III Trail “Cabeçó d´Or” – Busot (12-Marzo-2017)

Hoy se celebraba el trail Cabeçó en Busot, en su tercera edición. Y como buen busotero que soy, no podía perdérmela. Allí me encuentro con los compañeros de A to trapo, que también iban a disfrutar de esta mañana de domingo. Ernesto Martínez, José Antonio Torregrosa, Jesús Jurado, Jaime Castells, José Castelló, Paco Martínez y Alejandro Asensi y creo que estábamos todos. 8:30 de la mañana, nos hacemos la foto de rigor, (que me la pierdo) y a calentar. 8:55 empieza el jaleo….

Línea de meta, últimos nervios, pistoletazo de salida y a correr. Primera subida 700 metros de asfalto, que hace que se me disparen las pulsaciones, enseguida cogemos la primera senda y empiezo a intentar regularme. Van pasando los kilómetros por senderos,  con subidas y bajadas hasta llegar a la falda del Cabeço y ya empieza la dura subida hasta casa Polset, donde me cojo a dos corredores y coronamos los tres juntos.

Empieza la bajada, bajo rápido y consigo descolgar a los otros corredores. Me noto cansado, pero estoy disfrutando mucho y sigo corriendo, hasta la puerta de las cuevas del Canelobre, que miro no tengo a nadie detrás ni adelante, hago la última bajada y me dirijo hacer los últimos kilómetros, ya escucho el speaker y me dejo caer. Consigo entrar en meta en 1:44, tercero de mi categoría. Contentísimo por haber disfrutado de esta mañana de domingo y haberme encontrado con todos los compañeros de A to trapo.

Salud y kilómetros a todos.

Manuel Morant

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Manuel M. Senior A 1:44:13 15 3
J.A.Torregrosa Senior B 2:01:56 63 22
Alejandro A. Veterano 2:02:52 65 30
Jaime C Veterano 2:19:03 133 57
Jota Master 2:26:16 174 10
Ernesto Veterano 2:35:26 208 93
Paco Galindo Master 2:40:48 226 15
Jesús Master 2:40:50 227 16

II Trail Montes del Pilar – Benejúzar (19-Febrero-2017)

Temprano habíamos quedado, Josemi, Sergio y un servidor para partir hacia Benejúzar y disputar el II Trail Montes del Pilar en la modalidad de 30k. En pocos días anteriores a la prueba, la organización recortó dicho trazado a 26 km aunque respetó el mismo desnivel positivo.

Llegamos a eso de las 8:00 AM, durante el viaje, la benemérita nos dio el alto y el conductor (JoseMi) ¡¡sopló y sopló… y su casa tiró!!… jaja. A la primera, hasta el agente le preguntó si ya lo había hecho otras veces de la práctica que tenía…

Una vez en Benejúzar, recogimos la bolsa del corredor…, gran decepción con la camiseta, teníamos grandes expectativas con ver a “Marzinger Z” estampado como en el póster de la carrera. La decepción nos la llevamos cuando pensábamos que ocuparía toda la “cami” y solo era un dibujo pequeñito en la parte superior. De todas formas y para más INRI, en mi bolsa no había camiseta…

Dieron la salida, yo salí demasiado deprisa, casi podía tocar la cabeza de la carrera con la mano…, JoseMi y Sergio pegados detrás de mí. Comenzaron a pasar los kilómetros, nadie nos pasaba, aunque nosotros tampoco pasábamos a nadie, se habían estabilizado un poco las posiciones…, en el kilómetro 7, decidí aflojar un poco el ritmo, sabía que así no llegaría. JoseMi y Sergio pasaron de mí y yo los seguí.

Para sacar 1000 positivos de un monte que no suma ni 250, hay que subir y bajar unas cuantas veces, pues eso es lo que nos tenía preparada la organización. Le hicimos una margarita a aquella Sierra. En la última subida, hoy una voz que me animaba…, era JoseMi, los tenía muy cerca, así que decidí apretar un poco más, cosa que pagaría más tarde, en el km 22 empecé a tener amagos de calambres, aunque decidí parar y andar unos segundos de forma que conseguí recomponerme, arranqué de nuevo y crucé la meta.

