Mi segundo ironman.
El año pasado me propuse hacer el primero como uno mis máximos retos personales y deportivos. Acabarlo supuso uno de la mayores satisfacciones de mi vida. Gracias al apoyo de mi mujer y de mis amigos me inscribí y empecé a preparar el segundo. Si ahora tuviera que resumir en una frase este segundo IM solo se me ocurre que ha sido una preparación y una carrera fantásticos.
Afrontar un ironman tiene muchas implicaciones de entrenamiento, horas fuera de casa, cansancio, sacrificio; también la satisfacción de ver como eres capaz de aguantar entrenamientos cada vez más largos; pero también muchos buenos ratos con gente que comparte tu locura, sensaciones parecidas, dolores similares… y muchas risas. Y luego, todo te lo juegas luego en un día. Este verano ha sido fantástico en lo que concierne a la preparación, he disfrutado un montón entrenando con Javi, Fran, Franklin, Cortes, Félix, Mike y todos los que estábamos relacionados con el IM de Mallorca 2016. Pero es que además, el día de la prueba y el viaje fueron una gozada. Así que no puedo más que tener buenas cosas para contaros de este IM.
Llegamos a Mallorca el Jueves, nos pegamos una buena comilona en bar de carretera y seguimos hasta la Alcudia a recoger las bicis. Por la noche fichamos una pizzeria que se convertiría en nuestro campamento base.
Al día siguiente nadamos en la playa de Alcudia, en el mismo sitio donde nadaríamos al día siguiente. Alucino con como Fran Carrasco nos cala perfectamente a cada uno y empieza a darnos consejos para la natación y las transiciones del día siguiente. Me encanta la playa y el entorno. Acabamos de nadar y la gente de la organización nos dice que por la temperatura del agua no se permitirá el neopreno… así que a la mierda toda el entrenamiento del día!! Pero con este grupo todo es jajaja.
Después cogemos el dorsal y toda la documentación y nos volvemos al hotel.
Como con Javi y María y me preparo todos los chismes para el día siguiente:
Por la tarde volvemos a dejar las bicis y las bolsas de las transiciones. Ahí ya se masca la tensión de saber que queda poco y, además, por ver que el cielo no hace más que ponerse negro…
Las predicciones cambian y todo el mundo dar por hecho que lloverá.
Recuerdo que el año pasado llevé la camiseta del Pez el día antes y este año elijo la de Long Days Long Boards en homenaje a mi amigo Alex Moreno. Ahí conozco al gran Michi que lleva ya 17 IM y el año que viene irá a Kona!!!! Me llama la atención su tranquilidad y sencillez, pero también noto la ilusión por participar en una prueba así. El ambiente en boxes es muy chulo, la gente se saluda y se desea suerte. Yo no entiendo nada de bicis, pero reconozco que hay algunas bicis espectaculares!!!
Y de ahí otra vez a la pizzeria para cenar más spaghettis y a dormir pronto. Me tomo un valium 5 para dormir y porque me da miedo tener contracturas en el cuello. Duermo con un bebé hasta las 4:30… 15 minutos antes de lo que me había puesto el despertador. El hotel nos había preparado el desayuno a las 5 y a las 5:30 vinieron Fran y Mike a recogernos.
Nada más llegar a los boxes anunciaron que debido a la bajada de temperaturas por la tormenta nocturna (de la que ni me había enterado) se permitiría el neopreno. Así que salimos pitando al maletero del coche a por los neoprenos. En el fondo me vino bien para distraerme ese rato e ir casi directamente hacia la playa. Una vez allí más del jajajajaja habitual:
Entramos en el agua y calentamos un poco.
Salimos y nos damos los últimos abrazos con los acompañantes. Mimi me pega un buen abrazo y me dice una cosa que me casi me hace llorar: “has entrenado bien, te has sacrificado mucho y ahora tienes que sacarlo todo. Todo!! No te dejes nada y dalo todo porque los tuyos no esperan otra cosa que un éxito”. Se me pone un nudo en la garganta y le doy las gracias.
