El puto amo

Ya el viejo, miope y vidente, me refiero a don Francisco de Quevedo y Villegas, lo había anticipado en su soneto “Desengaño de las mujeres”.

“Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.”

¿Qué quería decir quien lo dijo cuando dijo el puto amo?
¿Se trata de un insulto al que te explota en la jerga de la más vieja doctrina de la izquierda tradicional? O ¿se trata de un piropo al líder que controla y domina a las domesticadas manadas de ovejas que se dejan llevar al matadero? ¿Ni una sola voz discordante en el variopinto espectro de sus mesnadas? ¿Acaso temen no salir en la foto, como cuando llevaba las riendas aquel belicoso andaluz? ¿O más bien que les corten el cuello como a aquellos nobles rebeldes al control de la monarquía medieval?
No entro en el laberíntico jardín de las compañías del puto amo ni en el vergonzoso comercio de los que habla el profético Quevedo, compañías de la Meseta y compañías del extrarradio, incluso de allende los Pirineos, donde se han refugiado las ratas huyendo de la justicia.
Me asombra que el puto amo, capaz de entregar el Sáhara, todavía bajo la administración internacional a cargo de España, al taimado moro Mohamed, no se sabe a cambio de qué; capaz de pasarse por el forro de los pantalones la legislación vigente del Estado para, en lugar de perseguir y encerrar como se merecen a los huidos de la justicia, buscarlos y pedirles de rodillas el apoyo en la investidura a cambio de la vergonzante amnistía, justificada en pro de la concordia que ya se había conseguido gracias a la aplicación de la ley y los posteriores indultos; me asombra que el mismo puto amo con una piel tan dura como para aguantar las críticas internas y externas por estos desmanes, ahora la tenga tan blanda como para esconderse en las dependencias de palacio porque no soporta que quienquiera que sea interponga una querella contra su amada. Me recuerda al pobre Calixto, cuando desesperado por el amor de Melibea, rechazaba comer y beber, provocando la burla de sus criados.
Y no me vengan los turiferarios de turno con la cantinela de que son los mismos ataques de siempre a la izquierda. Ataques sí, a la izquierda no. Porque eso no es izquierda si por ella se entiende libertad de opinión, de crítica y defensa de los derechos humanos. Como nunca ha sido izquierda por la ausencia de esos derechos y libertades ni Rusia ni China ni Cuba ni Venezuela, por más que se hayan erigido en defensores de lo que han pisoteado. Me avergüenza la parcialidad informativa y del debate en los medios de comunicación públicos, pagados con el dinero de todos los contribuyentes. ¡Qué menos que los presentadores tengan un mínimo de neutralidad!
¡Qué menos que invitar a tertulianos con distintos puntos de vista! Ya está bien de esa retórica de gobierno progresista que se alía con las derechas más rancias de Cataluña y del País Vasco para perpetuarse en el poder, aunque para engañar a los crédulos haga guiños hacia Gaza o el salario laboral. Menos cuento, menos cara y menos victimismo.
Y, conste que esta crítica no es un cheque en blanco a nadie.
San Juan, 2 de Mayo de 2024.
José Luis Simón Cámara.

