Domingo 15 de Mayo; suena el despertador 6:30 am. Bajamos a desayunar mi hija Martina y yo, ya en la cafetería del hotel hay mucho ambiente de corredores, entre ellos un conocido “Francisco”, le invitamos a que viniera con nosotras a Vitoria, ya que nuestro hotel estaba a unos 6km de la ciudad.
8:00 am, aparcamos y nos dirigimos hacia la salida, calle Los Herrán, hacía bastante frío y tenía pinta de que iba a llover, de camino nos encontramos con algunos conocidos de las redes sociales, nos saludamos e hicimos fotos, con muy buen ambiente, llegó la hora y me coloqué junto al globo de 3h 45min, lo iba a llevar Javier un chico que por “mi culpa” se animó a colaborar como practico en esta Maratón, a tan solo 10 min de que comenzara la carrera, empezó a llover, ya sabía que no iba a ser tan fácil, la ropa y las zapatillas mojadas son “inconvenientes” abrazo a mi hija Martina, le doy un beso, me desea muchísima suerte, y comienza mi sueño, junto a mí 4.600 corredores, con dorsal verde 10km, naranja media maratón y azul maratón, a pesar del frío y de la lluvia, me encontraba bien y con ganas de correr. La semana previa de la maratón solo salí un día, quería reservarme, no tardé en distanciarme del globo de 3h45min ya que mi ritmo era 4’50” y 5’05”, la carrera transcurría por grandes avenidas, rodeadas de verde, pero a esas horas y lloviendo la verdad es que no había mucha gente animando, era una pena porque los tramos donde había gente, animaban muchísimo y se hacía mucho más llevadera, los gritos de ánimo en vasco me llenaban de energía, NESKA TXPELDUM, nunca olvidaré esas palabras, y entre los corredores que me reconocían en plena carrera y saludaba se me iban pasando los kms, hasta el km 32, aquí empezó para mí la maratón, el frío, la lluvia, la soledad, empezaron a pasar factura, mis manos estaban congeladas, debió de darme una bajada de temperatura y empecé a temblar y perder fuerza, mi ritmo empezó a bajar, me alcanzó un grupo de corredores, entre ellos un chico que se quedó a mi lado y me preguntó cómo estaba, le dije que no sentía las manos, había intentado abrir un gel y no podía, y el cogió mis manos y las froto con las suyas para poder calentármelas, imaginar ese gesto lo que se puede agradecer, permaneció a mí lado hasta el km 35, me dijo que en ese avituallamiento había de todo hasta dulces, yo solo cogí un plátano y un gel, no paré continúe, si leyera esto me encantaría darle las gracias, era un chico rapado e iba con tritraje.
Volví a quedarme sola, y escuché como una niña pequeña animaba desde una ventana, mientras decía vamos campeona, y miré hacia arriba para agradecérselo, cuanto se agradecen esos ánimos, en el km37 había un giro de 180grados, aprovechábamos para mirarnos y animarnos, no recuerdo en qué rotonda había un grupo de voluntarios animando, y me gritaron, ¡vamos runneralicantina!, lloro solo al recordarlos, si no hubiese sido por esos ánimos dudo que hubiera logrado acabarla dadas las circunstancias. Aprovecho para dar las gracias a todos los voluntarios que había, en los cruces, en las rotondas.
Km38 me alcanzó el globo de 3h45min. Era Javier, me animó a seguirle, pero yo no tenía fuerzas y vi cómo se alejaba.
Km40 me rendí, me arrodillé y rompí a llorar, en ese momento pensé lo que agradecería que mi hija estuviera ahí, estaba sola y el saber que ella me esperaba en meta, me daba ánimos, así que me levanté y continúe como pude hasta llegar al km 41. Había un pasillo de gente animando, de repente, saqué todo lo que llevaba dentro y corrí con todas mis fuerzas, ya divisando la meta, y pisando la bonita alfombra azul, que decoraba la calle Dato. Acababa de cumplir mi sueño, cruzar la meta de la maratón de Vitoria, ese momento será inolvidable, mi hija me abrazó y me sentí muy muy feliz.
Emocionada y agradecida, seguiremos trotando y soñando.
MaJo “RunnerAlicantina”
—
Enlaces sobre esta prueba
Nombre | Categoría | Tiempo | Puesto General | Puesto Categoría |
Majo | VET C FEM | 3:50:21 | 565 | 9 |
—