Nos quedamos un buen rato allí, la organización preparó un buen avituallamiento en meta con paella incluida.

4º de veteranos para Sergio, 6º para JoseMi y 9º para mí.

Elías

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Sergio VETERANO 2:26:40 13 4
Josemi VETERANO 2:30:23 17 6
JElías VETERANO 2:35:30 23 9

XXVIII Mitja Marató Internacional “Vila de Santa Pola 2017” (22-Enero-2017)

Como soy bien mandado, he hecho caso a Juan Enrique, que me encargó la crónica de la carrera por estrenarme con A To Trapo en la XXVIII Mitja de Santa Pola. Perdonadme si no hablo demasiado del resto de corredores del grupo, pero como no conocía a casi ninguno de los asistentes no sé cómo les fue…

Tras pasar la noche del sábado levantándome cada dos por tres por culpa de seguir los consejos sobre la importancia de la hidratación el día anterior a una carrera…acudo a las 8:00h al punto de encuentro para unirme al coche de Martina y Conchi. De camino comentamos las últimas actualizaciones de Aemet con respecto a la previsión, que han ido cambiando las últimas horas para acabar en 55% de probabilidad de precipitación y rachas de viento importantes.

img-20170122-wa0018Voy a Santa Pola a correr mi 3ª media con la idea de intentar bajar de 1h 45’. Gracias a Pepe y Jesús voy por primera vez con la gente de a To Trapo, que me reciben calurosamente en el bar de la Plaza del Castillo, donde poco después presencio el famoso saludo al sol, esta vez orquestado por Juan Enrique.
Sin lluvia y con el sol saliendo empezamos puntuales en la masificada salida. Me cuesta un par de km coger el ritmo 4’50’’ que me había propuesto por la cantidad de gente que hay, pero a partir de aquí, acompañado por el ambiente, el buen tiempo y las batucadas y grupos de música, voy tirando con cierta facilidad hasta la zona de la playa donde damos la vuelta.

Tras pasar el repecho y el avituallamiento del km 11 sigo con buenas sensaciones e incluso me planteo apretar un poco, pero finalmente decido seguir al ritmo objetivo. Mientras tanto me cruzo con 2 o 3 a to trapos, uno que viene de frente como un tren por el otro carril que me choca la mano (diría que Fernando).

A partir del 17 empiezo a flaquear y me felicito por no haber apretado más antes, aunque a pesar de todo consigo aguantarme en ritmos de 5’05” a duras penas hasta meta y llego con 1h43”. ¡Acabo el día feliz por la experiencia, la gente conocida y el tiempo conseguido!

Marc

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Tomás SENIOR MASC 1:24:46 300 109
Juan Enrique VETERANOS B 1:28:42 509 110
Fer “Pelu” VETERANOS D 1:29:39 609 26
Alberto VETERANOS A 1:30:39 675 171
Juan P. VETERANOS B 1:35:04 1066 235
Jorge L. VETERANOS A 1:42:33 1760 412
Marc VETERANOS A 1:43:21 2253 525
Jesús S. VETERANOS B 1:44:53 2119 478
José Luis O. VETERANOS C 1:44:05 2288 298
J.Ant. Mejías VETERANOS B 1:44:53 2392 523
Antonio S. VETERANOS A 1:49:48 2668 601
Majo VETERANAS C 1:51:54 3271 22
José Ginés VETERANOS D 1:56:49 3826 282
Mark VETERANOS D 1:56:24 3828 283
Ernesto VETERANOS C 1:56:31 3843 530
Liquete VETERANAS A 1:56:04 3865 82
Martina VETERANAS D 1:56:51 3964 16
José Pablo VETERANOS C 1:59:47 4211 569
Jaime C. VETERANOS B 2:07:11 4991 966
Conchi VETERANAS D 2:07:48 5071 32
Pablo B. VETERANOS A 2:20:47 5693 1034

Cena de cumpleaños. 13 de enero de 2017

No es sorprendente que el informal grupo atlético Atotrapo, caracterizado por el afecto, la delicadeza y la camaradería como lazos principales de relación, más que por otros administrativos o jerárquicos que ni existen, homenajee a sus miembros cuando se llega a un decenio. Un acuerdo tácito lo ha limitado a esa periodicidad, de lo contrario estaríamos casi todas las semanas de celebraciones. Yo, que estoy en ese trance y no hubiera tenido que sorprenderme, no intuí ni por asomo que eso podía ocurrir el día 13 de Enero.