XXIII MEDIA MARATON DE ALMANSA, 18 de mayo 2024

Todo empezó con un WhatsApp de mi sobrina Rocío, diciéndome “” tata mañana salen los dorsales de la media de Almansa, ¿nos los sacamos? “”, sin dudarlo, mi respuesta fue un sí, este año era el año de empezar a hacerla ya y la seguiré haciendo hasta que estas paticas me den para hacerla!!!. Con las mismas, el siguiente WhatsApp fue para mi Anita, ¡¡¡que sin dudar dijo que si!!! Ahí empezó nuestra aventura para comenzar a entrenarla, que recorrido más bonito estos cuatro meses de entrenamiento, confidencias, risas, madrugones, festivos, lloviendo, pero ahí estabais las dos, ¡¡¡sin faltar a nuestra cita!!! Lo que une el entrenar juntas y tener un reto en común, creo que pocas cosas une de esa manera, siempre al acabar el entreno, un abrazo enorme, ¡¡¡lo tenemos!!! 💪🏼💪🏼💪🏼, otro a la saca 💪🏼💪🏼, nuestra ilusión crecía a la vez que subíamos y sumábamos km, unos días antes de la media, mi sobrina me mandaba fotos, tata ya están pintando la raya azul, tata este es el km 10, este el 18, nuestra ilusión crecía y eso hacía que estuviésemos nerviosas, porque nos enfrentábamos a una distancia que yo no había corrido nunca en asfalto, pero era tanta la felicidad y la emoción que no lo podía controlar, eso solo lo sabemos los que corremos 🫶🏼, y llegó ese sábado que yo abrí el ojo a las 6:30 porque mi cabeza ya estaba en la media, millones de sensaciones, sentimientos, recuerdos y nostalgia de echar de menos a mis dos ángeles que habrían disfrutado de lo lindo, aunque sé que me vieron!! Solo puedo decir que es brutal lo que sentí al correr en mi pueblo, emocionada desde el minuto 1, con la piel de gallina toda la carrera, la gente se vuelca 200% en la media, animándonos y dejándose la voz y las manos en ello, yo escuchaba Ana por todas partes, mis amigas de la infancia y bueno mi familia es increíble, mi hermana, sobrina Laura y cuñado, junto con sus amigos y familiares se dejaron la voz con todos los corredores, no puedo estar más orgullosa de mi pueblo: ALMANSA, dar las gracias a mi amigo Paco Milán, que me entreno para que la media la disfrutara (amigo desde la infancia), corríamos juntos en el mismo club de atletismo de Almansa, nos volvimos a ver en meta con un gran abrazo, terminar con un, estoy feliz y orgullosa del tiempo y de haberla disfrutado con vosotros a to trapo!!!!! 🫶🏼🏃🏼‍♀🏃🏼‍♀
Ana Pradas.

Enlace de a prueba: https://mediomaratonalmansa.com/
Clasificaciones: https://www.chiplevante.com/es/prueba/media-maraton-de-almansa-670-2024

Trail de Primavera, Confrides. 11 Mayo 2024

Maratón de la Serrella 2024 – Trotecillo Valiente

Pues aquí estamos, otro año compartiendo con todos vosotros las vivencias de esta segunda Maratón de la Serrella para mí; que sea la segunda vez no quiere decir que no me infundiera el debido respeto porque si cabe le tenía más miedo que en el 2023 porque, a pesar de tener un año más de experiencia en la montaña, creo que llegaba en peor estado de forma, ya que la última semana y media la pasé casi parado por una pequeña rotura fibrilar de la que me recuperé una semana antes de la carrera, además los compis del escuadrón escoba no llegaban igual que el año pasado.

Como nos gusta madrugar quedamos el sábado a las 5:00 horas para subirnos con el coche de Gosa, ya que Miguel nos dijo el viernes que después del entreno en perdices y conejos del miércoles había notado un dolorcito en la rodilla y no se encontraba bien, así que primer contratiempo de la carrera, antes de empezar ya somos uno menos.

Partimos de Mutxamel y nada más salir empezamos a hablar de la carrera, sin vacilar y “sense fer botiges” Gosa dice: “Vosotros tirad para adelante y no me esperéis, ni se os ocurra pararos a esperarme que Yo haré mi carrera hasta donde pueda”, serio y enfadado como para que le hiciéramos caso. Era algo que teníamos medio asimilado pero nunca sabes.

A las 6 en punto llegamos a Confrides, aparcamos en el sitio de costumbre y fuimos a por los dorsales. Dorsal recogido, a ultimar los preparativos y fuimos a colocar la pancarta que los nervios empezaban a aflorar.

Una vez colocada la pancarta llegan los compis de A TO TRAPO, llega Jota, Adrian, Elias… incluso gran parte de los que van a correr la corta, así que procedemos a hacernos las fotos porque siempre falta alguien. Foto y al cajón, pero a la parte de atrás que estos van como locos.

Nos dan la salida puntual y empezamos a correr, los compis de ATT salen disparados como flechas y el escuadrón escoba (Méndez, Gosa y Yo) a nuestro ritmo, Gosa como había anticipado empieza a quedarse atrás porque dice que el asfalto a él no le va.

Dejamos la carretera de asfalto y nos metemos por la senda. Empezamos con la frase de la carrera que repetí hasta yendo solo “Trotecillo valiente” cuando no se empinaba mucho la senda corríamos a ritmo, pero a correr porque en esta carrera si no corres cuando puedes no pasas los cortes.