Entramos en los boxes y ahí ya nos despedimos entre nosotros. ¿que le puedo decir a cada uno de estos 4 amigos? Nada más que un sincero “disfrútalo tío”. Siempre trato de encontrar medio minuto para cerrar las ojos y repasar todas lo que he vivido hasta llegar a la línea de salida: los madrugones, el agotamiento, la satisfacción al acabar las salidas largas, el frío de las mañanas, el calor del verano, las series…. y no paro de escuchar en mi cabeza las palabras que siempre me reciben en casa “lo vas a hacer super bien”. Entonces me doy cuenta de que estoy medio bailando con los ojos cerrados. ¿cual es esta canción? No puede ser!!! Es Born To Run de Srpingsteen!!! Abro los ojos y empiezo a saltar!! Canto cada frase porque me la sé de memoria. En el blog tengo un enlace a una versión acústica de esta canción y en la introducción Bruce dice “nadie quiere ni merece ser un sin hogar”. Me da un subidón enorme que me llena de optimismo…. entonces PAM!!! A nadar!!!
Nos habíamos metido en el cajón de 1h-1:10h y la salida fue bastante tranquila y sin golpes; como casi todo el segmento de natación. Salí fuerte y recordé los consejos de Fran “al llegar a la tercera boya hay que relajarse y concentrarse en el ritmo de carrera” y así lo hice. Como no cogía mi ritmo empecé a contar las brazadas y a pensar en las series de Popov que tantas veces había hecho en los últimos meses: 4 tandas de 21 brazadas respirando cada 3 brazadas tienen que ser 100 metros perfectos. Y me sirvió para encontrar mi ritmo y relajarme.
Llegamos al primer giro y no recibo ni un golpe; encaramos la playa de nuevo y cuando llegamos veo que llevamos 2400 metros y 42 minutos. No sabía si eso estaba bien pero si recuerdo pensar que estaba más cómodo nadando que en esos 5 metros que había que volver a nadar por la arena. Así que tiré a nadar lo antes posible y esta vez coguí el ritmo en seguida. Además pensé que ya había hecho más de la mitad así que empecé a apretar un poco y notar que el cuerpo respondía bien fue una sensación fantástica. Otra vez la boya grande y el último giro; noto que el reloj vibra, debe el aviso de los 3000 así que ahora hay que sacar todo lo de los brazos porque ya no me van a hacer falta…. y sigo apretando sin sufrir mucho.
Cada veo más cerca la playa y casi sin darme cuenta veo a gente ya de pie. Sigo nadando hasta que toco el fondo con las manos y me pongo de pie. Me quito el gorro y las gafas, tiro de la cuerda y se me abre el neopreno sin problemas… joer, todo bien! Llego a la arena y miro mi reloj: 1h:08 min! Guau! Que bien!! Empiezo a correr pero paso muy despacio debajo de las duchas para quitarme toda la sal posible.
Corro hacia la zona de transición y oigo a Mimi, María, Ruth y todo el equipo chillándonos y animando a tope!!! Les saludo y sigo corriendo.
Cojo mi bolsa y pongo el casco lo primero. Me siento y me quito sin prisa el neopreno, me lavo bien los pies, me pongo las zapas, el mallót de Montemar-FISADE y repaso que me falte nada. Todo ok… pues a por la bici!!!
Salgo tranquilo y en seguida me encuentro cómodo en la bici. Pero antes del km 10 tengo la sensación de que he pinchado la rueda de atrás. No tengo claro si es el asfalto rugoso o la rueda, así que paro, toco la rueda y me alivia que está bien así que arranco de nuevo. Me pasa Rafa, del Arena, y Big Mike. Les digo que todo está bien y en seguida estoy otra vez a mi ritmo.
