IX Maratón de Castellón (24-Febrero-2019)

“YO VOY DE LIEBRE CON UNOS AMIGOS A 3.30, POR SI TE QUIERES VENIR”. Así empieza mi historia en la Maratón de Castellón.

Nos ponemos manos a la obra después de la Maratón de Valencia y veo que los tiempos y las sensaciones se acercan a la intención de ir a 3.30 como me propuso Pili, ¿20 minutos menos que en mi mejor marca?, ¡Estoy loco!

Una semana antes la liebre me dice que se queda sola y me dice “Tomás ya tienes liebre”. Pili en exclusiva para mí, un privilegio, un honor y una responsabilidad.

El sábado salimos para Castellón Sonia y yo. Pili ya estaba allí esperándonos, recogida de dorsal y paseíto por Castellón antes de ir a descansar, me espera un gran día.

Como es normal, no puedo dormir antes de una carrera de esta envergadura. Nos levantamos, desayunamos y nos acicalamos.

Nueve de la mañana, puntual empieza la carrera. Nos ponemos a ritmo enseguida, el que llevaremos durante prácticamente 30 Kilómetros. En este, por mi cabeza y unas pequeñas molestias en mi isquio izquierdo (o excusas mías) empezamos a bajar el ritmo.

Llegamos al km 33 y mi cabeza me dice: “Tomás, hasta aquí has llegado”, Pili sorprendida me dice que qué hago y le digo que no pare que siga que yo llego (eso sí, más tarde de lo previsto). Me pongo a andar durante unos metros, recapacito y empiezo a correr, pero repito esto durante unos kilómetros.

En el km 38 definitivamente me pongo a correr hasta el km 42.195 y durante estos últimos kilómetros empiezo a animar a la gente y esta me anima a mí, muy buen ambiente. Eso sí, tengo que hacerme notar y entro en meta haciendo el avioncito y besándome el anillo acordándome de Sonia y la forma de hacerla padecer en mis aventuras.

Aun así, he hecho mi mejor marca en una maratón 3.43, bajando 7 minutos mi mejor marca.

Darle las gracias a Pili por llevarme durante esos 33 kilómetros, ERES MUY GRANDE y disculpa por no haber confiado en mí mismo como lo hacías tú. Espero que haya otra carrera en la que podamos ir juntos.

Y no se me podía pasar dar las gracias a MI COMPAÑERA DE VIAJE que siempre me acompaña en estas mis locuras.

TOMAS MENDEZ

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili VET F50 3:24:42 282 1
Tomás M. VET M40 3:43:19 485 127

VII Blasca Trail – Banyeres de Mariola (24-Febrero-2019)

Carrera corta – 10 km

Aquí estoy con mi primera crónica de una carrera. Primera crónica y primera carrera de montaña. Todo al mismo tiempo para que me vaya acostumbrando a estas lides.

La carrera para mi empezó el día antes. No pegué ojo en toda la noche de los nervios. “¡Diez kilómetros! ¡Y DE MONTAÑA!”.

Había quedado con mi gran amigo Gosa y con más compañeros de A to trapo para ir a Banyeres, donde se disputaba la carrera. Carrera perteneciente al circuito Xixarra Trail.

Bajé con una mochila con “todo” por recomendación de Gosa y después de recoger a todos nos dirigimos a Banyeres.

Allí nos acercamos a recoger los dorsales, nos cambiamos para la carrera y hacia la línea de salida en un manojo de nervios. Consejo de todos, que ya son veteranos de esto, “tú, a tu ritmo”. Y allí estaba yo, con ambientazo de gente, música (daban más ganas de bailar que de correr), animador (ahora creo que lo llaman “speaker”) dando ánimos a todo el mundo por los altavoces, en medio de una barbaridad de corredores cuando dan la salida y todo el mundo sale como loco corriendo. Yo, siguiendo las pautas, a mi ritmo, que era bastante lento, por cierto.

Bajamos una gran cuesta y a continuación empezó la primera subida. Muy poco desnivel por lo que opté por subirla a trote sin bajar el ritmo. Para mi sorpresa iba adelantando a corredores.

