Después de más de 10 años de carreras de larga distancia en montaña, mi cabeza me dijo que necesitaba un cambio, lo tenía 100% claro. Decidí cogerme una excedencia indefinida del trail y buscar otros retos.
Ya había tonteado con el triatlón, haciendo varios cortos y un medio Ironman, pero el Ironman entero eran palabras mayores. Preguntando a los expertos, me recomendaron el Ironman de Vitoria para debutar en esta disciplina. Así que lo primero que hice fue apuntarme y luego organizar todo lo demás, ya no había vuelta atrás.
Recuerdo esa sensación de cuando la gente hablaba de que hacía Ironmans y yo lo veía como algo imposible. Recuerdo alucinar cuando Fede, que tiene mucha culpa de esto, venía a hacer ultras por montaña entrenando solo para el Ironman. Y así, sin darme cuenta, sin pensarlo demasiado, sin compañer@ de viaje, ahí estaba yo, apuntado a un Ironman.
Una cosa tenía muy clara y es que entrenar un Ironman requería un cambio en mi forma de entrenar. Hay que dedicarle más tiempo porque son tres disciplinas, por lo que necesitaba un entrenador para optimizarlo y tener claro que cada entrenamiento tenía sentido. Pregunté y encontré a Adrían Peris que ha sido sin duda el mejor compañero de viaje para esta aventura. Como dicen en la peli… “Profesional, muy profesional”. Después de mi década de entrenamiento anárquico, de vaya mierda de Z2, de yo salgo a divertirme, ahí estaba yo haciendo más caso a mi entrenador que a nadie antes en mi vida.
Del Ironman sabía una cosa: son 3,8km nadando, 180km en bici y 42,2km corriendo, pero no os lo creáis, yo os voy a decir los números reales, mis cifras.
9 meses de entrenamiento (Octubre a 14 de Julio)
333 sesiones de entrenamiento, una media de 35 al mes
412 horas de entrenamiento una media de 43 al mes, una media de 11 a la semana, las semanas de más carga 17h.
5.662 kilómetros (en las 3 disciplinas)
1.334 kilómetros corriendo
3.677 kilómetros en bicicleta
182 kilómetros nadando
60 horas de gimnasio
Y solo hay un secreto, disciplina, esfuerzo, constancia y como dice ELIUD KIPCHOGE, Vitamina “N” https://www.youtube.com/watch?v=yy–MP94bzs
Además me gustaría acuñar una frase, aunque seguramente alguien la habrá dicho antes… El Ironman no son 3 disciplinas, el Ironman son 5: Natación, Ciclismo, Carrera y… Nutrición y Descanso. Hay que entrenar todas con igual de compromiso.
Finalmente, después de tantos meses de entrenamiento, de haber disfrutado como nunca del camino, de un poco de miedo en las últimas semanas por posibles lesiones o el acechante COVID, llegó el gran día. Tenía claro que estaba preparado para hacerlo, pero quería hacerlo bien y cumplir con lo que mi entrenador me había dicho.
La logística de un Ironman es complicada, por lo que es imprescindible estar un par de días antes en el lugar de la prueba. Hay que recoger chip, dorsal, bolsas, dejar la bici en un sitio, la ropa de correr en otro… un poco de estrés añadido a la emoción de la prueba. No es complicado, pero no te puedes equivocar.
Llega el día. 5:30 en pie, desayuno y cogemos un autobús para Landa. Reviso la bici, que había dejado allí el día anterior y me pongo en la línea de salida con el grupo de Arena Alicante, en nuestro tiempo previsto de natación: 1h 15 min.
Segmento natación
La natación en el lago es una pasada, el lago es una pasada, 21 grados, casi no hacía falta el neopreno, boyas grandes, sin olas… todo perfecto. Diseño mi estrategia hablando con Juanmi, que fué salir alejado de la gente, a unos 10-15 a la derecha de las boyas, para no pelearme con nadie y poder nadar tranquilo. Salgo un poco fuerte, lo noto, pero poco a poco voy ajustando el ritmo. Todo iba perfecto, sin peleas, las gafas limpias, sin que me entre agua… llego al primer giro, miro el reloj y son unos 1600m. Al acercarme a la boya, empiezo ya a “pelarme” con más gente, así que levanto la cabeza y busco un hueco limpio. Llego al segundo giro, vuelvo a mirar el reloj y veo que ya solo quedan 1000 m de vuelta. Siento que todo ha salido perfecto, pero nadando es difícil saber si es una sensación o una realidad.
Llego a “meta” y al salir del agua voy super mareado, dando tumbos, me acuerdo de cuando en las películas decían que los marineros se mareaban al pisar tierra, pues tal cual… Miro el reloj y veo 1h 11 minutos. ¡WOW! Una sensación de felicidad y trabajo bien hecho se apodera de mí. Tenía previsto nadar a 2:00 el 100, lo que sería hacer 1:15 o 1:20, así que las sensaciones que tenía eran ciertas. Primera disciplina terminada, la que más asusta, la que más nervioso pone a la gente, porque quieras o no, no es nuestro medio natural.
T1
La primera transición o T1 es el paso de la natación al ciclismo. Vitoria tiene todo meticulosamente organizado, banquitos, bolsas… Me quito el neopreno, gafas y gorro, cojo calcetines, zapatillas, casco, gafas… voy a mear y empiezo a Pedalear.
