Durante varios años hemos ido al Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar a pasar unos días de vacaciones durante los cuales solía salir a trotar por la costa y disfrutar de los maravillosos paisajes que tiene así que me decidí apuntarme a esta carrera y conocer todo lo que me faltaba por descubrir.
La madrugada del sábado salí dirección Toyo Retamar para dejar el coche en la meta de la prueba donde en autobús nos trasladaban a Agua Marga dónde se daba la salida a las ocho. Tras recoger el dorsal y la bolsa de carrera me dispongo a calentar y a trotar para no salir tan frio muscularmente.
Me encuentro a Rafa Bodi un compañero de Onil con el cual he coincidido en varias carreras durante años. Se da la salida con los ACDC para ponernos las pilas, somos 150 corredores para la ultra y 400 más repartidos entre la maratón y la media maratón.
Antoñito y Jesús llegaron el viernes y pasaron noche en la Isleta del Moro que era la salida de la maratón.
Ya en carrera los primeros km pasamos por la cala del plomo y cala San Pedro donde pernoctan muchos hippies al ser un rincón emblemático y de ahí a las Negras para empezar la subida con más desnivel de la prueba hacia Requena donde empiezo a encontrarme mal pues a pesar de hidratarme el riñón no funciona como debería y no consigo orinar apenas lo cual me lastra.
Llego a La Isleta donde me espera Antoñito y me aconseja que abandone si voy mal pero continuo la marcha hasta San José donde paro a comer y repongo fuerzas y me uno a Rafa que me anima así que a trote comenzamos el último tercio de la prueba pasando por las emblemáticas calas de Genoveses, Monsul, cala de la Media Luna y cala Carbón y hacer la última ascensión al mirador del faro y descender al Aula el Mar donde se divisaba el pueblo de Cabo de Gata y ya solo nos quedaban diez km hasta meta.
Nuestro objetivo era llegar sobre el crepúsculo y así no hacer uso de frontales así que nos ponemos las pilas y con el astro rey escondiéndose en el mar entramos en Retamar anocheciendo felices por haber conseguido el objetivo de acabar.
Ya en meta disfrutamos de la comida fin de carrera sacando conclusiones de que es una carrera engañosa pues al tener poco desnivel se corre durante mucho tiempo.
El presi también llego a meta satisfecho conocedor de la zona de años atrás y disfrutó de un buen rancho de pescado fresco que le tenía preparado Antoñito.
Otra experiencia y vivencia que la recordaré de por vida.
Un saludo, Ramonet.