Del blog de Elías “Pasión por el running“
Al final fuimos 11 personas las que a las 21:00 de la noche del viernes arrancábamos desde la puerta de mi casa en Castalla. De Yecla se acercó Verena, de Alcoy lo hicieron Jessi, Noelia y José Miguel, de Castalla se sumó Sergio Galiateo, de Alicante subieron Esteban Díaz, David Galiana, Juanma, José Luis Galiana y Gosa.
Una buena mezcla y amalgama de clubes: A to trapo, Club de atletismo de Castalla, Aper, Club Nativos, Onsen Runners. Pa muestra que mejor que echar mano del fotógrafo oficial de la cursa, Juanma. Algunos, además, estrenamos equipación.
En los primeros compases todavía hacía calor. A los dos kilómetros dejábamos el asfalto y poco a poco nos internábamos en la Serratella, primera senda de subida un tanto abrupta y también un tanto técnica.
Un kilómetro y medio de constante subida y pisábamos la primera pequeña cima. El atardecer espectacular, al fondo y a la derecha veíamos el macizo de la sierra del Reconco y a la izquierda podíamos divisar los últimos 5 minutos de un sol moribundo junto a la sierra de Biar.
Continuamos hasta llegar a la “Casa del Revolcador” y en vez de pasar por delante de la jauría de canes hambrientos y evitar que alguno de nosotros sirviésemos de carnaza de un tal festín, decidimos girar, cogiendo una senda que rodea la casa por detrás de esta y adentrándonos un poco más en la Sierra de la Argueña.
Al poco y a través de una corta pista, llegábamos a la Font de la Carrasca, todavía con agua, gracias al atípico comienzo de verano. Recargamos los bidones y comenzamos el ascenso hasta la Umbría del Carrascal, el “Pou de Nou” totalmente restaurado despertaba la curiosidad de todos. Aprovechando el alto, algunos preparamos el frontal y comimos algo.
Arrancamos de nuevo y ya no paramos hasta llegar a los pies del tortuoso cortafuegos que culminaría cerca de la cumbre de la Replana. Al llegar a la cresta, la suave y fresca brisa invitaba a quedarse más tiempo allí, disfrutando de las vistas y de tal agradable momento. Alguien hizo que algunos despertásemos y con la voz de “Oso Ondo” continuamos cabalgando la cresta de la replana; a unos metros antes de coger la senda que parte del mismo camino hacia la derecha, vimos unos frontales parados al fondo, era otro grupo de corredores a los cuales saludamos y lo mismo hicieron ellos.
Habíamos dejado la pista de la replana atrás, y nos dirigíamos hacia “Las fermoses”, a través de una senda con algo de roca. Las vistas y la suave inclinación del terreno, invitaban a bajar “a fuego” o al contrario, tomarte tú tiempo para poder escudriñar el paraje por el que pasábamos.
Dejamos la senda para coger otra pista que nos llevaría al GR-7 y sobre este, tomamos dirección norte, al poco lo abandonábamos para comenzar el ascenso a la “Lloma Ampla”, a la izquierda podíamos observar la “mano del hombre”, troncos de pinos, posiblemente algunos de ellos centenarios, apilados como mondadientes, el olor a resina era abrumadora.
Al grito de otro “oso ondo”!! y al poco estábamos en la cima de la Lloma Ampla, comenzamos a trotar por la serpenteante senda que crestea hasta la encrucijada del “Camí Real”. Haciendo una pausa se podía contemplar un cielo limpio y plagado de estrellas. Una vez todos reagrupados, propuse dos alternativas, o bajar hacia Cantalaes y desde aquí al “Pino del Litero” o continuar recortando por la “Caseta del Ángel” hasta el “Pino del Litero”. La falta de tiempo y no el cansancio hizo que todos nos decidiésemos a bajar por la “Caseta del Ángel”.
Llegamos de nuevo al asfalto, y después de un par de kilómetros, pisábamos de nuevo el punto de inicio.
Bocatas, birras y coca para una buena jornada de entrenamiento en buena compañía.
Elías
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Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada 4 kilómetros.
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El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo.
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