Este era, en principio, mi gran desafío de ésta mi primera temporada en carreras por montaña. (No está mal para un novato).

Después de Oltà y el Coto, pasamos a palabras mayores con la Perimetral de Benissa, y de ahí, no sin antes hacer una parada en Confrides y Gata de Gorgos, dar el salto a los pirineos con Valls D’aneu (donde no pude terminar la carrera y donde me di cuenta que tenÍa que ponerme las pilas si querría terminar carreras más largas y más duras) y Rialp Matxicots, donde pude desquitarme.

Así, después de este bagaje y con muchos entrenamientos en las piernas, me presenté en la línea de salida del Desafío Lurbel Aitana 2016, una carrera de 120 kilómetros y 7.200 metros de desnivel positivo que recorre algunas de las cimas mas emblemáticas de Alicante (Puig Campana, Sierra Serrella con sus tres picos (Mallà del Llop, Pic Serrella y Pla de la Casa) y la Aitana que con sus 1.558 metros es el techo de la provincia).

Cinco éramos los componentes de A TO TRAPO que nos presentamos a este desafío. Por un lado Sergio y Josemi que se presentaban en la modalidad por equipos y … madre mía ¡¡¡Qué Equipazo!!!, rozaron el podio, Gosa y Jesús S., que, aunque no se presentaron por equipos, formaron un equipo inseparable donde Jesús tuvo que tirar de su cuñado en los momentos más complicados de la carrera y yo, Cristian, para aquellos que no me conozcan.

En la línea de salida coincidimos con muchos compañeros con los que compartimos entrenamientos e inquietudes como Ana Nevado, Jessica Mataix y los Mutxameleros del equipo Objetivo Marcos, Joan y Juan Carlos.

Así pues, a las 22:00 horas del día 12 de noviembre, y bien abrigadito por si acaso, tomaba la salida junto a mis compañeros sin saber muy bien como terminaría “la cosa”.

La salida la hice junto a Josemi y Sergio pero sobre el km 2 ya los había dejado atrás. Fue en la subida al Puig Campana donde nos volvimos a  encontrar y esta vez fueron ellos los que me adelantaron. Entonces escuché las voces de todos mis compañeros dándome consejos: “No te vuelvas loco”, “Ves poco a poco”, “Espera tu momento” y así lo hice, cogí mi ritmo y sufrí subiendo el Puig. Desde la cima del Puig “me dejé caer” hasta el avituallamiento de Polop, situado en el kilómetro 26 de carrera. Aunque esta zona daba para bajar a tope, y además la conocía porque habíamos estado entrenándola hacía poco tiempo, no quise forzar pensando que si forzaba más de la cuenta en esta bajada lo terminaría pagando más adelante. Además empezaba a tener molestias en uno de los dedos del pie, ya que el día anterior me había caído la uña. Sentado en el avituallamiento decidí mi táctica de carrera. Subir las cuestas andando, pero a buen ritmo, y las bajadas hacerlas disfrutando, pero sin pasarme y a ver como llegaba a los últimos kilómetros, si es que llegaba.

Entre este avituallamiento y el siguiente en el  “pas del Comptador” (kilometro 39) había una subida constante, con alguna zona cuesta abajo y algo de llaneo que pasé a buen ritmo y sin mayores dificultades. Una vez pasado el avituallamiento del Comptador y coronado este paso, iniciamos una cuesta abajo por pistas forestales, hasta que nos desvían hacia una subida, que en el perfil no parece muy dura, pero que a mí se me hace interminable (y eso que ya me lo había advertido Gosa). Finalizada lo que podríamos bautizar como “La Subida Interminable” empiezo la bajada hacia el avituallamiento de Benimantell (kilómetro 49). Me doy cuenta que voy bastante bien, porque llego de noche y muy por delante de la previsión de tiempos que habíamos hecho, lo que hace que mi padre que quería verme en este avituallamiento no llegue a tiempo. Al que si encuentro es a Josemi, Sergio acababa de salir, y me aconseja que coma algo y me comenta que me ve muy entero. Esto me da mucho ánimo, así que como un plato de pasta, repongo geles y barritas de la bolsa de vida y a correr. Salí tan rápido que en la primera cuesta tropecé y aterricé de boca.

