Ya el año pasado intentamos acudir a esta cita pero las inscripciones se cubrieron demasiado pronto y nos quedamos sin plaza, así que este año anduvimos atentos y en cuanto se abrió el plazo formalizamos nuestra inscripción en la II Edición del Yeti Trail en Sierra Espuña. Una prueba que este año tenía el aliciente de ser Campeonato Autonómico Murciano y que constaba de un recorrido de 44 km y 2.600 m de desnivel positivo.

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Los elegidos para la gloria, como el buen jamón fuimos las 5 jotas: Jesús, Juanma, Juanjo, Jaume y yo (Juanjo). Jesús se nos había adelantado y compartía casa rural con Pepe y el resto del equipo nos encontramos a las 5:30 am en el punto de encuentro para iniciar nuestro viaje a la Sierra. Numerosos y espesos los bancos de niebla nos acompañaron durante buena parte del camino.

En torno a las 7:15 ya estábamos en El Berro, punto de inicio y final de la prueba, para la recogida de dorsales, saludos a los amigos y primera gran chapuza de la prueba. Señores, Campeonato Absoluto de la Comunidad Murciana ningún árbitro en la recogida de dorsales y todavía peor, podías presentar o el DNI o la Tarjeta Federativa (las dos cosas juntas no te las pedían) vamos que si quisieras podía correr Kilian por ti. Vamos que los resultados de la prueba serían totalmente impugnables.

En fin para continuar, la salida de la prueba se demoró 20 minutos pero al final salimos y empezamos a disfrutar de ese maravilloso paisaje. Los primeros nueve kilómetros fueron muy rápidos, se trataba de un sendero que iba faldeando entre bosques de pinos y zona de umbría muy agradable pero que no te permitía descanso. Llegando a la casa del forestal ya nos hicimos a la idea de lo que nos quedaba, Morrón Grande, Morrón Chico y Peña Apartá. Cruzamos el área recreativa de Campamentos para comenzar la que sería la primera de las subidas serias de la carrera, una subida muy continuada pero muy llevadera, sólo con algunas rampas duras en su tramo intermedio, eso sí todo el rato entre exuberante vegetación. Justo en la cima nos encontramos al Yeti dando ánimos para continuar.

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Desde la cima de la Peña Apartá, comenzamos un descenso con algún tramo técnico pero muy corredero y que nos dirigió hacia la base del morrón Grande para iniciar la segunda de las subidas de la prueba. Subimos por su parte de detrás, ascensión nada técnica entre bosque, admirando las enormes paredes del Morrón y sus características antenas en la cumbre. Casi sin darnos cuenta terminamos la ascensión hasta un collado ya que no hicimos cumbre, para coger la pista de tierra que recorre los Pozos de nieve de Cartagena, algunos en muy buen estado de conservación. Desde aquí comenzamos un descenso meteórico para no tener problemas con el cierre de control, hasta llegar al área recreativa de La Perdiz. Totalmente recomendable, se puede acampar, hay barbacoas y un chiringuito donde hacen buenas paellas.

Desde La Perdiz tomamos el sendero del dinosaurio hasta el punto de control, donde tras tomar un poco de aire ya que no había otra cosa que tomar, empezamos la subida más dura y larga de la prueba. Sin pausa pero sin prisa íbamos ganando altura, admirando el imponente paisaje del parque natural, a nuestra derecha las inmensas paredes del Valle de Leiva y a nuestra izquierda el Valle de Alhama. Tras unas duras rampas llegamos al sendero del Caracol, vaya nombre más curioso, creemos que lo llaman así porque vas por él a la velocidad de un caracol. Se trata de un sendero horadado en la roca con muros de piedra construidos en la falda de la montaña y que poco a poco rodea el Morrón Chico hasta encaramarse en su grupa y divisar al fondo la caseta y punto geodésico.

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Por fin ya no quedan más subidas, todo bajada hasta El Berro. Primer tramos hasta el collado Blanco, donde como venía siendo la tónica no había nada de comer y no te llenaban la botella de agua. El tramo más duro, unos 10 km de recorrido y 800 mts positivos sin avituallar y cuando llegas, res de res, totalmente en contra del reglamento FEDME.

Desde el Collado Blanco iniciamos un muy bonito descenso entre pinos donde el suelo estaba a rebosar de pinocha que iba amortiguando nuestro trote, pronto alcanzamos la pista del Valle de Leiva con sus imponentes paredes y vías de escalada, donde numerosas cordadas disfrutaban del día al grito de “dame cuerda”, “al loro”, “chupa, chupa”, “reunión”. Qué bonitos recuerdos cuando escalaba por primera vez en esas paredes, la Carrillo Cantavella, Carnaval o algo así.