Llegó la primera bajada y ahí sí aceleré, seguí adelantando corredores. Muy pocos porque no había espacio y las piedras dificultaban el adelantamiento. Pisé una de esas piedras, causando un dolor instantáneo que mermó mientras seguía corriendo.

Cuando me di cuenta estaba en el avituallamiento. ¡Ya llevaba más de la mitad de la carrera y no me había enterado! Un poquito de carrera en plano y empezaba la ascensión un poquito más dura que la anterior. Esta sí que la subí andando, a buen ritmo, pero andando. Ahí empecé a notar molestias en el pie pero eso no me paró. Aunque parezca increíble, seguía adelantando a corredores.

Las sensaciones que tenía eran muy buenas. No me encontraba agotado, mis piernas me respondían,… Llego a la cima más alta de la carrera donde sé con certeza que la acabo. Disfrutar de las vistas y asimilar todo lo que he hecho. Unas corredoras me piden que les haga unas fotos y aprovecho para que me hagan otras a mí.

A partir de ahí todo descenso excepto al final que hay que superar el ascenso de unos bancales en terraza y llegar al asfalto. Doblar la esquina y la línea de meta con varios corredores que ya han acabado, el animador,… ¡Qué satisfacción más grande! No me lo creía ni yo.

Recojo el bocadillo que me da una niña justo cuando paso la línea de meta y me dirijo tranquilamente al coche.

Después de la ducha es cuando noto dolor cada vez más intenso en la planta del pie.

Ahora toca esperar a todos los compañeros de A to trapo.

Debo de reconocer que el correr por la montaña tiene otras sensaciones distintas a las de correr por asfalto que a mí, personalmente, me satisfacen muchísimo más.

Ha sido la primera pero no será la última. ¡Esto engancha!

Méndez

Trail 25 km

Bien pues me tocó resumir la Blasca Trail en su modalidad larga 25km +1000. Una carrera que discurre por el Parque natural de la Sierra de Mariola, por una de las zonas paisajísticas y de recursos naturales más rica de nuestra provincia, donde nace el río Vinalopó y cuyo punto más alto el Montcabrer se encuentra a 1200 mts.

Cuando a principios de año empiezo de nuevo a retomar mis entrenamientos de montaña, desde el GRUPO Ñ  nos animan a apuntarnos a esta carrerita que tantas veces había oído y que forma parte del cirucito Txitxarra Trail. Así, con la ilusión de recorrer los senderos que discurren por el precioso Parque Natural de la Sierra de Mariola y encontrar allí amigos con los que entreno y algunos otros que hacía tanto no veía, lancé a Ginés también a venir conmigo. Se trataba de una carrera con una distancia prudente que seguro afrontaría y disfrutaría tanto como yo.

En un día que amenazaba soleado y muy buena temperatura que en el mes de Febrero siempre se agradece, allí estábamos media horita antes de su inicio, en Banyeres, el grupo de ATOTRAPO que entre bromas y risas hacíamos fotos para el recuerdo. A las 9 am con la animación de la gente del pueblo daban el pistoletazo de salida, empezando un recorrido de amplias sendas entre pinares y abundante flora que predomina en la Sierra de Mariola. Ginés, a pesar de estar más fuerte que yo, me quiso acompañar todo el trayecto haciéndome prácticamente de liebre avanzando siempre un paso delante de mi, cosa que agradecí y disfruté muchísimo. Y es que todo iba de maravilla cuando de repente a mitad de carrera tuve el primer tropezón, el cual me hizo ir con un poquito más de cuidado… sin mucho acierto puesto que 10 minutos más tarde de nuevo vuelvo a tropezar haciéndome una herida algo fea en la mano, pero sin perder las ganas de seguir corriendo para poder terminarla. De este percance fueron testigos Juanma, Jose Pablo y Jota que al parecer venían detrás, y con los que continuamos un rato llegando finalmente a meta a las 3 horitas.

Una vez allí, con el resto del equipo Cristian, Ulises, Jesus, Kike etc.. entre cervecitas empanadas y el buen ambiente espermaos a Gosa y el Presi, que llegaban riendo y pasándoselo en Grande!

UN PRECIOSO DIA que ya queda grabado en el recuerdo.

Aquí os dejo algunas fotos que plasman lo bonito de este trail. Enhorabuena a la organización y a todos los que participamos en cualquiera de las dos modalidades de este trail.