Primera subida al “Recingle Alt” y bien, ganando tiempo al año pasado, así que de maravilla, nos da tiempo a asomarnos en la caseta para ver a donde teníamos que bajar (ahí fue cuando me di cuenta de lo que habíamos subido). Foto muy chula.

Empezamos a bajar y a correr todo lo que se podía, porque la senda al ser estrecha no permitía muchos lujos, hasta que no llegabas abajo del todo, pasamos las 2 zonas con cartel de peligro sin problemas y llegamos al avituallamiento de Quatretondeta, descansamos un poco, comimos, bebimos, recargamos agua y para arriba. Aquí vemos a Elías que nos dice que está esperando a la furgoneta porque le ha dado un pinchazo.

Comienza la subida y veo que Méndez no me sigue, me bajo y le pregunto, me dice que va bien, pero que no me sigue, le digo que me quedo con él a hacer la subida juntos y poco menos que me pega, “Tira para arriba, no has oído al Gosa, no hay que esperarnos. Yo voy bien y ya te cojo” vale, vale… Eso era km 18 o poco más, me pongo a ritmo para hacer solo la subida hasta el avituallamiento, se me hace más larga y pesada que el año pasado, sobre todo porque ya empieza a hacer calor. Llego al avituallamiento, descanso, como poco, bebo y espero un poco a ver si llega Méndez, pero no lo veo y cuando llega el grupo de Onil que llevaba detrás me dicen que lo habían adelantado hacía tiempo, así que decido no esperar más y tirar para arriba porque la bajada a Fageca es larga y ahí lo normal es que Méndez me recorte tiempo.

Coronamos el “Pla de la Casa” y para abajo, bajada larga, tediosa y muy empinada al principio, me encuentro mucho mejor en las bajadas este año, de hecho adelanto a gente bajando (como mola).

Termina la bajada a Fageca y empiezo a llanear hasta Famorca, como el año pasado me desvié del trazado oficial y llegué a la plaza por un sitio donde no era. Allí había un compañero de ATT Alejandro “Pelusa” que iba a retirarse, le intento animar para que se venga conmigo, pero dice que no, que tiene allí el coche y que se retiraba.

Entonces pienso: “jolín qué miedo, Gosa descolgado desde el principio, Méndez no aguanta el ritmo, Elías retirado y ahora Pelusa que se quiere retirar, ¿Dónde me he metido?”.

Estoy un ratito esperando a Méndez, pero sigue sin llegar y otra vez han llegado los de Onil y no saben nada de él, así que no hay más remedio que enfrentarse a la “Mallada del Llop” solito.

Vamos a ello, empiezo a ritmo llevando delante a Josep, un chico de Xativa que había adelantado bajando, pero que salió un poco antes, lo llevaba a golpe de vista e intentando no perderlo, en mi cabeza empezaba a pensar: “bueno si llego cortado al avituallamiento del “Racó de la Llosa” cortado no pasa nada, mira todo lo que dejas detrás”, pero entonces me viene a la cabeza: “Y una m***rda que han venido a verme mi mujer y mis hijos, tengo que llegar por ellos” aprieto más y tiro para arriba, es lo que hay no queda otra opción.

Llega el momento clave de la carrera para mí, cuando estás llegando arriba de la “Mallada del Llop” que giras a la derecha y te diriges al punto geodésico, me empiezan a entrar calambres en las dos piernas, tibiales, muslos, gemelos, dedos de los pies, brazos… Todo una rampa, imaginad como estaría la cosa que me puse a correr para arriba para que se me pasara y se me pasó pero con la ayuda de las milagrosas “Gummy Power”.

Una vez que ya llego arriba decido recuperar en el cresteo porque se me hizo eterna la subida y con mucho desgaste físico y psicológico, así que ando mucho, algún trotecillo valiente, como y bebo lo que puedo, ya que la bajada es muy empinada al principio y después de mucho correr hasta el avituallamiento.

