Recién terminada la Maratón de Roma 2015 y como suele pasar muchas veces, alguien comentó cual era la próxima maratón y en pocos segundos salió el nombre de Florencia, estábamos en Italia y nos gustaba la experiencia de repetir en tierras transalpinas.
En la feria del corredor de la Maratón de Barcelona 2016 estaba el stand de la maratón de Florencia y sin pensarlo dos veces se cogió la publicidad. Jorge se apuntó en el instante y Ernesto unos días después. Ya no hay vuelta atrás. A buscar vuelos y alojamiento en Florencia. Comienza la locura. Llega agosto y empezamos entrenamientos, quedan unos 120 días de ilusión, esfuerzo y dedicación ya que teníamos un objetivo concreto, ser sub 3:30 los dos. Para Jorge sería su decimosexta y para Ernesto, su tercera maratón. Nos ponemos en manos de dos grandísimas personas: Pili Isidro y Fran Carrasco.
Después de cuatro meses de entrenamiento, sufrimientos, madrugones varios y alguna carrera que otra, llegó el día de partir. Volamos desde Valencia a Bolonia y de ahí en tren hasta Florencia. Una ciudad espectacular para visitar y sobre todo para correr.
Duomo, Palazzo Vecchio, Santa Croce, Santa Maria Novella, Ponte Vecchio, etc… Durante 3 días disfrutamos de toda la belleza de la ciudad visitando sus museos (David de Miguel Ángel, Galería Ufizzi, Palacio Pitti y alguno más) y pateando sus calles a modo entrenamiento. ¡Una pasada!!!!!
Llegó el día soñado, esperado, anhelado… Suena el despertador pronto, a desayunar, a preparar todas nuestras pertenencias para la batalla; dorsal, equipaje, reloj, geles, visera, nervios y demás enseres… Son las 8 de la mañana y salimos dirección Duomo, lugar de la salida que, aunque lo habíamos visto varias veces desde todos los ángulos, de día, de noche, con sol, nublado… Nos seguía impresionando!!!!. Más de 9000 personas rodeando tal belleza, todos con el frío en el cuerpo, ya que deberíamos estar a unos 8 grados, temperatura agradable para correr. Vamos a entrar en nuestros cajones correspondientes ya que no estábamos en el mismo, nos despedimos, nos deseamos suerte: “nos vemos en meta” nos dijimos.
A las 8:30 de la mañana suena el disparo, ya no hay vuelta atrás. Empiezan a salir las emociones, los recuerdos de todos los entrenamientos, carreras hechas, madrugones para cumplir con el entrenamiento que nos habían puesto nuestros respectivos entrenadores, días de frío, de calor, de aire, los consejos de la gente con la que has compartido algún momento de esos 4 meses, en fin, un cúmulo de sensaciones que te llevan a emocionarte y de qué manera. Empezamos la carrera y poco a poco vamos cogiendo cada uno nuestro ritmo, adelantando a la gente que va más lento hasta que se despeja el horizonte y vamos al ritmo deseado. Pasamos por el pulmón verde de Florencia, sitio espectacular.
¡Los kilómetros pasan y los tiempos van saliendo!!! llevamos un ritmo muy bueno para cumplir con nuestras marcas, buena señal. Pasamos la media maratón los dos por debajo del tiempo que teníamos estipulado, cosa que nos da bastantes ánimos. Vamos por el buen camino, pero hay que pensar que viene lo más duro. Pasamos por todos los sitios emblemáticos de la ciudad con bastante gente animando, cosa que se agradece.
Kilómetro 30: empieza la maratón de verdad, ahí se ve si los entrenamientos han sido los correctos o no. Las piernas empiezan a pesar un poco sobre todo cuando pasamos alguno de los puentes que cruzan el Rio Arno. Llegando al kilómetro 35, el cuerpo ya te va avisando que está empezando a notar el cansancio, pero se ve la meta muy cerca. Apretamos dientes, tomamos líquidos y continuamos hacia nuestro objetivo.
Y llegó la tortura. Sobre el kilómetro 38 entramos en la zona de adoquines, a la altura del Ponte Vecchio.
Quedan 4192 metros, las piernas empiezan a fallar, los adoquines parecen tener vida y nos hacen tropezar, pero resistimos el embiste, aunque la gasolina la llevamos en reserva con la luz parpadeando a toda marcha, pero es en estos momentos cuando las piernas fallan donde tiene que salir la fuerza mental, que es la que te dan tus compañeros de entrenamientos, sus ánimos, sus consejos (a veces son de Oro). Es aquí donde te acuerdas de porqué estás ahí, que es lo que te ha llevado a hacer esa maratón. Es donde te acuerdas de tu mujer, hijos, amigos, familiares, compañeros de entrenamientos, de gente que ya no está entre nosotros, de todas las personas que te ha animado y a la cuales no quieres defraudar… Es ahí, en ese momento, cuando miras al frente y enfilas camino de meta muy orgulloso.
De repente, después de unas horas de sufrimiento llega el momento deseado, el momento que llevas soñando hace meses, esa ALFOMBRA AZUL tan deseada, el Duomo al fondo, el speaker dando la bienvenida a los corredores, ese arco de meta tan añorado… llega el final de esta aventura!!!!!!
Nos preparamos para entrar victoriosos, ponemos nuestra mejor sonrisa y levantamos los brazos como si fuéramos los primeros en entrar en meta, los ganadores, sobre todo porque se han cumplido nuestras expectativas, nuestros esfuerzos han tenido su recompensa.
Hemos logrado nuestros objetivos… MMP Los dos!!!!!!!!!!!!
Gracias a todo el mundo que, aunque sólo haya sido una palabra de aliento, un entrenamiento o cualquier ánimo que nos haya dado, nos ha servido para correr esos metros tan duros que nos han hecho llegar a meta.
Como sois tantos, no cabéis en la crónica, y no queremos olvidarnos de nadie, os queremos decir JORGE Y ERNESTO
……GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS……
A TO TRAPO
Enlaces sobre esta prueba
Nombre |
Categoría |
Tiempo |
Puesto General |
Puesto Categoría |
Jorge L. |
SM35 |
3:25:35 |
1545 |
271 |
Ernesto |
SM45 |
3:29:18 |
2363 |
515 |
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