Así, bien alimentado y alerta para no volver a caer, voy avanzando y acercándome a uno de los tramos, para mí, mas importantes de la carrera, “La Serrella”, con una subida larga y dura, que puede atragantársete y pasarte factura mas adelante. Ya es de día y en todo este tramo voy viendo a lo lejos a Josemi y Sergio, lo que me da mucho ánimo. Mientras subo, pienso en mis compañeros Gosa y Jesús. No se como les irá. Gosa seguro que estará sufriendo. Jesús está fuerte y si va con Gosa no tendrá problemas, pero Gosa tiene su ritmo y a veces ir esperando a un compañero puede perjudicarte.

Me encuentro fuerte, los entrenos y la dieta están dando resultado. Llego a Confrides (kilómetro 78) y lo mejor que me podía pasar. Allí están mi padre, mi hermano, mi cuñada y mis sobrinos. Verlos me hace olvidar el cansancio. También están Sergio y Josemi, hablamos un poco y me cuentan el gran recibimiento que han tenido. ¡¡¡Josemi juega en casa!!! Aprovecho para dar las gracias a Rosa por todas las atenciones que tuvo conmigo. Sergio y Josemi salen del avituallamiento y yo me quedo un poco mas hablando con mi gente. Comentar también que en este avituallamiento estaban las incombustibles Conchi y Eva (mujeres de Gosa y Jesús) y como voluntario el compañero Juanjo, por los que los ATT estábamos muy, pero que muy bien atendidos.

Ahora solo queda la subida a la Aitana como desnivel mas fuerte. Este es un terreno desconocido para mí. Nunca la he subido, ni he entrenado por aquí. En plena subida alcanzo a Sergio y Josemi. Me dicen que no les espere. Que estoy muy fuerte, que me ven muy bien y que tire para delante. Así lo hago. La subida no se me hace excesivamente dura y en la cima me dice un voluntario que ya todo lo que queda  es cuesta abajo hasta Sella. ¡¡Kilómetro 86 y todo cuesta abajo!!, ademas ¡¡¡Me encuentro fuerte!!!, así que decido darlo todo. A partir de aquí, comienza mi carrera.

No se cuanta gente conseguí adelantar, pero mucha, mucha… mucha. Estaba disfrutando a lo grande. En la bajada a Sella la gente me miraba como si estuviera loco, y, posiblemente así sea. Estoy un poco loco. 🙂

En el avituallamiento de Sella (kilómetro 100), además de mi familia esta David. Me sienta en una silla, me da algo para comer y empieza a motivarme y darme consejos …. “lo tuyo son las bajadas, aprovecha mientras puedas el tramo más o menos llano que queda, aguanta el último repecho hasta el pas de la rabosa, y una vez arriba dalo todo bajando hasta Finestrat. Ese terreno lo conoces a la perfección porque lo has hecho 100 veces”. Y así lo hice. Madre mía que forma de disfrutar.

A un par de kilómetros de meta empiezo a emocionarme. Esta carrera era muy importante para mí por dos motivos. Por un lado para demostrarme que soy capaz de lograr cosas que hace poco ni siquiera podría soñar, y por otro, porque se la quería dedicar a un amigo que para mí era como mi hermano, Paco “El Princes” que tanto estuvo apoyándome, y que murió mientras estuve rehabilitándome en Proyecto Hombre Alicante. Paco, et vaig prometre que ho aconseguiria i que et dedicaria alguna cosa gran. La Lluita Continua !!!

Así llegué a meta, emocionado, con parte de una promesa cumplida, y sabiendo que lo había dado todo. Lo mas curioso es que terminé pensando que ojalá la carrera hubiera tenido 20 kilómetros mas…. Igual me lo tengo que hacer mirar.