Una vez recuperado un poquito llego a la bajada y empiezo a bajar, adelanto a Jose de Xativa de nuevo, bajo con confianza, pero me noto cansado, así que aseguro para no caerme en la parte alta y poder correr en la senda revirada e interminable antes del avituallamiento, ya tengo claro que no llego antes de las 14:30 horas que era el cierre, pero no veo llegar a “los escobas” por detrás y por lo menos llevaba 8 personas seguro, así que esperaba que no me cortaran.

Llego al avituallamiento del “Racó de la Llosa” y efectivamente todo ok, no me cortan y puedo continuar después de beber un poco y recuperar, salgo con apenas 1 hora y cinco minutos para llegar antes del cierre de meta que ese sí que sé que no tiene piedad y me acuerdo de las palabras de Gosa: “No te confíes en el último tramo que en las carreras se puede perder una minutada en cualquier momento” así que no ando como el año pasado, sino que voy con el “Trotecillo valiente” donde puedo y en las cuestas andando.

Paso Abdet y enfilo para arriba a buscar la carretera, llego a una subida de hormigón con casas alrededor, torretas de luz y cables lo que delata que estoy llegando a la carretera, miro el reloj y veo que me quedan 15 minutos para el cierre del control y me vengo arriba. Me entran ganas de llorar porque mi familia me va a ver llegar dentro del tiempo, qué emoción.

Me cruzo con algunos corredores que ya están de vuelta al coche que me animan, me saben a gloria, giro la calle a la izquierda, última cuesta, la empinada para entrar por arriba y allí me veo a Gosa, se le nota cara de felicidad al verme, giro y enfilo a meta y lo único que veo es a mis 2 hijos animándome y con cara de orgullo, como mola esa sensación. Vuelvo a girar para enfilar el pasillo de meta y ahí es donde veo a mi mujer teléfono en mano y con cara de felicidad.

Una experiencia de carrera en la que he podido comprobar que no solo se corre con las piernas, se corre también con la cabeza porque si la cabeza quiere las piernas al final van a aguantar un poco más y eso es lo que me pasó, nunca lo había experimentado hasta hoy. Otra nueva experiencia es la “soledad” iba preparado para una carrera con mi grupo, pero al quedarme solo me cambiaron los planes y eso es lo que te hace crecer.

Y como no podía ser de otra forma, gracias al escuadrón escoba por estos meses de entrenos en el Cabeçò y a mi familia por apoyarme, vamos a descansar y a por el siguiente reto.

A TO TRAPO, volvemos para comer.

Fdo. Guillermo Forner.

CSP PENYAGOLOSA , 20 abril 2024

De nuevo nos ponemos en marcha el Escuadrón Tortuga, Jota y yo mismo, aunque sin una de sus patas, la parte cantarina y dicharachera del equipo, nuestro José Pablo. Elegimos la CSP de Penyagolosa después de vernos fuera del sorteo de Lavaredo y Zegama. Estaba cerquita y nos habían hablado muy bien de ella. Jota mismo había hecho la MiM hace unos años y era un pasito más lanzarse a la CSP de 106k y 5600+.

Como ocurrió en Peñalara 2023, viajamos el mismo día de la carrera dirección Castellón, el viernes, y después de hacer la correspondiente parada para la manduca, fuimos a por los dorsales. No queríamos estar mucho tiempo para poder descansar antes de tomar la salida a las 00:00 desde la pista de atletismo de la Universidad de Castellón. Nuestro alojamiento en Villarreal estaba a unos 25 minutos de la salida, así es que aprovechamos hasta el final para reponer energías y horas de sueño.

Ya en la universidad nos encontramos con un vecino amigo de Ramonet y mío, la bestia parda de Ricky, que tenía previsión de hacer unas 16 horas… Un animal. Saludos, fotos, ánimos… Y ¡VÁMONOS A META!