Último avituallamiento, kilómetro 40, traguito de agua porque estaba empachado de la comida (jiji) y por una bonita pista y luego por una rambla de las que nos gusta corretear llegamos al bonito pueblo de El Berro y meta de la carrera con el objetivo cumplido. Para no perder la costumbre no había nada de avituallamiento, agua o aquarius y plátano, eso sí la organización ya se había guardado las migas para que a ellos no les faltaran y a los corredores que somos los que pagamos que nos den.

En fin una carrera muy bonita, por unos paisajes espectaculares, recorrido para disfrutar pero también para tachar y no volver. Un cero a la organización, no hay derecho que los que llegamos cerca del final no nos quede nada, pagamos lo mismo que los primeros. Yo a esta carrera la anunciaría como de autosuficiencia y es para cobrar como mucho 10€ por la camiseta de algodón que te dan.

Una cosa super curiosa no vi en todo el recorrido ningún pino infectado de procesionaria, lo que dice mucho del cuidado que hace Medio Ambiente de Murcia de este parque, que siga así y no cambie.

En cuanto al equipo Ñ todo un lujo, todas las unidades acabaron “on time” y Pepe y Toñi pódium en la Mini-Yeti como siempre dejando el pabellón muy alto.

A pensar en nuestro siguiente reto.

Juanjo

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[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ] Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 305. Las marcas aparecen cada cuatro kilómetros. Para ver el mapa a pantalla completa, haz clic en la lupa roja del margen izquierdo. El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo. View at Picasa

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Una de las pruebas que teníamos en el calendario de esta temporada era el MAM, el Maratón Alpino Madrileño, famoso por su dureza, acumula desnivel y un recorrido muy técnico que lo hace muy “atractivo” para todos los que nos gustan estas carreras. Es complicado conseguir plaza, sólo hay 350 y se cubren en pocas horas. Así que el día 23 de mayo a las 9:00 am estábamos pendientes para que se abriera la inscripción y pese a los problemas con la plataforma de pago, conseguimos apuntarnos. Un equipo Ñ con Edu, Antonio, Juanma y yo.

El sábado nos desplazamos a Cercedilla, población donde se celebra la carrera y lugar de nuestro alojamiento. Después de comer y descansar un rato nos vamos a recoger los dorsales. Nos encontramos a Hortensia y poco después a Jorge, vecinos de Murcia y Albacete respectivamente, con los que hemos coincidido en más de una aventura, la más reciente los 101 de Ronda. Con ellos compartimos cervezas, charla y cena y nos emplazamos para el día siguiente.

A las 6:30 suena el despertador pero hacía ya un rato que nos habíamos despertado. Comienzan los rituales. Primero el desayuno y después las cremitas y supervisión del equipo para ver que nada falte, ¡ah! y el Ibuprofeno para los calambres, nos llevamos uno puesto. Nos dirigimos hacia la zona de salida y meta que sería el polideportivo de Cercedilla. A las 7:30 comenzaba el control de dorsal, encontramos a nuestros buenos amigos Jorge y Hortensia que nos acompañarían en la carrera y con Eduardo Commedia que además de hacer de anfitrión y de darnos su apoyo con sus ánimos, nos hizo un excelente reportaje fotográfico. Saludamos a varios amigos más y nos dirigimos al corralito, unos con la tranquilidad por lo que venía, ya que conocían la carrera y otros atenazados por los nervios de lo que se avecinaba.

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A las 8:00am saludo del alcalde de Cercedilla, palabritas de Carlos Soria y del director de carrera y salimos todos corriendo camino del Puerto de Navacerrada. Nada más salir ya se hicieron varios grupos, Antoñito como siempre en cabeza de lanza, a la zaga Juanma con Jorge, detrás  yo y algo más atrás Edu con Hortensia (qué buena compañía). Los primeros kilómetros transcurrieron entre bosque y atravesando continuamente el curso de varios riachuelos, sorprendiendo incluso a un corzo que salió a toda pastilla al ver la cantidad de gente que se le venía encima. La vegetación era muy densa, repleta de helechos, carrascas, etc., era una maravilla corretear por estos parajes. Para mi sorpresa veo a Jorge con Juanma, aprieto el paso, los cojo y ya no abandonaría esta magnífica compañía hasta la meta, que mejor manera de disfrutar estos paisajes que rodeado de buenos amigos.