Sabía que los primeros 120 km eran poco exigentes pero no tenía que agotarme porque después vendría el puerto duro…. y otros tantos kms hasta completar los 180. Me encontré muy bien y, además, la temperatura era muy buena así que mantuve una media entre 31 y 33 km/h sin sufrir. Además, cuando me relaja un pelín me adelantaba Mike y me contaba un chiste. Mike es la mejor compañía para cualquier cosa, pero sobretodo para estas aventuras. Sobre el km 60 entramos en un pueblo (creo que se llamaba Muro) que tenía una buena cuesta después de una curva. Ahí nos quedábamos todos clavados hasta cambiar al plato pequeño y solo se oía resoplidos y “me-cago-en-la-p#¢∞¢@”…. pero de repente oigo a Mike “por favor señora, un sitio barato para comer de menú por aquí?…”. Genial. Siempre siempre viendo el lado positivo.
Sobre el km 90 volvimos a pasar por Alcudia y volvimos a oir los ánimos de nuestra expedición. Me sacan fotos tan chulas.
Y a partir de aquí, unos 20 km fáciles antes del puerto.
No es un puerto duro, pero a esas alturas de la carrera se me hizo muy duro. Además, empezó a hacer calor del bueno. Había un cartel al inicio que decía que eran 7 km de subida pero ya sabíamos que luego había otros 5 por arriba hasta empezar a bajar. Y justo cuando quedaban 2k de subida el cielo se puso negro negro y empezó a llover. Al principio solo una gotas pero en 5 minutos se organizó una auténtica tormenta de verano y nos cayó el diluvio universal!!!! No veo ni torta y me empiezo a poner nervioso. Parece que estamos en un recta muy larga que acaba en cuesta arriba así que dejo de pedalear y no toco los frenos. Sigo sin ver casi nada y cuando noto que empezamos a subir toco un poco los frenos pero la bici no frena nada de nada… y ahí si que me pongo nervioso de verdad. Yo pensaba “joder!!! no puede tocar un día normal?? El año pasado 38º grados en Frankfurt y este el diluvio universal!!!”.
Menos mal que hay otra recta bastante larga. Sigo tocando el freno de atrás poco a poco pero la bici no frena. Bueno, mirad en esta foto como llovía:
Como suele pasar en las tormentas de verano, deja de llover casi de golpe. Veo como el agua sale de mis zapatillas y noto que estoy empezando a tiritar. Me da igual porque lo que me agobia es que las ruedas de perfil están tan mojadas que no las pastilllas de freno no hacen efecto. Sigo tocando los frenos y parece que empieza a frenar… Seguimos por otra recta y me adelantan Mike y Michi; me dicen que toque poco a poco los frenos y empieza a funcionar. Menos mal….
Sale el sol y empezamos las curvas de la bajada del puerto. Me habían dicho que tuviera mucho cuidado porque había unas 60 curvas de 180 grados. Yo bajo bastante mal y lo único que me tranquiliza es que ya no llovía y la carretera estaba seca en las curvas. Así que bajé muy despacio y concentrado.
Cuando dejamos el puerto atrás y volvimos a las carreteras rectas me relajé un montón. Pude acoplarme de nuevo y volver a rodar a las velocidades que tenía previsto (30-33 km/h). Sobre el km 140 vuelve a llover y aunque no es nada comparado con de antes me sienta fatal porque vuelvo a notar frío en los pies y la espalda. Durante unos 5-10 km abandono psicológicamente. No tengo ganas de seguir empujando. Este es mi momento de desquicio. Siempre me pasa en la bici. El año pasado fue en el km 90, esta vez en el 145. Sabía que esto iba a llegar así que lucho contra mi. Cambio de comer barritas a geles y me bebo un bidón y medio de líquidos. Pero sobretodo pienso “solo quedan 30 km macho, dos avisos más del reloj, hay que seguir”.