La salida al mogollón con fuego y música tecno muy al estilo de la Ruta del Bacalao nos lanza por toda la pista y a tirar para arriba camino del primer avituallamiento en Borriol. Muy bonita la llegada con el pueblo iluminado por la noche y gran ambiente. Íbamos a buen ritmo, siempre en medio del pelotón. Salimos sin mucha demora subiendo el Calvario dirección a Bassa con la parte más larga entre puntos de control (14k) y un mega muñeco nos da la bienvenida en poco más de 3 horas y media para esos 23k. Entre sube-bajas ya damos cuenta de los primeros 31 km llegando a Useres con una subidita asfáltica nada empática… Eso sí, para ser las 5:15 de la mañana, nos sorprendía la cantidad de gente que recibía a los corredores. Seguíamos a buen ritmo. Léase “buen ritmo” para el segmento rumboso que somos los Tortugas. Nada que ver con los Borja, Sergio/Josemi, etc etc. Pero muy contentos viendo que habíamos pasado el maratón por debajo de 7 horas. Primer avituallamiento a cubierto y recomposición de mochila. A mí personalmente me dolían las piernas más de lo normal. Jota ya empezaba a sentirse raruno. Dimos cuenta de algo de pasta / caldito y dábamos la bienvenida al sol que siempre nos llena de energía. Desde la salida del pueblo atisbábamos la cima del Penyagolosa que estaba ALLÁ, aún a más de 60 kilómetros de nuestra posición. Pusimos rumbo a Benafigós para cruzar casi la mitad de la carrera. Nos juntamos con otro corredor de Girona, Jordi, con el que hicimos buenas migas. Hablando entre piedras y bastones descubrimos que habíamos corrido juntos la CDH de Val Darán el año de las 400 intoxicaciones, siendo él uno de los agraciados. Incluso se “había cruzado” con Jota en UltraPirineu y la Falco y hasta comparten entrenador personal, Joan Ventura.

Charra que te charra Jota ya tiene cara de que algo no va bien. Nos invita a que sigamos tirando para ver si se recupera, pero en el avituallamiento en medio de la montaña, Benafigós, incluso llegan a pincharle Pimperan después de una prueba de azúcar. Su estómago vuelve a hacer de las suyas y es posible que el ritmo que llevábamos tuviera que ver, quién sabe. Lo peor de todo es que no iba nada bien y subo con Jordi a Culla, donde se encuentra la bolsa de vida y un ambientazo. Jota ya me ha informado que se retira cuando llegue a Culla, una pena no seguir con mi gemelier.

Gran avituallamiento el de Culla (km62 3200+ y casi 12 horas), comida calentita y voluntarios de 10. Había unos tentadores macarrones con boloñesa, pero prefería no jugármela haciendo el golismero. Seguía mi hoja de ruta gastronómica de todos los avituallamientos: plátano, plátano, naranja, naranja, medio bocata o unos palitos de pan y justo antes de salir un vaso de cocacola… Para los tramos entre puntos llevaba los dátiles bahri que siempre llevo y me recuerdan al día que Sergio me los dio en un entrenamiento por el Maigmo. A mí dio la fruta y él se comió un antílope.

Justo antes de cambiarme (y de ponerme las mallas al revés), nos da tiempo a recibir a Jota que no tiene fuerzas para seguir, así es que salgo con Jordi para hacer lo que posiblemente sea la parte más bonita de la carrera. La baja de camino a San Bertomeu es una pasada. Disfrutando de un cañón y un zigzag por el bosque hasta un lecho de río más seco que el ojo de Barbarroja. Jordi también empieza a dar síntomas de que no va bien del estómago. En la subida se queda bastante atrás y me pide que tire para adelante, que intentará recuperarse. Así es que subo y subo contando los sorbos que me quedan en los bidones. En esta parte ha hecho bastante calor y las reservas de agua iban menguando. Llegué sin agua a San Bertomeu (km72 3830+ 14horas) y después de beberme un bidón entero, me puse otro por montera para refrescarme. Allí los voluntarios tienen una fiesta montada bastante peculiar. Música tecno a troche y moche con varios corredores bailando como Sioux en Little Big Horn. Salgo sin mucha demora pensando lo bien que vendría una de esas fuentes que Josemi tiene por Confrides y que aquí brillan por su ausencia, calorazo y ni rastro de agua para refrescarse.

Según el perfil del dorsal ya todo es para arriba salvo un par de descensos. Salgo con ánimo dirección Vistabella por una parte de bosque y pista que se hace llevadero. Me junto con 2 corredores y después de un rato de charla sigo mi ritmo hasta pasar por una casa que tiene un oasis acuático y que me vino de lujo para darme un chapuzón. Ya estaba cerca del siguiente punto, pero era inevitable marcarse un Jaques Cousteau. Llego a Vistabella (km 80 4323+ 15:31h) y allí me encuentro con Jordi que lo habían trasladado desde San Bertomeu y que se ha retirado por el estómago también. Me da sus sales porque voy algo escaso y me había dejado parte de mis Totum en la bolsa de vida…Metidos en las zapatillas de emergencia. Soy un lince.

