Volver a Albacete para mi siempre es especial, la tierra de mis padres, tíos, abuelos, primos … vamos toda mi gente.

Cada año que es la afronto con la mayor de las ilusiones deseando llegar a meta y llevarme ese preciado trofeo que es la navaja. Mi novena navaja.

Albacete ciudad de la cuchillería, sirva como anécdota si os dais cuenta todos vuestros cuchillos de casa o cuando salís a comer y cenar fuera tienen que ser de Albacete, si no, no son los buenos …

Después de esta breve explicación llegamos a la carrera no sin antes mencionar a la querida Guardia Civíl la cual me pidió papeles y permisos a la entrada de Albacete perdiendo más de 10 minutos y no me hicieron soplar porque las pintas que llevaba estaban claras, iba a por mi novena navaja.

Quedamos en la pancarta con Gossa, Jesús y José Ginés, fotitos de rigor y al lío.

Me pongo en la parte final de la carrera y dan el pistoletazo de salida, la serpiente multicolor empieza a moverse, todo va bien, ritmo deseado entre 4:45 y 5 el km, van pasando los km y el calor de La Mancha empieza a hacer mella. La carrera me recuerda a Santa Pola con sus grupos de música en la calle y sus batukadas, Albacete ha mejorado mucho su 1/2 marathon, buen sitio para hacer marca. En algunos cruces veo a algún componente de A TO TRAPO, también veo al incombustible Alberto Costilla el cual me manda saludos para EL PRESI.

Caen los km por el paseo de la cuba en el cual todos los runners vamos buscando la sombra, pasamos por al lado del recinto de la feria y ya todo está finiquitado, sólo queda llegar a meta en la Av. España que está repleta de gente.

Último km y como dice mi amigo Javier Granizo (Promesas Villena) a ponerse guapo y foto final de finisher.

Una navaja más a la butxaca y van 9

Jorge López

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Como buen jamón ibérico, vamos a entreverar las crónicas, espero que os guste el 5J que os hemos preparado Abel (AP) y yo (DL):

AP: Llega un momento en tu vida en el que el día del trabajador, se convierte en el día del corredor.

Lo mismo ocurre con el día del padre, del niño, o del Espíritu Santo… cualquier festivo y oportunidad, es un buen pretexto para hacer lo que más nos gusta a muchos que es correr.

Se celebraba el 1 de Mayo esa cita anual en Granja de Rocamora combinando dos pruebas que arrancaban al mismo tiempo: la media maratón y la carrera popular de 11.750 m.

Mi amigo José Antonio del GD POLLITO debutaba en los 21.600 (regalito de unos metros extra por gentileza de la organización), y como no quería que fuese solo decidí acompañarle, pero en mi caso correría la de menor distancia, por futuras carreras venideras y no querer cargar el body en exceso.

No había un lleno absoluto debido a la coincidencia en fechas con la romería alicantina de la Santa Faz, o quizá la gente tenía otras cosas que hacer y decidió no inscribirse… cualquiera sabe. El caso es que nos juntamos allí unos 150 corredores en la media maratón, y apenas 50 personas en la carrera popular.

Pude conocer y coincidir al fin con David de ATOTRAPO, gran corredor, cronista y excelente human being. El optó por los 21k, y tras los habituales estiramientos, fotos, visitas al toilet y bromas, nos colocábamos bajo el arco y a las 10 de la mañana daban el pistoletazo de salida.

DL: Me apunto a la carrera con alevosía (no se lo digo a casi nadie) y nocturnidad (2 días antes de la prueba, en la hora bruja), y veo un pequeño detalle al apuntarme, 21.600, debe ser un fallo me digo yo, que serán 21.060.

Para allá que me voy, aún con la sonrisa puesta con la clasificación del Atleti para la final de Liga de Campeones, (oé, oé) y lo primero que hago es preguntar a los lugareños donde se cogen los dorsales, sorpresa!!!, sorpresa!!! Que no era tal el lugareño sino el gatopardo Abel y su colega José Antonio.

– Anda, ¿tú también eres de Atotrapo? Yo soy Abel  (joder!!!, el máquina)

Hablamos, calentamos, hacemos nuestras abluciones, rezamos a Alá y se da la salida.

Somos pocos, pero escogidos, Kiko de Apolana, Moratinos, Alberto “el sombrilla” al que hoy más que nunca le envidio la idea, cerca de los 30º en la Vega Baja, nos hemos escaqueado de la romería de Santa Faz, pero aquí vamos a hacer nuestro particular calvario.