#atotrapo#.

Ana N.

10 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Méndez Master Masc 1:13:59 133 13

 

25 km

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Ulises Veterano 2:49:37 50 19
Kike Veterano 2:54:57 65 27
Cristian Veterano 2:57:56 72 29
Jesús S. Veterano 3:04:45 88 34
Ana Senior Fem 3:27:41 137 6
Jota Master Masc 3:28:02 139 17
José Pablo Veterano 3:31:14 149 58
Juanma Master Masc 3:31:14 150 20
Gosa Veterano 3:53:00 173 67
Jesús J. Master Masc 3:53:00 174 22

UTMB 2018 (31-Agosto-2018)

De la cuneta al Ultra Trail del Mont Blanc

El 7 de enero 2015, y después de tocar fondo varias veces y poner en serio riesgo mi vida, decido entrar en Proyecto Hombre. Es aquí donde me dicen que debo focalizar mi ansiedad en algo que me llene, y empiezo a hacer algo de deporte (siempre me gustó correr detrás de mis palomos). Por fin, como si hubiera vuelto a nacer, después de nueve meses, salgo de proyecto con la firme intención de no volver a caer.

Mi hermano y mi padre me cuentan lo que, por aquellos entonces, está haciendo mi amigo Gosa. Dicen que corre por la montaña. Correr y montaña, correr y montaña… resuena en mi mente como un mantra, y uno de los días que salgo con mi padre por el Cabeçó d’Or encontramos un grupo que iba corriendo por las sendas. No me lo pensé dos veces y cuando bajé a Mutxamel llamé a Gosa y le dije que quería salir a correr con él. Me dijo que claro y me presentó, junto con el Muffy, al mejor grupo de gente que en esos momentos podía conocer, la gente de A To Trapo.

Pronto empecé a participar en carreras y sin darme cuenta ya estaba corriendo la Perimetral de Benissa. Empecé a conocer a todos los corredores del grupo Ñ y casi todos tenían un sueño común: Ultra Trail del Mont Blanc. Y como los sueños son contagiosos…

El proceso para llegar a UTMB es largo y tan duro como la carrera, pero ahí han estado siempre Sergio, Ángel, David Gil, Josemi, Esteban, Elías, Pablo, Jaime, Roberto, Carlos, Jesús Jurado, Jesús Jr, Jota, Lisardo, David García, Ramonet, Antoñito, Juanma … en definitiva todo el grupo Ñ, que con su experiencia y buenos consejos han conseguido que llegara a cumplir este sueño. Pero… ya está bien de introducciones y vayamos a lo importante, vayamos a la Ultra Trail del Mont Blanc.

El día 28 de septiembre me presento, con toda la ilusión, en Chamomix. Me acompaña mi más fiel seguidor, mi padre. También nos acompañará nuestro amigo Oyvin Feenyerodd (el noruego). Tengo muchas dudas porque 15 días antes de la prueba me salió una lesión en el tendón rotuliano.

En la recogida de dorsales el ambiente es increíble, las miradas de los corredores lo dicen todo. Se respira Trail Runinng por todos los rincones de la ciudad. Todos con un mismo deseo, empezar a correr y hacer realidad sus sueños. En estos momentos mi mayor preocupación es el frío. Todos con los que contacto me dicen que las previsiones no son malas, pero yo no me fío.

Con una hora de antelación me presento en la línea de salida. Con los nervios a flor de piel espero que den el pistoletazo de inicio. La música, los gritos, los aplausos de la gente. Es una de las cosas más emocionantes que he vivido en mi vida, y por mi cabeza pasan todos esos malos momentos vividos y, con cada zancada que yo avanzo, ellos van quedando atrás, y cada vez más atrás.

No voy a contaros como es el recorrido de la carrera, crónicas hay muchas que lo hacen. Os contaré la gente que conocí. Los primeros 50 Kilómetros los pasé junto a Sergio, un catalán con el que estuve hablando hasta que decidió retirarse. También coincidí algunos kilómetros con Toni, al que conocí en Rialp Matxicots, y con el que quedé para vernos en la Ronda dels Cims del año 2019. Un grupo de sevillanos estuvieron entreteniéndome también durante muchos kilómetros, una pena no recordar sus nombres. Así iban pasando los kilómetros, entre risas e historias de Trail.