Tras escuchar un mensaje de mi mujer con mi hija y otro de mi hermano, tiro para Xodos por toda una parte de bosque. Me junto con 2 corredores que hablaban menos que Harpo Marx. Al menos el rubio de las pelis tocaba la bocina, estos 2 no soltaban ni media. Iban a su rollo con sus cascos y escasos de empatía. Incluso les costaba dejar pasar a corredores más rápidos y fuertes. Yo me esperé a llegar a una pista de bajada a Xodos para dejarlos atrás y no volver a verlos. KM90 y 4620+ 17:35h en XODOS. Allí nos juntamos con los de la MiM, pero cada uno saliendo para un sitio distinto del Penyagolosa. Subida de casi 500+ que con más de 90 km en las piernas ya pesan y llegada al penúltimo corte, en el Collado KM 96 5100+ 18:59h… Ya refresca, he intentado no parar para sacar ropa, pero no es plan de volver con otra neumonía y que conlleve una castración familiar, así es que me pongo una camiseta y a subir viendo pasar el cartel de 100k que dice adiós al sol.

Pasando Bayandera km103 5600+ 20:18h ya se oye un poco la meta, y esto se acaba. Ahora sí que bajando voy algo tocado de las piernas y troto lo que puedo y me dejen las piernas. Me voy acordando de muchas cosas. Primero de mi familia, mi chica y mi ardilla Alicia. De mi hermano y su lucha… de Javi Leach, esta iba para él. De mi compi Jota que no ha podido seguir y de los WhatsApp del equipo, los seguimientos en vivo no pueden ser más divertidos. De la primera charla que tuve en su día con Pez y su consejo de “siempre de menos a más”… También me dijo que bebiera cerveza, pero ni caso. Al final 20:48h, muy muy contento con la carrera y con el recibimiento del gran Depa.

Ahora el Escuadrón Tortuga pondrá rumbo a Luchon Aneto Trail, esperemos que con todos sus efectivos.

Un abrazo a todos y… HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ.

Jaime “cangrejo”.

Enlace clasificación: https://penyagolosa.livetrail.run/coureur.php?rech=2104

Maratón en pista de Torreperojil, Jaén. 12 mayo de 2024

EL PASEO MÁS LARGO

Las cárceles son lugares inhóspitos y desconocidos, casi secretos para el público en general, son sitios donde impera la ley de la costumbre y la rutina, la resignación se hace necesaria. En prisión los reclusos tienen que aprender a convivir y compartir actos y situaciones, el tiempo y el escaso espacio resultan en todo caso opresivos.

El largo pasar de los días en privación de libertad, la monotonía y la lenta inercia que te atrapan te llevan a un inevitable proceder que seguramente no es sino fruto del propio instinto de supervivencia. Esta filosofía de vida ha traído desde los orígenes pequeños tics, rutinas, lenguaje y hábitos exclusivos del ambiente carcelario. Los presos tienen sus costumbres y su propia jerga, incluso desarrollan lenguajes inventados como fue el boteo en el viejo Carabanchel, idioma de signos entendible por pocos y lengua muerta ahora. Los internos visten según su nivel económico o sus trapicheos se lo permiten, comercian con la medicación y con la metadona que consiguen escaquear y si se colocan a base de rulas o la mandanga que los familiares les pasan empetados mejor que mejor. Disfrutan como el mejor manjar la cena a base de croquetas, tortilla y embutido y cuando hay tiburón o garibolos de menú es el cocodrilo quien se los come, esperan ansiosos el día de carga de peculio para sus trapis y pagar la rutina que adeudan o piden ayuda a los Funcionarios cuando precisamente no pueden y se chinan para llamar reclamar atención -los misiles y los submarinos ya no están tan de moda como antes-. Los más chungos presumen de hacer turismo penitenciario de cunda en cunda en primer grado, no les importa buscarse un sumario como dicen y conocen los canguros como algo habitual. Los presos se fijan mucho en el peluco que llevas, en el colorao y en las marcas deportivas, los que pueden visten de Nike, Adidas y Asics en este orden de popularidad, Puma viene pisando fuerte, colocan religiosamente sus escasas pertenencias en su chabolo en un orden que sólo ellos entienden, otros en cambio son todo lo contrario, el lío y el acúmulo de envases vacíos les consuela en su caos existencial. Se relacionen entre ellos con rituales rutinarios y preconcebidos y como cualquier otro colectivo social tienen sus líderes, los Kíes, apoyándose sin dudarlo cuando un grupo hostil intenta arrebatarles su supremacía o sus pertenencias, etnias o similitudes de creencias tienen mucho que ver en esto. La vida en prisión te enseña a sobrevivir y a desconfiar del prójimo y por eso se crean usos y costumbres que los guardianes terminamos por aprender, aunque sólo sea por impregnación y de forma inconsciente.