AP: Iba a ser un día caluroso, de esos en los que el sol pica y acabas buscando la más mínima sombra durante la carrera…

Empiezo a adelantar desde el comienzo, tratando de no quedar atrapado en el tumulto inicial y manteniendo un ritmo constante que me permita ir en buena posición.

Me mantengo muy cerquita de la cabeza los primeros 5 kilómetros, y es una inspiración muy alentadora tener ahí mismo a grandísimos corredores como Mateo Pesquer o Kiko Pérez, entre otros también enormes que desconozco a día de hoy sus nombres.

DL: Abel sale como un tiro, al poco rato sólo se le ve la estela. Tenemos por delante  una vuelta cortita, (pa calentar) y 1 larga para los 11,7 km, y 2 largas para la media, en las que  llegamos hasta Cox. Chano, chano voy acomodándome a un ritmo que se ajusta a como estoy (que desagradecido es este deporte, la Semana Santa y parece que lleves todo el día de farra), la primera vuelta voy super cómodo, pero majo queda otra, con los termómetros trabajando,…

AP: He mantenido un ritmo constante de algo menos de 4 min el km, que era lo que pretendía pero notaba el esfuerzo, junto con el calor, y del km 6 al 9 se me hizo personalmente bastante duro…

Cada avituallamiento era un regalo de agua refrescante sobre la cabeza, mientras buscaba la sombra de cualquier arbolito pasajero en nuestro trayecto alegrándome cuando aparecían, mirando a las montañas de Callosa imaginando un paraíso de prados verdes y ríos, y trataba al mismo tiempo de apartar ese pensamiento de que iba por una autopista de asfalto interminable y en la que todo se iba derritiendo por ese calor en continuo ascenso…

De repente ya íbamos por el km 9 y mi mente se alegró, porque sabía que en 2 kilómetros y un suspiro se acabaría el sufrimiento, y por lo tanto toda esa palabrería y diálogos internos con uno mismo sencillamente, cesarían.

Estuve detrás de dos runners y Kiko, que llevaban un ritmo sensacional y decidí mantenerme con ellos prácticamente durante toda la carrera, a escasos segundos de distancia, mientras aparecía la bifurcación que marcaba el fin de la carrera popular, mi carrera, y la otra vuelta que les quedaba a los valientes que decidieron hacerla y completar su media maratón.

Pero eso es la otra parte de la historia que contará David …

Llegada final a meta en 0:43:19, 8º en la clasificación general y 2º en mi categoría, lo que me hizo llevarme un bonito trofeo y una fantástica experiencia para la vida y el running cv.

DL: Éramos pocos y al haberse ido los de los 11, los campos se amplían, las distancias parecen mayores, a lo lejos ves algún que otro corredor, …, gran carrera para los que tengan una vida interior plena, pero pese a todo lo dicho, a que las señalizaciones de los kms eran poco fiables, a mí me gusta Granja de Rocamora, debo ser un místico, ja, ja.

Segunda vuelta en el Sáhara, voy inevitablemente bajando el ritmo, pero no me coge nadie, y voy pillando a los que me preceden, pasando por el cementerio, estoy por quedarme un rato a la sombra de los cipreses, …, pero ná, pá alante, al final llego con 500 metros de desventaja y ventaja con el de adelante y con el que me sigue, para que apretar, entro tranquilo, y veo a Abel más fresco que ná. Paso la meta y pego un último sprint para ir a beber algo, …, uff qué calor, masaje, bolsa del corredor más que digna y a comentar la jugada.

AP: Muy bien por esos masajes reparadores a los que teníamos derecho todos los corredores tras la carrera, una buena organización por parte de Grupo Brotons, y esas fotos que tan amablemente me hizo en el podio la siempre genial Carolina Seth-Smith.

El calor fue indudablemente lo peor de la jornada, y habrá que tenerlo sin duda muy presente a partir de ya para las próximas carreras y entrenos… pero como se suele decir ya pasó, no pain no gain, y ese esfuerzo realizado es el que finalmente ha merecido la pena y hace que se convierta en una sonrisa, cuando miras atrás y recuerdas cualquier carrera satisfactoria con todos sus detalles y sensaciones.

DL: Al ratito llega José Antonio en su primera media, se le ha hecho un poquito larga. Abel va a repetir en las Vías Verdes 3 días después, qué tío, después de subir al podio y quedar segundo de su categoría a 3:46 el km, ENHORABUENA tío grande.

