Alguna carrera había que hacer por estas tierras, ya que me toca estar por aquí una temporada trabajando, ¿no?
La verdad es que no era la primera opción, pues la semana pasada se celebró la edición 100 de la Jean Bouin en Barcelona, la carrera popular más antigua de España, pero la agenda familiar no me lo permitía. En cualquier caso, cada vez me encuentro más a gusto pisando piedras que asfalto.
La preparación estaba casi hecha, pues hace 3 semanas estábamos dándolo todo en la V Gran Carrera del Mediterráneo, así que sólo había que subir algunas cuestas pisando tierra y ya está. Además, parecía que no era demasiado exigente con 26,4 km y +550m de desnivel positivo según la organización. “Corrible” decía algún compañero montañero que he hecho por aquí. Había otras dos modalidades: Trail de 15km con unos +350 y Marcha Nórdica 14km.
Pero alguna mentirijilla había. Al final 27km y +700m de desnivel positivo que, aunque parece poca diferencia, es mucha cuando os cuente ahora el tipo de carrera.
A las 9 de la mañana salida desde el Parc del Francolí a la entrada de Tarragona. 5ºC, bien abrigado y dispuesto a salir fuerte para probar las piernas hasta dónde aguantan. De hecho, me coloco delante y digo, “para una vez que voy a ir primero, tiro”. Los primeros 3km llaneando ligeramente hacia arriba, a 4’30″/km haciendo de liebre de la élite. Cuando empieza la primera cuesta, me relajo, y un pipiolo (que luego quedó 3º), me dice. “¿ya aflojas?”. – Yo: “tira, tira, que ésta no es mi carrera”.
Pero es que no era un cuesta, eran 100. De +5, +10, +15… y hasta la más fuerte de +72. Las 4 más fuertes, totalmente de montaña con piedra de canto para arriba con senderos estrechos y bajadas corribles con piedra suelta y muchas raíces, técnicas, pero rápidas. Pero siempre con subida o bajada que no duraba más de 350-400m de longitud. Un rompepiernas vamos. Corrible, pero para quién está muy fuerte. En el kilómetro 6 ya me sobraba todo y me quito la térmica, los guantes… y porque no podía correr sin camiseta a pesar de los 9-10ºC, el solecito y mantener pulsaciones siempre por encima de las 180ppm se nota. También hay que mencionar unos cuántos túneles para pasar por debajo de autovías y carreteras, e incluso, un punto neutralizado por la posible coincidencia con coches en un camino (aunque no hizo falta parar en mi caso). Pero la mayor parte del recorrido muy bonito con mucho arbolado y el mar a la espalda a lo lejos.
Cuando llego al kilómetro 16 veo que ya he hecho los +550 y pienso que en el track (que adjunto), había todavía 3 o 4 subidas hasta el 21. Pues efectivamente, sube-baja y cuando llego al 21,5 encuentro una subida de apenas +30/40m pero empinada y angosta como si estuviera en plena Serrella. Luego, entre bajar y llanear, las piernas ya no responden y se corrió cuando se pudo.
No hay más que ver mi resumen de actividad en el reloj para entenderlo. Del kilómetro 3 al 24, todos tienen entre 25 y 70m de subida y bajada en el mismo kilómetro.
En cuanto a la organización, el C.E. Alliberadrenalina (su logo es una cabra, no digo más), excelente. Muy bien señalizado. 3 buenos avituallamientos con naranjas, plátanos, donuts, frutos secos. Fantástico, aunque los disfruté lo justo para parar poco. En la salida, el presidente de la asociación explica la carrera, consideraciones muy importantes y da ánimos y anuncia que al final tendremos todos hamburguesa y cerveza/Coca-Cola. Así que más motivados todavía para acabar. La única pega, que el desnivel previsto no coincidió con la realidad y mis piernas lo notaron al final, sufriendo para acabar trotando a ratos en los últimos 3km.
Al final, 2h56′ incluyendo paradas en avituallamientos y todo. Contento por acabar, correr todo lo que pude y comprobar que las piedras me gustan cada día más. Recomiendo la carrera para los que les gusta la velocidad en la montaña, no el desnivel. Pero también preparar esos cuádriceps para aguantar un sube-baja inacabable.
Enlace de la clasificación: https://sportmaniacs.com/es/races/imperial-tarraco-trail-2023/656c69aa-009c-491b-80d8-4cd8ac1f12a0/results#rankings