Compartí kilómetros, y poca conversación, cosas del idioma, con un japonés. El en inglés y yo en valencià. A estas alturas de carrera y ya de cara a la segunda noche la cosa empieza a ponerse fea. Los dolores de rodilla comienzan a ser serios y paso gran parte de la noche solo. A veces también es necesaria la soledad y quedarse uno con sus pensamientos.

Y es aquí, en la soledad de la noche, donde uno valora lo que está haciendo y todo el camino recorrido para llegar hasta aquí. Estoy convencido que voy a llegar y mientras lo pienso surge la mejor anécdota de la carrera. Delante de mí oigo a tres corredores que van hablando en valencià. Me voy acercando a ellos y empiezo a escuchar la conversación. Están burlándose de uno de ellos: ¡¡¡Xe tu de Mutxamel i no has eixit en el periòdic!!! ¡¡¡Mare meua que mutxameler!!! seguían burlándose de él. Yo que llego por detrás saludo con un ¡¡¡Bona nit!!! que no deja lugar a dudas que hablo la misma lengua que ellos. Me saludan, preguntan cómo voy, y cuando me preguntan de donde soy contesto: ¡¡¡Jo de Mutxamel i si que e eixit al periòdic!!! La expresión de su rostro no la olvidaré nunca…. ¡¡¡Collons!!! ¡¡¡Pos si que es!!! ¡¡¡Jajajaja!!! Al final ellos no consiguieron llegar a meta.

Amanece y ya voy de cara a meta. He pasado mucho frío, cansancio, sueño (para mí lo peor), dolores varios (sobre todo el de la rodilla), pero como siempre todo se olvida cuando cruzas la linea de meta.

Allí está mi padre y el noruego. He coincidido con ellos en algún avituallamiento, pero donde verdaderamente quería verlos era aquí, en meta. Ver la cara de orgullo de mi padre vale todos los sufrimientos vividos. La emoción aflora por todos lados. En meta también está esperándome Pablo que había finalizado antes la CCC.

De la carrera sería difícil elegir con que me quedo, paisajes, ambiente, recorrido, voluntarios… pero si tuviera que quedarme con algo me quedaría con el calor de la gente al paso por los pueblos y el compañerismo en carrera.

¡¡¡Sueño cumplido!!! Nadie, antes de ese 7 de enero de 2015 que cambió mi vida, hubiese apostado que llegaría a conseguir algo como esto. ¡¡¡Ahora soy feliz!!! ¡¡¡He ido de la cuneta a rozar el cielo!!! ¡¡¡El cielo azul del Mont Blanc!!!

Cristian Aracil

XIV Mitja Marató Serra d’Oltà (16-diciembre-2018)

Estamos ante una de las clásicas de montaña de la provincia de Alicante, una carrera rápida, bonita y a la que denomino “limpia conciencias” … ¿por qué? porque se celebra justo antes de Navidad y ese cordero, el turrón y el alcohol parecen menos calóricos cuando has hecho unos días antes la media maratón d’Oltà…

¿Qué me estoy engañando? Sí, pero me gustan esas pequeñas píldoras de placebo psicológico.

Empieza a amanecer en Calpe cuando en un barecito pequeño junto a la salida, Eva y yo tomamos unas tostadas con aceite y un café con leche. Seguidamente la preceptiva recogida del dorsal que coincide con la salida de los senderistas 8h.

Tras las preparaciones de bebidas, geles, mochila, etc… empezamos el calentamiento en el que a los pocos metros nos encontramos haciendo también el ritual de la preparación de carrera a Jesús Jurado y los acompañantes de A to trapo… Eduardo, Juanma…  los valientes que han decidido hacer la prueba; otros están ya acumulando calorías en sus cuerpos… no diré el nombre de nadie para no dinamitar más su moral, pero sabrá quién es cuando lea esta crónica.

Llega la hora de la salida 9h, buen ambiente, muchos corredores en número de aproximadamente 350 y tras una sonora traca (como no podía ser menos en nuestra tierra) se da la salida a la prueba.