Me vuelvo a poner acoplado en la bici y poco a poco recupero el ritmo de carrera. Cuando el reloj me avisa del km 165 sé que solo me queda un último empujón. Empieza a llover más y los voluntarios nos advierten que vayamos despacio en las curvas porque el suelo resbala mucho. Lo hago así y dejo de ir acoplado la mayor parte del tiempo. Estoy harto pero me queda muy poco. Voy por carreteras estrechas en medio del campo y llueve de lo lindo. Miro el reloj: solo me faltan 7 km. Aprieto los dientes y trato de darle duro para acabar de una vez este calvario.
Entro en Alcudia y ahí ya no llueve pero está todo lleno de charcos. Veo a mucha gente animando, todos con paraguas o chubasqueros; y también veo a gente que está corriendo. Me acabo el agua de un bidón. Llego a los boxes, dejo la bici y noto un alivio tremendo. Mi pequeño reto personal de superar el desquicio ya ha pasado. Llevo años corriendo sin calcetines y solo me los pongo cuando llueve (o sea 1 vez al año); me había dejado unos en la bolsa de transición y tengo claro de que hoy es día de calcetines. No me gusta nada la sensación de llevar el pie y los dedos tan ajustados pero sé que con tanta agua lo más seguro es que la piel se me reblandezca mucho y me salgan heridas. Me cambio relativamente rápido, cojo mis geles y 4 o 5 totum sport.
Salgo como un tiro y salto el primer avituallamiento que está en el km 1. Quiero correr, entrar en calor y ver que tal están mis piernas. El reloj pita en el primer km y veo tiempo: 5min:05 seg. Sé que es demasiado rápido y esto me va a pasar factura así que me concentro en buscar la velocidad de 5:20 que quería hacer en la primera media maratón. Me cruzo con Fran que va muy bien y ya lleva una vuelta!!! Me chilla “Vamos Cordero” y nos chocamos la mano.
Segundo pitido: 5:10. Mal! Me concentro y pienso “así no vas aguantar! busca el ritmo de las salidas por la mañana…” Tercer pitido: 5:15…. no! Respiro hondo y llego a un avituallamiento. Paro pero sigo andando. Bebo agua e isotónico. Trato de concentrarme y vuelvo a correr. Desde ahí conseguí mantener el ritmo de 5:20 con la sensación de ir conteniéndome. Cojo mi primer pulsera en el km 9 y me encuentro de maravilla. Veo a las chicas animándonos y Mimi que ya está afónico. Creo que algunas de estas fotos son de esa primera vuelta.
Siempre me planteo un maratón como tres partes de km 14 pero esta vez cuando cruzo el primer tercio sé que me queda mucho y aún tengo que reservar. Ahora lo importante es mantener el ritmo. El ambiente es buenísimo. La gente anima a tope por todas partes. Adelanto a Mike y me dice que se encuentra muy bien. Me hubiera encantado correr más rato con él pero cada uno tenemos que hacer nuestra carrera.
Cojo la segunda pulsera en el km 18. Me encuentro bien. Empiezo a notar que ya no tengo que contenerme nada para ir al ritmo de 5:20 min/km. Hasta ese momento había bebido en un avituallamiento si y en otro no. Hacía un día perfecto para correr, poco calor, nada de viento y el asfalto fresquito. A partir de este punto sí que paré a beber en todos los avituallamientos; realmente, andar rápido para poder beber bien y echar a correr en seguida.
Paso la media maratón y cambio la pantalla del reloj para ver que tiempo llevo. Creo que marcaba 1h:51 así que me llevo una alegría. Tenía la espinita clavada de no haber podido correr bien el año pasado en Frankfurt y tenía la pequeña ilusión/reto de hacer la maratón por debajo de las 4 horas. Sabía que si mantenía el ritmo de 5:20 en la primera media y 5:30 en la segunda lo conseguiría.
Adelanto a Javi Leach. Dos semanas antes le había dicho que le pillaría en la media maratón y justo cuando pasaba por el cartel del km 21 le pillé. Le chillé “Te lo dije Javi!!! Media maratón!!! Vente!!!” pero me dijo que el iba medio andando ya y no me iba a seguir.
