Tras una temporada más gravelera que corredora tocaba volverse a poner las zapas después del km 0 de Tarifa y un buen lugar eran los Pirineos y una de sus carreras más conocidas (yo en la versión “corta” que ya estaba más que bien…)
Saliendo el viernes al amanecer llegaba a Benasque a la hora de comer donde me recibieron y acogieron espectacularmente bien David, Angel, Juanje y Enri que harían con Jota la versión larga (vaya barbaridad de carrera…)
Un paseito por Benasque por la tarde, cena, despedida de los que salían por la noche y a dormir prontito.
Por la mañana gran ambiente en la salida y bastante agrupaditos llegábamos hasta el principio de Salenques que me habían pintado mu negro, pero que como todo son cuestión de expectativas no me lo resultó tanto.
De ahí cresteando hasta el refugio de LLuis Corominas sí que me pareció en cambio un calvario por lo técnico del terreno y la torpeza del que lo transitaba… (sobre todo en las bajadas).
A cambio los paisajes del alto Pirineo con sus ibones, valles y riachuelos compensaban las penurias.
Una vez pasados los tramos más técnicos tocaba la subida a la Tuca de Estiba Freda la cual me resultó preciosa y que recomiendo a todo el mundo hacerla al menos una vez y más si cuando llegas a la cumbre te esperan los voluntarios con un porrón de cerveza fresquita que te da la vida para encarar los últimos 12 km casi de bajada.
A través un bosque impresionante volvíamos a Benasque donde tras 12 horas nos esperaba el mismo ambientazo de por la mañana, no quitándome de la cabeza la fuerza que debían tener los de la larga para después de esta “tortura” volver a pasar por Benasque y afrontar otro bucle aun más duro…
Cumplida la faena de una carrerita por montaña me volvía para casa a preparar la bici de nuevo sin dejar de pensar en la próxima montañita sobre la que correr.
Gracias a mis compis de Benasque y enhorabuena!!!