Por suerte, esta carrera tiene la “generosidad” de comenzar con un buen tramo de unos 4 km casi llanos, incluso con algún km de asfalto que permite ir calentando las piernas, aunque no es menos cierto que también te hace llevar un ritmo que quizás puedas pagar después; no es mi caso porque yo soy un máquina y controlo.

Cada uno se va colocando en su sitio en esta primera parte y tras atravesar la carretera general por un pequeño túnel que pasa por debajo de la autovía, comienza a picar hacia arriba la pista… llegó el momento de que la sangre pase a llenar las piernas porque esperan varios km de subida con alguna tregua de por medio, pero poca.

Pasado el primer avituallamiento, la carrera se introduce en plena Serra d’Oltà y entre pinos se van ganando metros de altura. La temperatura es buena… muy buena… incluso puede que algo alta para correr, porque pronto sobran manguitos, los guantes finos, el buff y casi hasta la camiseta, pero no es cuestión de quitársela, presumir de cuerpo escultural está feo en la montaña.

Con algún sube y baja llegamos hasta una pista bastante ancha y alcanzamos lo que para mí es la parte más bonita de la carrera, aproximadamente el km 6-7 … ya que, a una altura media de la sierra, la pista te lleva a tener a tu izquierda la maravillosa vista de la costa, el mar y el espectacular Peñón d’Ifach. Cierto es que la propuesta urbanística y arquitectónica de Calpe, bajo mi punto de vista, deja mucho que desear, pero el enorme y monumental Peñón y el mar azul tranquilo a sus pies camuflan las miserias de la especulación, lo cual unido a que uno se queda con lo que quiere ver… pues la fotografía es maravillosa, un tramo en el que disfrutas de estar en ese momento y en ese lugar.

Pero he aquí que el corredor que llevaba justo delante, observo que no ha movido la cabeza ni un milímetro, no ha tenido a bien ver lo que yo estaba viendo, ha decidido prescindir de llevarse el que probablemente es el momento más bonito de la carrera…  y sí, los que me conocéis sabéis que con facilidad escucho la llamada de “el lado oscuro del trail running” …. me han dado ganas de darle una colleja a mano abierta y con violencia en todo el cogote y decirle “espabila tío, deja de mirar al suelo, que no vas a llegar antes a meta y disfruta de este paisaje” … pero me he controlado, soy un blando… eso sí, le he pasado y no lo he vuelto a ver más, ero lo menos que podía hacer con semejante looser.

Continuamos bajando por una pista ancha que lleva a un giro a derecha que inicia una pequeña subida que alcanza el objetivo del siguiente avituallamiento situado justo antes de la subida a la cima de Oltà.

Pocos metros después, comienza el tramo que podemos decir el más duro de superar, una subida por una “canal” de roca y piedras a modo de pseudo escalones que cuesta ir subiendo. Una vez superado llega lo peor… la parte de transición hasta la última subida, que para los que habéis corrido “La perimetral de Benissa” sabréis de lo que hablo… un fondo marino pero sin agua. Roca afilada, huecos entre piedras y vegetación que camufla el peligro inminente de un fácil esguince como el menor de los peligros, porque una caída o un pie que quede atrapado en uno de esos huecos, provocarían una estampa que no quiero ni imaginar. Odio ese tipo de terreno… por momentos me sentía como en la película “Tigre y Dragón” tocando con las puntas de las zapatillas una mínima parte de la roca y dando saltos de una en otra…  pero con mucho menos estilo que en la película por supuesto…

Por fin acaba el suplicio y aparece lo que a los ojos de cualquiera podría decirse que es la alfombra de tu casa, una senda de tierra húmeda y marrón lisa, blanda y cómoda bajo la sombra de los pinos  … un respiro para los pies y acto seguido, el tramo final de subida que en unos minutos lleva a la cima de Oltá.

Una vez arriba dos voluntarias nos esperaban para dar el toque navideño disfrazadas de árboles de navidad, muy simpáticas pero a las que casi ni he visto, porque he comenzado a bajar rápido… los corredores normalitos como yo también nos flipamos y en ese momento piensas “si me distraigo saludando o parando aquí … perderé unos segundos de oro” … como si en algún momento de fantasía e ingenuidad runera, se fuese a dar el caso que peligrase el podio… en fin, uno cumple años pero se nota poco. En la meta me han dicho que las simpáticas voluntarias daban mistela en la cima… moooook… por flipado, ni me he enterado. No obstante, me cuentan que el presi y Cía. han degustado ese preciado caldo de la terreta disfrutando de las vistas.