Primero porque aún faltaban unos días para el 21.

Segundo porque la trama urdida por Jesús y desarrollada por mi mujer había sido muy bien planeada.

¿Cuál era el montaje?

dsc_5570Inma había recibido la solicitud por parte de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de San Juan de colaborar con un grupo de chicas jubiladas para orientarlas en sus lecturas literarias. A mí eso no me sorprendía lo más mínimo porque el año pasado yo también había dirigido la lectura a un grupo de personas. Además, este año, de la mano del concejal de Servicios Sociales y de nuestro colega Rafa Olivares, que dirige con guante de seda la Cruz Roja local, estoy dando clase de español a inmigrantes. Todo lo cual me llevaba a pensar que la dirección de las lecturas literarias por parte de Inma era algo de lo más normal, y por ser el primer día, yo mismo, sin que ella me lo dijera me ofrecí a acompañarla.

Es más, yo que acostumbro ser puntual y considero la puntualidad como una forma de respeto hacia los demás, le urgía, entretenida como estaba en pintarse los labios, para que no llegara tarde, sin barruntar ni de lejos que era a mí a quien esperabais.

Solo me di cuenta del montaje cuando comencé a ver vuestras caras distribuidas en forma de herradura en la fachada del hogar del pensionista.

¡Hombre, no hubiera sido muy adecuado celebrar los 70 años en una guardería, pero justamente en el hogar del pensionista! Parecía que fuera de coña. Por si acaso se me olvidaba la edad que llevo encima.

Ya en la calle empezaron los abrazos y los besos, uno a uno, una tras otra, percibiendo olores y perfumes familiares tan distintos al sudor, no menos amable, de las carreras. Fuimos entrando en tropel al recinto donde nos fuimos sentando y comenzaron las viandas, las copas, los brindis, los recuerdos. Tantos años dan para muchas historias. Y allí las fuimos echando sobre la mesa para regocijo de los comensales.

dsc_5587Como la noche en que iba yo caminando por la calle de San Fernando y de la puerta abierta de un coche que pasaba salió un brazo que, asiéndome con energía, me introdujo en el vehículo. En el asiento de atrás me vi escoltado por un antiguo amigo de la época de estudiantes en Murcia, ahora ya policía, y por una chica despampanante, digamos que de vida alegre. Envuelto en aquel torbellino me encontré de visita por todos los burdeles de la Albufereta, donde éramos recibidos con los brazos abiertos, con todos los honores, las mejores chicas y el champán chorreando por los rincones de los reservados. Todo esto sin pagar un duro. Yo no salía de mi asombro. Hasta que el alcohol y las estrellas se juntaron en el cielo de la madrugada.

O aquella otra ocasión en que la policía nacional disolvía una concentración de protesta, la primera, contra la subida de tasas estudiantiles frente a la Delegación de Educación, en la calle Maisonnave de Alicante. Yo salí corriendo, como todos, y me dirigí Paseo Gadea abajo hasta entrar aún con la respiración agitada al Dallas Junior, pub de encuentro entre la gente joven y más o menos pija de la época. Me acodé en la barra y pedí un gin tonic. Seguramente reconocido por la voz se giró hacia mí el joven de mi izquierda y exclamó: –¡Chico, José Luis, ¡cuánto tiempo! No estarás tú con esos comunistas que están corriendo delante de la policía. Porque tú has sido siempre muy ingenuo. Mira, de estos no te puedes fiar. Hace unos días, estando en comisaría, estábamos interrogando a uno de estos rojos que llaman Tarzán porque es muy fuerte. Y ¿sabes lo que hizo? Se lanzó de cabeza contra el radiador y la sangre le chorreaba por la cara de la brecha que se hizo en la frente. ¿Sabes para qué? Para luego acusar a la policía de malos tratos. Mientras bebía el gin tonic intentando calmarme escuchaba su discurso y recordaba lo que Tarzán, al que conocía muy bien, me había contado de su paso por comisaría. Cómo tuvo que lanzarse contra el radiador para evitar que el torturador especialista, venido desde Madrid, le rompiera el hígado con los puños envueltos en una toalla mojada para no dejar huella.