Como no podemos relajarnos, otro de mis sueños es ir al Mont Blanc y me faltaba una carrera de 5 puntos para conseguir los 15 en tres carreras, el domingo, después de estirar un poco las piernas por nuestro querido Cabeçó, ya estaba llamándome Sergio y diciéndome que tenía que apuntarme a una ultra que había en Murcia. Así que llame a Gosa (mi secretario, entrenador….etc) y le dije que tenia que apuntarme a la UCAM FALCON TRAIL. Pero eso, eso ya es otra historia……

Cristian

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Son las 4:30, suena el despertador. Nos encontramos en el hotel Reig de Pego Jesús Santana, Gosa y un servidor, Kike Segura. Tuvimos la suerte de encontrar una habitación triple la misma semana de la carrera. Como teníamos hotel, vinimos a recoger los dorsales el viernes, y de paso aprovechamos para colocar la pancarta de A TO TRAPO y degustar el menú del corredor en el restaurante Nautilus, en la Plaza principal de Forna.

Cuando está todo preparado arrancamos. Conseguimos aparcar cómodamente en el parking del Castillo mientras los coches se apelotonan en la carretera de acceso a la población. Nos dirigimos al Nautilus para desayunar e ir al servicio por última vez.

Al final apuramos demasiado, pero como no vamos a calentar, estamos tranquilos. Avisan para que nos coloquemos en la salida a falta de 10 minutos y hacia allí nos dirigimos con la frontal en la cabeza. Nos hemos marcado el objetivo de hacer la carrera en menos de 14 horas. A priori parece un tiempo lógico. A medida que avance la carrera ya veremos.

A las 6:00 arrancamos los 308 valientes. Los primeros kilómetros son para calentar, aun así, como es cuesta abajo, vamos a buen ritmo. A los 2 km comienza la primera subida que la hacemos caminando-corriendo y antes de que nos demos cuenta ya estamos bajando hacia Villalonga donde se sitúa el primer avituallamiento al que llegamos de día. km11. 1h51’. De momento todo bien y los tres juntos.

Salimos enseguida hacia la Vía Verde dirección Lorcha. Este tramo es muy bonito, cada vez que salimos de un túnel el espectáculo está garantizado. Como la temperatura es fresca y el camino bastante llano, hacemos todo el tramo corriendo. Cerca del final hacemos un alto para esperar a José y hacer la subida a la Safor juntos.

El cambio es radical, pasamos de la vía verde a la ascensión a la Safor, donde solo podremos correr en algún tramo de pista y carretera hasta el segundo avituallamiento. Casa Tarzán. Km 21. 3h24’.

A partir de aquí es una subida con mucha pendiente donde tenemos que usar incluso las manos hasta alcanzar el final del circo de la Safor donde encontramos unas vistas espectaculares. Después pasamos por el nevero y el ascenso final hasta la cima. Km 23,5. 4h22’. Llevamos casi una hora de adelanto respecto al horario previsto. En la segunda mitad de la carrera todo cambiará.

Nos precipitamos hasta el tercer avituallamiento por un sendero muy rápido. Aquí ya le cuesta a José seguirnos y paramos a reagrupar en un pequeño avituallamiento de agua antes de llegar al de las Antenas de Benisivà. Km 30. 5h36’. Aquí Jesús y Yo vamos en los puestos 240 y 241.

De momento todo bien, pero Gosa nos dice que vayamos a nuestro ritmo porque él prefiere ir más tranquilo. Así que arrancamos en busca de Eva y Conchi que nos esperan en el Km 33. Volvemos a hacer otra parada y noto que me enfrío. A partir de aquí decidimos seguir nuestro ritmo despidiéndonos hasta la meta de José. Conchi nos irá informando de cómo va en los avituallamientos.

Viene ahora una parte de subida muy dura, por el calor que hacía, y empiezo a tener los primeros síntomas de cansancio. En el descenso hasta Benisili me cuesta seguir a Jesús. 4º avit. Km 38,5. 7h 22’.

Esta parada la aprovecho para estirar bien y comer un poco. Llevamos ya más de la mitad de la prueba en distancia, pero aún nos faltan 2.000m de desnivel, lo cual me preocupa mucho. A partir de aquí no pararé de sufrir hasta llegar a meta y aún quedan casi 7h.

La subida hasta el castillo de Benisili y la cima de la Sierra de la Foradà se me hace eterna. Bajo el ritmo muchísimo y al llegar a la cruz vemos peligrar el objetivo. Km 41,5. 8h23’. Afortunadamente recupero un poco la alegría y vuelvo a trotar por la cresta que tiene un ambiente muy montañero. Empezamos a adelantar corredores.