La bajada afronta el rodeo a la sierra para llevarnos a la parte trasera de ésta y las vistas a la Sierra de Bernia, donde comienzan a asomar chalets y construcciones por la parte superior… a este paso en breve conquistarán también esta otra cara de la montaña, pero sin embargo vamos por un bonito paraje a este lado, senda disfrutona y bastante rápida entre pinos. A mitad de bajada escucho detrás de mí lo que parecía ser un jabalí persiguiéndome… era un corredor bajando a “tumba abierta”, le he dejado pasar… no había quien lo parara… ¡qué ritmo! … pero la carrera no acababa al final de esa bajada…

Desembocamos en una pista ancha en el que se encuentra el siguiente avituallamiento y tras el cual iniciamos el giro final a la sierra y comienza una última subida… aquí me reencuentro con el “jabalí”, estaba casi tan muerto como aquél que hace unas semanas encontraron David Gil y el grupo que lo acompañó al Puig Campana… la cara roja, el sudor cayendo a chorro como si se le hubiese roto una tubería de agua potable y ya no resoplaba, era la respiración de un pececillo sacado de su pecera, agónico… cuando llego a su altura me dice con un hilillo de voz ¿quieres pasar? … en fin… por fuera, le he dicho que sí y le he dado las gracias … por dentro he pensado “lo mismo tas pasao campeón, ¿ves lo que pasa por fliparse más de la cuenta?”, lo he adelantado y ya no lo he vuelto a ver… era lo menos que podía hacer con otro looser como este.

Continuamos subiendo por varios pedregales incómodos, si bien no son muy largos y donde vas intuyendo que queda muy poco para la bajada final que repite recorrido con los aprox. 5 km iniciales de la prueba.

Tras un descenso rápido por senda por momentos estrecha, se empieza a escuchar la música del grupo de dolçaineros en una bonita grabación reproducida en un equipo de sonido colocado justo antes del último avituallamiento y que lógicamente hace que pierda encanto el momento exaltación de la cultura musical de la provincia.

Llegamos a ese último avituallamiento en el que yo creo que no para casi nadie… todo el mundo va a cuchillo hacia meta… pero ojo… que los 4 km finales llanitos se atragantan a más de uno… después de 16-17 km y 1000+ las piernas frescas no van y mantener un ritmo sostenido en esos km llanos cuesta, a mí no, ya os he dicho que soy un máquina y controlo que te pasas.

Finalmente comienzas a escuchar al speaker de meta, aprietas los dientes y aguantas un tramo asfaltero de unos 500m para hacer un último giro a la izquierda y encarar la línea de llegada … la pose y la sonrisita molona de sobrao para salir guay en la foto ¡conseguido!

En un día espectacular típico de Alicante, hemos disfrutado de la clásica Media Maratón de la Serra d’Oltá, de buen ambiente, magnífica organización y de mejor compañía.

Poco a poco y con el permiso de Jesús… me voy integrando en la gran familia de A to trapo… hace años veía a corredores con la camiseta del club y pensaba “… menudos flipados ” … ahora ya pasados los años y dado que os conozco a muchos de vosotros, sigo pensando lo mismo… menudos flipados… pero bendita familia de flipados de la montaña… por todo lo que compartimos, por todo con lo que nos identificamos, es por lo que lo pasamos tan bien juntos y nos hace tan felices estar en la montaña.

Gracias a Jesús por compartir parte de la carrera con Eva al igual que ya lo hizo en El Coto, así como por pedirme hacer esta crónica y por transmitir siempre felicidad con su perenne sonrisa y simpatía.

Besos para todos.

Pablo Molina

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pablo M. VETERANO 2:33:11 143 57
Marc 2:38:43 168
Juanma MASTER-M 2:49:47 222 28
Edu VETERANO 3:10:57 286 109
Jesús MASTER-M 3:10:58 287 43