Segmento ciclismo
180 km, previstas 6h. Al cambiar de disciplina lo primero que haces es ubicarte, colocarte bien en la bici, buscar el ritmo, comer algo, beber y empezar la jornada de trabajo. Desde el inicio no tenía buenas sensaciones. Las pulsaciones iban 5-10 por encima de lo previsto, aunque la sensación de esfuerzo era correcta. No conseguía ir cómodo acoplado, tenía pequeños dolores por todos lados. Pero no quedaba otra que pedalear.
El circuito son dos vueltas y media, algunos tramos muy bonitos, otros no tanto con unas carreteras en buen estado y un continuo sube y baja. Solo hay una pequeña subida con algo más de desnivel, el resto es un falso llano continuo que al final suman 1000 metros de desnivel positivo. Empieza a subir la temperatura hasta hacerla insoportable, me siento un poco atontado por el calor y algo desanimado. Aún así me obligo a seguir el ritmo y a no olvidarme de la nutrición e hidratación que tenía marcada.
Al empezar la segunda vuelta me pilla Juanmi, ¡qué alegría!, conversamos un poco y decidimos acompañarnos en la distancia, ya que en los Ironman no se puede ir a rueda. Encontrarme con él cambia mi estado de ánimo, y aunque el calor sigue apretando, ya lo afronto con otra actitud. Seguimos pedaleando, viendo como nos doblan los primeros con sus bicis perfectas, sus cuerpos perfectos, su ropa perfecta, su acople perfecto, su ritmo increíble de 45 km/h, todos con sus cascos de astronautas y sus perneras. Los vemos pasar a nuestro lado, pero desaparecen en seguida. Se nos queda esa mirada de admiración de cuando un niño ve a su padre hacer alguna “proeza”, pero también esa sensación de qué pequeño soy. En fin, a nosotros, los humanos, nos toca seguir pedaleando a cámara lenta, sufriendo, ellos parece que no lo hacen, para ir acercándonos poco a poco a los 180 km de carrera.
Como ya estaba previsto, sobre las 14:00 bajaba la temperatura de golpe, unos 5-6 grados, lo que nos hace un poco más fácil la última parte. Los últimos kilómetros son por el centro de Vitoria, miro el reloj, 180 km 30 km/h. Exactamente el ritmo deseado y previsto, a pesar del sufrimiento, de lo largo que se hizo, de las malas sensaciones, segmento de ciclismo pasado con nota, ¡van 2 de 2!.
T2
La segunda transición o T2 es el paso del ciclismo a la carrera. La transición más dura y la que más miedo da. Después de 6h de estar moviendo unos músculos, ahora toca cambiar a otros, teniendo en cuenta el cansancio acumulado. Otra vez la organización increíble, llegamos y le damos la bicicleta a un voluntario, que se encarga de dejarla donde toca. Corremos con las calas hasta otro banquito, nos quitamos el casco, cambiamos las zapatillas y en pocos minutos ya estamos corriendo.
Segmento carrera
Empecé el segmento de la carrera con una sensación de miedo y euforia. Al principio miedo porque no sabía cómo iba a responder después del exigente y largo segmento de ciclismo y luego euforia porque los primeros kilómetros me sentía fuerte, descansado y muy cómodo en el ritmo establecido. Empiezo con Juanmi, que pronto me dice que el ritmo era demasiado para él y yo aún a sabiendas de que iba demasiado fuerte, incumpliendo las intrucciones de mi entrenador… digo, hemos venido a jugar, así que me la juego. Mantengo el ritmo más o menos a 5:00 cuando lo previsto era 5:30.
El recorrido son 4 vueltas a un circuito, lo que te permite cruzarte con tu familia o acompañantes en cada vuelta, además está lleno de gente que te anima o que te mira con cara de, estás puto loco.
Paso la primera vuelta y le digo a mis hijos que voy demasiado fuerte, que lo voy a pagar, pero sigo, porque me encuentro bien… Pero a partir del km 16 aproximádamente, se me cierra el estómago, trato de ingerir un gel pero casi lo tiro y de repente las fuerzas se van! el ritmo se hace insufrible y empiezo poco a poco a bajarlo. Me cruzo otra vez con mi familia y les digo que ya no voy tan bien, aunque mi cara ya lo dice… paso la segunda vuelta y pienso ¡Dios mio” dos más! Me acuerdo de Fede y su frase alentadora “A intentar no andar en la maratón” y me obligo a correr, pero cuando paso por las avituallamientos, ando mientras bebo y como trozos de naranja que es lo único que me entra. Y cada vez el ritmo es más lento y el sufrimiento mayor. Me la jugué y no salió del todo bien, pero había que intentarlo. Tirando de experiencia de las ultras y de orgulllo, corro hasta el final, donde oigo los gritos de Belén y mis hijos aunque sin entender nada, ya que me aboserve esa sensación de felicidad extrema e incomparable de acabarar una carrera, de haber cumplido, de acabar con el sufrimiento, de después de 9 meses y como dice el sparker… DAVID YOU ARE AN IRONMAN.
Gracias
A todos los que habéis estado conmigo cuando os he necesitado.
¿Y ahora qué?
Estoy buscando pareja de baile para IM Lanzarote 2025, ¿te vienes?