Se sale el viernes temprano, que por delante quedan casi 900 km de carretera. En Burgos se quedan Ángeles y María Jesús, mañana empezarán su peregrinaje hasta León. A las 18 h, después de visitar el bosque de las secuoias, se llega al Sendero del Agua, en la comarca de San Vicente del Monte, donde se merienda con amigos del mundo de la escritura. Llegada pronto al hotel, en Santander, saludos al grupo de corredores del Idella, de Elda, capitaneados por Ismael, gran amigo y colaborador importante desde hace años de la prueba de los 100 km. Pronto a la cama.
El sábado, a las seis, desayuno a base de fruta, zumos y cafés. Traslado al circuito de la prueba, colocación de pancarta y precalentamiento. A las 7 en punto la alcaldesa de la ciudad da la salida. Se dispone de un máximo de 13 horas para realizar los 100 kilómetros. La organización certificará cualquier distancia que se realice superior a 50 km. El circuito transcurre en un parque de El Sardinero, con un recorrido muy revirado, que mide 5 km. El tiempo acompaña, temperatura agradable y el sol que juega al escondite con las nubes. Poco más de cien corredores en carrera, cada uno con su objetivo.
Cuando llegan los últimos kilómetros, el cielo empieza a tronar y descarga una lluvia torrencial. Demasiado tarde como para que nadie piense en retirarse. El agua hace que desaparezcan los familiares y espectadores que animaban en cada paso por meta. ¿Y qué?
Jesús y Felete cumplen con su objetivo. El presidente hace 60 km en 8 horas y 8 minutos, Felete 50 km en 7 y 15, que prisa mata.
Los amigos de Elda, Roberto, Joaquín, Arturo y Paco Herrero también consiguen sus objetivos terminando todos en buen estado y con buen ánimo.
Ismael Verdú, además de premiar económicamente a la chica vencedora de los 100 km por batir el récord femenino de la prueba, invita a cenar al grupo de corredores y acompañantes de Alicante y a una representación de los organizadores cántabros de la carrera, en el Restaurante La Bombi.
El domingo, temprano, la pareja de A To Trapo, rememora los baños frecuentes en el Mediterráneo con una inmersión en las aguas cantábricas de El Sardinero. Después, desayuno y carretera.
En el Asador Marchena, cerca de Tarancón, parada a comer en grupo y despedida de los corredores de Idella y A To Trapo, emplazándose para repetir en 2023. ¿Quién sabe?