Hace unos días me encontraba yo mirando (mejor dicho, observando puesto que es gran parte de nuestro trabajo), con el hábito que por defecto tenemos los Funcionarios de Prisiones, a un grupo de tres internos que andaban hombro con hombro a ritmo ligero a lo largo del patio de su módulo cuando reparé en algo que por habitual ya no considero como extraño, a saber: existe la costumbre en los patios de las cárceles de andar mientras los caminantes se cuentan sus cosas, lo hacen a paso ligero supongo que porque así le dan un toque de vitalidad a su monótono paseo y es como que se sienten un poco más libres. Lo hacen incansables durante un rato más o menos largo, ida-vuelta, ida-vuelta, suelen hacerlo en línea recta y no en el perímetro como sería más lógico, pero es que así se evitan molestar a los del grupo cercano que juegan a un torpe baloncesto. Sin saber cómo ni por qué, sin señales ni referencias de repente como si de un cuerpo único se tratara, dan la vuelta y siguen hablando de sus planes de futuro progresando en sentido contrario. Fue entonces cuando reparé que yo en ocasiones también lo hago, camino con un compañero entre los presos o incluso junto a uno de ellos hablando con él de trivialidades y aún no logro comprender qué señal nos lleva a dar la vuelta en sincronía perfecta. Es la forma de vida carcelaria que sin duda nos atrapa a todos, presos y cuidadores. Fue en ese momento, observando los cambios de dirección, entre vaivenes cuando me acordé de algo que leí pocos días atrás: una maratón en pista en Torreperojil (Jaén) con motivo de la inauguración de unas nuevas instalaciones deportivas y concluí que si sé perfectamente qué es moverse en un espacio reducido como un patio de talego, tal vez me costara poco probar algo para lo que estoy entrenado.

Tomé la decisión apenas cuatro días antes del evento y como Maricarmen (mi mujer) me entiende no dudó en acompañarme. “Unos buenos calcos y unos picantes que no me rocen, no me hace falta más”, pensé.

Llegada la hora nos presentamos en el polideportivo para comprobar que no es una instalación de atletismo al uso sino una pista de asfalto y de tan sólo 200 m. de perímetro interior, es decir poco más que el patio del módulo 3… Más a mi favor.

Se dio la salida puntual con casi 30 grados de temperatura, con una enorme sequedad ambiental, sin sombras y bajo un sol abrasador. A la cuarta o quinta vuelta supe que no merecía la pena contar, sino dejar pasar el tiempo, así que decidí iniciar mi paseo taleguero en modo tradicional, la mente no tenía que afectar a mi carrera matutina ni al cansino girar en una ida y vuelta que se antojaba interminable y para la que sin saberlo llevo practicando más de treinta años. Finalmente, aunque la participación fuera escasa terminé muy satisfecho, mi mujer ocupó mi rol habitual y me observó durante cuatro horas, se preocupó por mí en esos ratos de piloto automático y me cuidó desde su atalaya, al fin y al cabo, creo que algo se le ha pegado de mí sin ella saberlo, es la costumbre que te enseña sin que te des cuenta.

Finalmente, una maratón, es decir, 211 vueltas, 5º de la clasificación general y 2º de mi categoría, la más numerosa, por cierto, no puedo estar más contento a pesar de mi reclusión.

Julián, 12 de mayo de 2024

Enlace clasificaciones: https://cronofinisher.com/images/eventos_archivos/534/120524154814212maraton-clasificacion-general.pdf