AP: Un abrazo a todos, y hasta la próxima cita!

David López y Abel Pérez al alimón

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También puedes leer la crónica de Abel en “Diario de un corredor invisible”

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Mi primera “media maratón” (que en realidad han sido 23 km) y muy contento por haberla terminado pese al esfuerzo y el sufrimiento que ha implicado.

A las 8 de la mañana Jorge y Mejías nos recogían a Pelu y a mí para coger camino a Agost. Al llegar, apuntarse en la lista de dorsales (ya que un servidor iba sin dorsal) y el resto a recoger los suyos.

Cafecito y charla con el resto del equipo, cambiarse de ropa, recoger mi dorsal y ya todos listos para salir en el bus.

Ibamos Jorge, Mejías, Abel, Alex, Pelu y yo (y algún que otro amigo que corría la carrera). Durante el camino en autobús Abel me daba consejos sobre la carrera y me comentaba sus andaduras por muchas otras. Incluso me regalaba un gel que luego agradecería muchísimo durante la carrera!

Una vez abajo, una meaeta tras los arbustos, algo de estiramiento y ya a correr como conills, como diría Alex.

La gente decía que iba a ser una carrera cómoda gracias a la pendiente que había,  pero en mi opinión, el hecho de tener que ir “frenando” la arrancada para no dejarte llevar durante gran parte de la carrera lo único que ha conseguido es cargar mucho los cuádriceps. Por lo demás, mucho llano que se hacía duro por el calor y el sol que pegaban.

Los 10 primeros kilómetros se me hacían rápidos, y sorprendido de ir tan fresco apreté un poco. Pero al llegar al 15 noté mi error. El terreno y el clima estaban haciendo mella en mí y ya empezaba a notar las piernas fatigadas y doloridas, a cada paso que daba un poquito más. Para cuando quedaban 6 km ya pensaba que me moría. Pero pasito a pasito y con la compañía de buena gente que he conocido durante la carrera, conseguimos entrar al poble. Por último solo quedaba apretar los dientes en las cuestas que venían y quedaban, para ver por fin el giro final que nos iba a dejar en meta.

Allí esperandome Pelu y demás.  Un abrazo y a reponer líquidos y sólidos.

Por mi parte muy contento por acabar y porque, pese a haber sido dura, ha sido una carrera bonita por el paisaje.

Los demás cada uno su tiempo, pero mencionar que Pelu (mi padre), lograba hacer podium y quedaba 2° de su categoría.

Ahora más y mejor. Mi primera media acabada y deseando hacer la segunda. Nos vemos en la próxima.

Ojopulpo

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También puedes leer la crónica de Abel en “Diario de un corredor invisible”

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Otra vez por aquí, pero esta vez nada de “medias”, tocaba dar un paso más, y que mejor sitio que en la capital, Maratón Madrid 2014.

El viernes pusimos rumbo a Madrid para comenzar este nuevo reto, donde nos esperaría Jordi, el cual se estrenaría en estos lares de las carreras y la familia García Rato a excepción de Nacho (sí, yo también lo pensaba, algo raro). El sábado cuando se incorporó Vicente, mi apoyo en carrera, con quién completaríamos el equipo o eso pensaba yo, ya que a media tarde y cuando nadie se lo esperaba, hizo su aparición sorpresa Nacho, que venía para acompañar a Manolo en la carrera (no podía faltar).

Y por fin llegó el gran día. Antes de las 8 ya estábamos camino del metro donde coincidimos con numerosos corredores, síntoma del gran ambiente que nos esperaría en Cibeles. A partir de este momento el día se aceleró, nada más salir del metro saludos al resto del equipo Victor, Sergio y Fernando, foto oficial A To Trapo y para la salida, paso nada sencillo, debido al grandísimo número de participantes. Casi sin darme cuenta estábamos metidos en los respectivos cajones de salida sin apenas calentar, bastaron unos breves estiramientos y las micro carreras que teníamos que hacer para no perdernos entre el gentío. Ahora sí llegaba la hora de la verdad, y apareciócomo dice Vicente el “síndrome del niño de la Champions League” (definición perfecta para identificar los nervios previos), unos saltitos y comenzamos!

