Lo que más ilusión le puede hacer a un corredor, sin duda, es correr con su hijo/a. Ese día llegó para mí en la San Silvestre de Alicante de 2021.
Llevábamos tiempo trotando y haciendo rutas en bici por la montaña, pero nunca había corrido una carrera con él. Siempre lo veía desde la grada, participando en pequeñas y alocadas carreras con demasiada presión para los peques. La música machacona a todo volumen y los niños esperando como fieras a salir a toda mecha para recorrer los 200 o 400m. Muchos de ellos se caían en los primeros metros convirtiéndose en una mala experiencia para ellos.
Pero esta vez era diferente, una carrera más larga y con el ambiente festivo de la Navidad. Así que nos lo tomamos de forma divertida, como no podía ser de otra forma, sin ánimo de competición, simplemente disfrutar juntos de la experiencia.
Mientras llegábamos a la rambla nos íbamos encontrando con gente disfrazada y había un
ambiente increíble. Eso sí, todo el mundo con su mascarilla puesta.
Al llegar a la salida nos encontramos con Jorge y su familia, que también iban a participar, y nos unimos a ellos.
Tras calentar un poco, nos colocamos cerca de la línea de salida para evitar atascos y a las 19:00 en punto Big Mike daba la salida.
En esta carrera hay que saber dosificarse, y más siendo tu primera carrera, como además todo es una incógnita, hacemos el primer kilómetro tranquilos, para no quemarnos en la primera subida por la Rambla. Una vez superada la subida, Nico empieza a encontrar su ritmo y pasamos el Km 1 en el Mercado en 6:00.
A partir de aquí dejo que vaya cogiendo su ritmo, porque viene otro tramo de pequeña subida hasta Luceros y Benito Perez Galdós, para luego volver a bajar hasta Luceros. Hacemos el Km 2 en 5:16, lo cual me sorprende bastante. Miro el reloj y vamos a 5:00/km, un ritmo más que bueno para un niño de 9 años. Se notan los años que lleva haciendo Atletismo.
En la bajada hasta Canalejas aumentamos el ritmo para compensar con la subida hasta luceros. 5:14 el Km 3, que nos coge ya subiendo. Y lo mejor es que no veo síntomas de flaqueza en su zancada ni en su respiración.
La subida hasta Luceros se le hace un poco larga y lo animo para que no baje mucho el ritmo. Le digo que a partir de Luceros tenemos 1 Km casi todo de bajada y noto en su cara las ganas de empezar a apretar nada más alcanzar la Plaza.
A partir de aquí vivo uno de los momentos más emocionantes como padre. Nico empieza a acelerar envalentonado por los ánimos que nos da el público y los corredores, que sorprendidos, vamos adelantando. Pasamos el km 4 en 5:27 y al llegar a la Rambla le lanzo el grito de guerra:
¡A TO TRAPO NICO!
De repente, nos metemos en un ritmo de 3:45 y me asusto, ¿podrá aguantar el chiquillo los 500m de Avenida? Le digo que aguante un poco, pero ya no hay vuelta atrás. Vamos
adelantando corredores sin cesar y aún se permite el lujo de esprintar los últimos 50m para entrar en meta a un ritmo de 3:30 que me hace sacar mi mejor versión de corredor.
La cara y los comentarios de Big Mike lo dicen todo. Es un momento de gran emoción para los 2, que nos abrazamos en la meta por el objetivo cumplido. El último Km 4:29. Un total de 4,5Km en 23:58, a 5:22/Km de media.
Estoy francamente sorprendido, porque no estaba seguro de como iba a ir la cosa. Imaginaba yendo a unos 6:00min/km, y haciendo alguna parada a mitad de recorrido.
Nada más lejos de la realidad. Llevó un ritmo muy constante, a pesar del subi-baja, y se notó que disfrutaba en todo momento. Se nos hizo incluso corta la carrera.
Al acabar estaba exultante y llegó a casa muy emocionado para contarle a su madre la proeza que había logrado.
Sin duda, esta es la primera de muchas carreras que haremos juntos en el futuro. La próxima espero que nos acompañe también su mamá y algún primo o amigo trotador.
Kike Segura