La bajada hasta Benisivà es apoteósica, y aunque no puedo seguir a Jesús, conseguimos adelantar a otro puñado de corredores lo que me lleva a un momento de euforia que tengo que controlar antes de llegar al 5º avituallamiento, ya que queda mucha leña que cortar. Km 49. 9h42’. Conchi nos informa que José va a buen ritmo y con ánimos para seguir. No dudamos que lo conseguirá.

Cuando me doy cuenta que aún me queda hacer una media maratón de montaña con sus 1.100m de desnivel, reconozco que me vine un poco abajo. Pero me mentalizo y 14 minutos después arrancamos en dirección a Benirrama que se sitúa en el Km 53. Llegamos en 10h35’. Hemos conseguido hacer 4 kilómetros corriendo lo que me da mucho ánimo para continuar.

No me paro en el avituallamiento y continuo dirección a L’Atzúbia. La subida que me encuentro es terrible, aquí está la mitad del desnivel que me queda. Al llegar al collado Jesús me pide un pequeño esfuerzo para que intente correr en la bajada. La planta de los pies me arde pero consigo llegar al pueblo adelantando a otro grupo de corredores. Km 60. 12h09’.

No podemos perder mucho tiempo porque peligra nuestro objetivo, pero el cuerpo me está diciendo que me retire. Tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para salir al trote del pueblo. Llevamos 12h13’ y nos quedan 10km y unos 400m de desnivel. La cosa está muy complicada pero no me voy a rendir. José continúa a buen ritmo, conseguirá llegar al último corte.

Al terminar la primera de las 3 subidas que nos quedan nos confirman una duda que teníamos, la carrera tiene unos 69km. Solo nos quedan 6 para llegar. Todavía podemos conseguirlo.

A partir de aquí comienza una verdadera lucha contra el crono. A ratos corro apoyando los pies como puedo para soportar el dolor. El terreno se complica con continuos toboganes y destrepes por barrancos hasta que llegamos a la carretera de Forna. Nos quedan 3km para meta 13h30’. Toca correr.

Hago lo que puedo por la carretera hasta llegar al pie del Castillo. 13h53’. Al empezar a subir noto que estoy al límite de mis fuerzas. No me rindo. Castillo de Forna, 13h55’. Nos quedan solo 5′ para conseguirlo. Ya es de noche, pero no perdemos tiempo en sacar los frontales. Hacemos una última bajada suicida adelantando a otro puñado de corredores envueltos por la noche hasta llegar a la carretera de acceso al pueblo. Ya han terminado de dar los trofeos. Lo hemos oído al llegar al Castillo. Ahora toca esprintar, quedan 3 minutos.

Entramos a Forna a través de un pasillo que nos hacen los corredores que ya han terminado y que acaban de asistir a la entrega de trofeos. Recibimos los aplausos y vítores de los compañeros de aventura ¡qué emocionante! Y entre ánimos y gritos encontramos la meta por fin acompañados de Jesús Junior y Jusep. Km69. 3700m+. 13h58’25’’. Puestos 180 y 181. Hemos conseguido adelantar, gracias también a los abandonos, a un total de 60 corredores.

Objetivo cumplido. No me lo puedo creer. No había sufrido tanto en mi vida. La alegría que siento es indescriptible. Le agradezco a Jesús el apoyo, los ánimos y la exigencia en carrera, sin la que hubiera sido imposible conseguirlo.

Ya solo nos queda esperar a José, que no tardará demasiado en llegar. Después de estirar, ducharnos y relajar los músculos nos acercamos a la entrada del pueblo hasta que por fin aparece José y lo acompañamos hasta la meta junto con Jusep y Jesusito. 15h22’. Puesto 218. Ahora si hemos terminado la hazaña.

Ha sido una carrera muy dura, pero por un paraje espectacular. Algunas zonas de solana se hacen muy pesadas, pero las de hombría son una gozada para correr. Espero poder repetir algún otro año, quizá cuando se me olvide lo que me ha costado.

Quiero agradecer a José y sobre todo a Jesús el apoyo a lo largo de los entrenamientos y la carrera y a Conchi y Eva la asistencia en carrera, sin vosotros no lo habría logrado.

Kike Segura

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