Los primeros kilómetros por la Castellana fueron la primera toma de contacto con lo que sería esta maratón, las “cuestas”, 7 km de ligera pendiente que unido a tanta gente fueron un poco más lentos, incluso llegamos a perder a Borja y Jordi entre la serpiente multicolor. Los kilómetros iban cayendo mientras cogíamos el ritmo disfrutando de la carrera, pero sería en el kilómetro 18 donde sentí verdaderamente lo que es correr en Madrid cuando giramos por la Gran Vía hacia arriba dirección a Sol, donde la gente estaba agolpada en la calle jaleando a todos aquellos que pasábamos por ahí, incluso en la calle Mayor recordaba aquellas etapas del Tour de Francia, donde la gente se apartaba del recorrido al paso de los ciclistas, una sensación indescriptible, y mientras tanto nos esperaba el cartel de los 21 km, ya habíamos hecho la mitad del camino.

Sin embargo todo el camino no serían rosas, puesto que en algún momento aparecerían las espinas (en un maratón hay que sufrir, o eso me habían contado), a mí me llego en el tramo de la Casa de Campo, al igual que a Víctor que lo vimos andando con un tirón en el gemelo (sí muy bonita pero sus cuestas no lo son tanto) que me hizo apretar los dientes, pero con las palabras de Vicente conseguí reponerme y tirar hacia adelante para encarar la recta final, los treinta y tantos, en la que creo que puse el piloto automático puesto que no pensaba en nada, ni en parar, ni en apretar, ni en si tenía dolor, si estaba cansado, nada, simplemente corría hasta que volvimos a ver a la diosa Cibeles la que tantos buenos recuerdos me trae por mi afición madridista, en ese momento supe que la meta no se me escaparía aunque Madrid aún nos tenía guardado dos cuestas más en Goya y Velázquez, en la que muchos corredores tuvieron que seguir andando, pero nosotros ya estábamos viendo el final, giramos por Príncipe de Vergara donde al fondo nos esperaba el Parque del Retiro (la meta), aquí el recorrido lo delimitaban las personas que se habían acercado a animar y a dar su apoyo a la carrera, unos metros más y lo habría conseguido. En este lapso de tiempo, el día volvió a su ritmo normal y me permitió recordar como empezó todo esto del maratón, los meses de entrenamiento que Borja me estuvo preparando, y la ilusión que había depositado en conseguirlo… Entramos al retiro ya se veía la meta, lo había conseguido; acabar una Maratón! y por si fuera poco Madrid (y sus cuestas).

Cruzamos la meta, nos colocaron la medalla y nos dieron la pírrica (por decir algo) bolsa del corredor, donde intercambiamos impresiones con Sergio que había llegado casi al mismo tiempo y a la búsqueda de nuestro apoyo (Esther, Bea, la delegación de JM! en Madrid) y de Borja que ya habría llegado. Cuando nos encontramos con ellos, nos dijeron que Manolo había pinchado que su dorsal no avanzaba, en ese momento pensé que no podía ser verdad, conocía la fuerza mental de Manolo, efectivamente no había pinchazo era un fallo en el dorsal o en la app con la que seguíamos la carrera, Manolo estaba bien y cruzó la meta sin problemas. No puedo terminar esta crónica sin resaltar el tiempazo que hizo Fernando con sus 3:08h en Madrid, vaya bestia, enhorabuena!

Objetivo cumplido!, ya soy un maratoniano más en A To Trapo.

Ahora toca recuperar y pensar una nueva aventura. Nos vemos en la próxima!!!

PD. Agradecer a nuestra reportera Bea su esfuerzo en recorrerse Madrid para poder sacarnos unas fotos. A Vicente por hacer la carrera más sencilla. Y como no, a mi amigo y míster Borja, sin él, esto hubiese sido imposible.

Jesús Cerdán.

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También puedes leer la crónica de Borja en “memorias garcia rato”.

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Me pillaba de vacaciones y en Murcia, y al enterarme de esta carrera en uno de los pueblos de Murcia no dudé en llevar el espíritu de A to trapo para allí.

Era una carrera corta, 6 km, y aunque pensaba que no habría casi gente, ha resultado ser una carrera con bastante nivel.

Algo pesado el hecho de que hayan salido por categorías, aún así, tarde entretenida con gente que he conocido en la carrera.

La carrera eran 4 vueltas de 1.5 km, con unos 500 metros de cuesta arriba, pero el resto bastante cómodo.

Mi intención era bajar de los 30 minutos, lo que significaría llevar un ritmo menor a 5 min. el kilómetro.

Y aunque midiendo mal la primera vuelta, apretando de más, he apretado los dientes en las otras 3 y he entrado en 27 minutos.

Muy contento de ir mejorando poco a poco y nos vemos en la próxima.

Ojopulpo

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