejamos a nuestra izquierda los famosos edificios Art Deco. Del Km 14 al 18 pasamos por una serie de puentes llamados Venetian Way, con casoplones, yates y embarcaderos que bien podían pertenecer a Julio Iglesias o alguno del estilo, me paré incluso a hacer alguna foto para el recuerdo.
Hay avituallamiento cada milla mas o menos, nos dan el agua y el isotónico en vaso de papel, en el primero, intento beber en marcha, pero acaba más en la camiseta que en la boca (mira que soy poco habilidosa para beber en marcha, jejeje), así que me sirve de excusa perfecta para parar entre 5-10segundos en cada avituallamiento a beber sin riesgo de ahogo!!En una de esas me suena la canción de “suéltate el pelo de hombres G” y fui toda la canción bailacorriendo, que divertido!!!
Entramos en Miami, faltan unos 3km para la meta y el ambiente se anima, el público lo da todo y me quito la música para sentir el calor de la gente, aún no me creo que haya llegado con tanta comodidad a ese punto de la carrera, “ya está hecho”, me digo. A unos 500 metros de la meta escucho mi nombre, Andrea y Marisa están animando y a mí me da un subidón que ni me lo creo, Gracias por ese momentazo!! En la paralela de entrada viene una maratoniana que me pasa como un rayo. Que recta mas interminable, veo la meta y no me lo puedo creer, lo he conseguido, que alimento para mi autoestima. El tiempo, el peor de todas mis medias, pero es que el objetivo no pasaba por una marca dadas las circunstancias. Como profesional de la salud, no es el mejor de los ejemplos, para competir, hay que entrenar, pero si responsablemente se gradúa el esfuerzo y los objetivos son lógicos, el resultado es satisfactorio y gratificante!
Camino del avituallamiento final en Bayfront Park, me pusieron la canción de Volare y llegué bailando a por la bandejita de comida que me dieron. La medalla preciosa y la espera de los maratonianos que me seguían la hice entre el jardín de corredores con grifo de cerveza (bastante mala, por cierto) y la letra C de punto de encuentro de familia que habíamos pactado. Desde la valla y en la distancia veo entrar a Chuli y unos minutos después a Pili, llega con la mano en el costado, venía lesionada, pero la fortaleza mental (la física también), la hace llegar donde quiera. Encima, primera de su categoría!! Que admiración sentí al verla terminar a pesar de su lesión, que sabía positivamente las dificultades que le iba a generar, es lo que tiene ser su fisio.
Así que, con este subidón, vamos con endorfinas a tope para disfrutar del resto de sorpresas que nos depara nuestro viaje a Miami y alrededores y con la cabeza puesta en la siguiente, a ver si soy capaz de devolverle un poco de tiempo a mis entrenos que se lo han ganado y las rentas no duran para siempre.
Gracias Pili por contar conmigo siempre, me siento muy afortunada de tenerte en mi vida y a todo ese EQUIPO MIAMI, por vuestra ayuda a desconectar mi cerebro con experiencias y muchas risas en este momento en el que mi negocio, Villamarco Espacio de Salud, del que me siento muy orgullosa pues es el proyecto con el que llevo soñando toda mi vida, ocupa casi toda mi atención. A seguir trotando y disfrutando!!!
Noelia Amat (Noe)