Acabo esa vuelta y me dirijo a coger mi tercera pulsera, en el km 27. Entonces veo que Mimi viene corriendo hacia mi y me graba este vídeo:
Km 28. Quedan el último tercio del maratón. Ahora empieza lo duro de verdad. Ahora es cuando hay que apretar y mantener. Ahora si que me duelen las piernas pero no mucho. Realmente no siento dolor solo cansancio. El último gel que me había tomado no me había acabado de caer bien del todo así que en dos siguientes avituallamientos me tomé solo Totum Sport, que es agua con sal, y dos vasos de isotónico. Con eso consigo que el estómago vuelva a su sitio y no noto ni una molestia más.
Km 30 y entro de nuevo al paseo de la playa. Vuelvo a ver a las chicas y a Mimi animando a tope. Empiezo a contar los km pero hacia atrás. Me digo que ya solo quedan 12, 11, 10… Me “regalo” un km a 6 min para poder beber y relajar un poco las piernas. Me acuerdo en todo lo que me han contado mis amigo y Antonio Dieguez “ahora empieza el Ironmnan”. Me concentro de mantenerme la espalda recta, los hombros atrás, los codos flexionados…. pero del ombligo pa´bajo que cada parte siga como pueda!!! Y me funciona porque consigo mantener el ritmo de 5:30. Me cruzo con Rafa, del Arena, y me dice “ya nos vamos a casa tío”. Subidón de energía positiva.
Cojo la última pulsera y tengo ganas de llorar…. pero de saber que me quedan 5 todavía!!! Me salto el siguiente avituallamiento con rabia y por las ganas de llegar ya de una vez. Noto un calambre en la pantorrilla y me tomo el último totum que llevaba. No vuelvo a notar nada. Entonces me cruzo con Michi que me choca la mano y me dice “vaya carrerón tío”… guau!! escuchar esto de un tío que está haciendo su IM número 18 me emociona pero solo me digo a mi mismo: 3 km más!!!
km 40. Chillo!! Si, si, chillo de alegría y me doy cuenta de estoy animando yo al público!! Ya lo tengo!!! En seguida entramos en el paseo otra vez y km 41!!! Ay madre, esto se acaba!! Por primera vez cambio la pantalla del reloj y veo que llevo 11h:20 min y 3h:45 min en el maratón!!!! y entonces si que chillo!!! Chillo y grito de alegría!!!! Acelero a tope y empiezo a ver las banderas de la meta.
Oigo la música y veo a Mimi y las chicas aplaudiendo y diciendo “ya lo tienes, se acabó!!!”.
Giro a la derecha y entro en la alfombra de meta sin que haya ningún corredor. Chillo como un loco y la gente me chilla más aún. Levanto las manos y cruzo los dedos índices para hacer una W.
Estoy en meta en 11h:27min.
Quiero llorar pero no paro de sonreír y de chillar “si, si, si”.
Estoy contento.
Estoy muy contento.
Y estoy satisfecho.
He tenido un buen día y las cosas me han salido bien.
Un ironman es una prueba muy larga y puede pasar de todo. Yo puse todo de mi parte para hacerlo bien pero eso no me garantizaba el resultado.
Soy finisher de un ironman por segunda vez.
Mi amigo Alberto dice que en las carreras piensa “aguanta que esto se lo contarás a tus hijos”. Por segunda vez cruzo la meta de un IM estando Wipi embarazada y eso ha sido una motivación especial.
Solo puedo repetir lo mismo que dije en el km 27 del maratón, cuando llevaba 211 km en el cuerpo: aquí no se llega solo así que gracias a todos los que me habéis apoyado.
Ahora voy a descansar una temporada.
Gracias a todos.
Nos vemos con la zapas.
O con la bici.
O nadando.
O con una cerve…
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Enlaces sobre esta prueba
Nombre |
Categoría |
Tiempo |
Puesto General |
Puesto Categoría |
Alberto Cordero |
35-39 |
11:27:27 |
745 |
154 |
Javi Leach |
35-39 |
12:05:49 |
976 |
183 |
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