2017-01-13-23-26-41Curiosamente, el policía de las dos historias era el mismo. También es verdad que a veces aprovechamos estas relaciones para encubrir nuestras actividades, en aquella época consideradas subversivas. Más de una vez, embadurnamos con barro la matrícula del coche para no ser localizados mientras echábamos panfletos de denuncia contra la dictadura, y después, ya de madrugada, acabábamos por aquellos tugurios como coartada.

Durante varios veranos estuve yendo a Suiza para practicar francés y me buscaba la vida trabajando en distintos oficios: moviendo bloques de cemento en una fábrica de materiales de construcción o en un campo de golf arrancando malas hierbas o en una bodega de vino junto al lago Leman y también de pintor de brocha gorda. Allí conocí a Ramli, un chico marroquí. Cuando se trasladó a España necesitaba legalizar su situación y me pidió ayuda. Yo acudí al único policía, que ya había ascendido a inspector, en el que creía poder confiar.

Me dijo que acudiera con el árabe y me pondría en contacto con un colega que llevaba los temas de inmigrantes. Pasados unos días vinimos a la capital desde la Vega Baja, donde Ramli vivía. Tuve la prudencia de decirle que me esperara en un bar a unas manzanas de la comisaría. Cuando llegué allí mi antiguo compañero de pensión me dijo que lo acompañara a un bar donde estaba el policía de inmigración. Me lo presentó y fue directamente al grano. Yo le dije de lo que se trataba y me respondió hecho una furia:

— “Dime dónde está para detenerlo. Es un ilegal”.

— No ha venido conmigo, le dije. Se mueve por la Vega Baja y lo veo esporádicamente. Ni siquiera sé dónde vive.

Desde aquel momento decidí no volver a pedirle ningún tipo de ayuda nunca más a mi antiguo, quizá ya no, amigo de la época de estudiantes en Murcia.

Corrían los años 70 y aún estaba vivo el dictador. Desgranando estas y otras historias fue pasando la velada. Después de algunas palabras comenzó la sesión de fotos. Una para todos y todos para uno. Pasada la media noche nos fuimos despidiendo, como siempre, entre besos y abrazos.

dsc_5638Independientemente de los regalos que me habéis hecho, especialmente el libro, una preciosidad, con fotos y alguno de mis artículos, el monigote de cerámica con pinta sumeria y el olivo que supongo es deseo de inmortalidad, lo que más me ha alegrado es ser la causa de esta reunión, haber podido disfrutar de vuestra presencia, de vuestra conversación, de vuestro contacto sobre mi rodilla a la hora de las fotos, de vuestra singularidad. La mayor alegría es gozar de vuestro aprecio, de vuestro cariño, de vuestra valoración. Saber que leéis con gusto mis escritos es la mayor recompensa y a la vez estímulo para continuar haciéndolo y abrigar la esperanza de poder seguir ocupando vuestro precioso tiempo. Eso es para mí un orgullo. Que dediquéis a mis escritos parte de vuestro tiempo.

Que os sirvan, como siempre ha sido la literatura, para aprender algo nuevo, para mirar de otra manera la realidad, para entretener y hacer más llevadera la, a veces, pesada carga de la vida.

Muchas gracias a todos por vuestra amistad.

Un abrazo.

San Juan, 17 de enero de 2017.
José Luis Simón Cámara.