Pasamos por un paraje donde pastaban unos terneritos que al regreso se convirtieron en chuletones. Íbamos a muy buen ritmo así que pronto alcanzamos el avituallamiento del Puerto de Navacerrada donde nos esperaba nuestro amigo Commedia, reponemos líquidos y nos dirigimos a la primera de las subidas fuertes del día, La Bola Del Mundo, subida directa desde el puerto por las pistas de esquí para luego iniciar el descenso hasta el puerto de Cotos. La bajada de la Bola nos vino muy bien para estirar las piernas y trotar suavemente para ir recuperando. La bajada transcurría toda ella por la loma del Noruego, enfrente Peñalara con sus neveros, a la izquierda Siete Picos y a nuestra derecha Cuerda Larga, Cabezas de Hierro con su temido tubo y  que en un par de horas estaríamos subiendo.

Al llegar a Cotos ya teníamos resuelto el primero de los inconvenientes, el cierre de control, vamos muy bien y pasamos sobrados. Comenzamos la subida y nos cruzamos con el primer clasificado, su km 25 y el 17 nuestro, esta gente es de otro planeta. La subida hasta el Collado Citores fue muy cómoda y disfrutamos de los paisajes, Gredos al fondo, La Granja, Segovia. Jorge se adelanta con otro grupo. A buen ritmo conseguimos alcanzar a William Wallace ataviado con su falda escocesa y pinturas de guerra, no supimos lo que llevaba debajo hasta que Edu nos contó lo que vio. Pasado el collado ya sólo nos quedaba girar a la derecha y enfilar hacia la cumbre de Peñalara, techo de la carrera y punto más alto de toda la sierra de Guadarrama. Desde su cumbre empezamos el descenso y nos vamos cruzando con el resto de corredores que vienen subiendo. Al poco vemos a Hortensia y unos minutos después a Edu. Bajamos en un zig-zag por la arista de Dos Hermanas dejando debajo a la izquierda el refugio y laguna hasta tomar la pista, luego sendero que nos conducirá de nuevo al Puerto de Cotos.

Nuevo control de paso, vamos muy bien de tiempo, aquí hay que avituallar bien que nos espera lo más duro, el tubo de Cabezas. Nos despedimos de Commedia y tomamos la carretera de Valdesquí. La abandonamos unos kilómetros después. Atravesamos prados y riachuelos, el pobre Juanma gracias a un senderista que no se quitaba metió la pierna entera en el río, menos mal que no se hizo nada y pudimos seguir. Finalizado el bosque y antes de comenzar la ascensión del tubo había un avituallamiento estratégico con unas chicas la mar de simpáticas, la verdad es que estuvimos a punto de quedarnos aquí.

Poco a poco empezamos las primeras rampas del tubo, con un ritmo suave pero continuado, íbamos avanzando como si de una ascensión a un ochomil se tratara, se ve que el ritmo era bueno porque no nos adelantaba nadie y se enganchaban detrás nuestro. Finalizado el tubo quedaba lo peor, la ascensión a la cumbre de Cabezas Menor, un caos de bloques, entre grandes y pequeños superpuestos unos con otros. Para nuestro gozo un rebaño de cabras montesas que subían como si fueran por la autovía con cuernos y todo. Nosotros, también a cuatro patas, llegamos a la cumbre, km 28.5,  la calavera y fin de lo más duro.

Ya sólo nos quedaba Cuerda Larga hasta la Bola y para abajo. Mientras atravesábamos Cuerda Larga pudimos admirar las cumbre de la Pedriza, Yelmo, Pared de Santillana, embalse de Santillana y nacimiento del Manzanares. Casi sin darnos cuenta estábamos en la Bola del Mundo de nuevo, ya sólo nos quedaba una bajada técnica hasta el Puerto de Navacerrada y vuelta por el mismo sendero del bosque de la ida. Unos 7 km.

Esta bajada la hicimos junto con una chica portuguesa pequeñita pero que no paraba de correr. A trote cochinero fueron pasando los kilómetros, para llegar a meta y fundirnos en un abrazo.

Lo hemos conseguido, somos supervivientes al MAM.

En la meta nos reencontramos con Jorge y Hortensia. Antoñito, fresco como una rosa, nos recibe ya duchadito con una cerveza en la mano. Eduardo llega más tarde con dos c… y un tirón en el muslo que arrastra desde Peñalara. No hay quien pueda con él, es más duro que el granito.

Nos despedimos de los amigos que seguro que pronto veremos, y sin comer, coche y para la Terreta. Palizón de viaje para llegar a casa muy cansados pero satisfechos.

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[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ] Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada siete kilómetros. Si haces clic sobre ellas podrás ver kilómetros y altitud. Para ver el mapa a pantalla completa, haz clic en la lupa roja del margen izquierdo. El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo. View at Picasa

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