Pues todo empezó con “¿nos apuntamos a la Desértica? Y ¿eso que es? Pues una Ultra en Almería de 71km… ok pues vamos !!!”. Suele pasar que estas locuras empiecen así.
La Desértica es uno de las carreras más exigentes de ultra fondo de España. Un evento organizado por el Tercio D. Juan de Austria 3º de la Legión y hermana de los 101km de Ronda, “La Africana” de Melilla y “La Cuna de la Legión” en Ceuta.
En esta edición, la sexta, participamos 7.000 deportistas repartidos en 4.000 marchadores, 2.500 MTB y 500 E-MTB. La salida fue desde la Avenida Federico García Lorca a las 9 de la mañana, pero antes se habían hecho las dos salidas de las pruebas de MTB. Con un cañonazo como pistoletazo de salida, salimos los 4000 marchadores dirección Roquetas de Mar al ritmo de una marcha militar y una temperatura espectacular para correr. Los nervios a flor de piel por no saber lo que nos esperaban en esos 71.000 metros que nos quedaban para la gloria.
Almería capital, Huércal de Almería, Viator, Pechina, Enix, Aguadulce y Roquetas de mar, una vuelta de 71km con una subida de 50 km bastante duros para los que no estamos muy acostumbrados a la montaña. La carrera fue bastante tranquila durante los primeros 25km, con paso por el interior de la Base Militar “Álvarez de Sotomayor” en Viator, hasta que llegamos a Pechina. A partir de ahí fue un rompe piernas hasta el famoso “Tótem” en el km 55. Subidas y subidas y más subidas (algunos tramos de más de un 15%). Bajabas un poco y volvías a subir otra vez. Menos mal que cada 4 o 5 km teníamos un avituallamiento con agua, isotónicos, fruta, chuches, etc.
La temperatura fue benévola con nosotros con una media de 18º (menos mal) y eso ayudó a que no hubiera muchas bajas, que las hubo. Iban pasando los kilómetros y no paraban las subidas hasta que llegamos al punto de avituallamiento 10, el Tótem, “La bestia”, una figura mítica de la carrera en la cual te recomiendan llegar de día, ya que desde allí empieza la bajada bastante técnica de unos 5km hasta Aguadulce y si te coje anocheciendo lo puedes pasar bastante mal. En esta carrera no te sientes sólo, ya que con la cantidad de gente que había, aunque es bastante dura, siempre vas con mucha gente por delante y por detrás y eso se agradece porque siempre hay gente que te anima y te ayuda.
La bajada técnica es otro rompe piernas, ya que después de tanta subida, la bajada es un peligro por la estabilidad que tiene uno a esas alturas. Había algún tramo con hasta un 30% de desnivel y junto con el cansancio y la aglomeración de gente, era bastante peligroso.
Logramos bajar sin incidentes, bueno, algún tropezón sin importancia, y llegamos a Aguadulce, bajando hasta la playa ya con poca luz. Cruzamos la playa de La ventilla hasta Roquetas ya de noche y ya se oía al speaker hablando, señal de que nos quedaba poco. Encaramos la Avenida Juan Carlos I, último km, gastando las últimas fuerzas y veo la meta, imbuido por el espíritu de esta carrera legionaria y una frase que llevaba viendo toda la carrera (Jamás un Legionario dirá que está cansado, HASTA CAER REVENTADO, será el cuerpo más veloz y resistente), llegué a meta. EMOCIÓN, SATISFACCIÓN, ALEGRÍA… Muchísimas emociones en tan pocos momentos.
Cabe destacar que llegamos a meta un poco más de 3.500 valientes, 3.500 almas guerreras que tienen cosas en común, el amor por este deporte, por la montaña, por la vida y por la locura que significa embarcarse en estas aventuras tan bonitas que te ayudan a conocerte en momentos difíciles y a conocer gente maravillosa. También el tiempo nos respetó, ya que por la noche y por toda la zona que corrimos, cayó una buena tromba de agua, causando bastantes daños.
Gracias al Tercio de la Legión por hacernos disfrutar de esta carrera y por cuidarnos a cada momento.
Gracias a mi Compi Lorena por liarme en estos berenjenales que tanto disfrutamos.
Gracias Almería.
Ernesto.
Enlace prueba: https://ladesertica.es/